JC. Mujer o Bestia, Dos en una

Extra: Antes De Que Quedara La Reverenda #&*...

(Esto sucedió en una instancia en la que ya estaban en el reino, 1 día en el mundo de Daniel equivale a 1 minuto en el reino de JC)

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Un gran automóvil negro se dirigía a un destino determinado que cambiaría el destino de seres desdichados los cuales eran de raza humana.
Estos seres no tenían idea el vuelco que darían sus vidas con aquella visita en aquella mañana lluviosa que a pesar de que pareciera un día frío en un mes y día especial para muchos, en realidad... Era el comienzo de una nueva experiencia maravillosa.

JC: éste lugar es lúgubre y la única luz que puedo ver... Es el hogar y el corazón de estas personas. (decía llegando fuera del hogar del hombre que conoció ese día en que salió con Daniel) Spence. (al llamar a su fiel amigo, este salió de su cuerpo ubicándose junto a ella)

Spence: Lo sé mi señora (ella asiente) ellos lo valen.

Salieron del automóvil y al salir, pareciera que las gotas de lluvia chocaran contra un paraguas invisible que no permitía que el agua tocara sus cuerpos.
Caminaron a paso tranquilo hasta aquel lugar en donde vivían aquellas almas que, a pesar de que vivían en aquella vivienda, ésta emanaba un gran calor familiar.

Spence iba vestido con jeans negros, un chaquetón negro sobre un chaleco plomizo claro que combinaba con sus ojos, una bufanda larga de lana de color blanco y unos botines negros.

Ella vestía con unos jeans negros al igual que Spence, un abrigo blanco sobre un chaleco de color celeste de cuello alto, un gorro de lana de color negro con un pompón blanco que cubrían su cabello desordenado y botas largas hasta las rodillas de color negro.

Llegaron a la deteriorada puerta la cual dejaba ver la luminosidad de que por el olor... Era fuego quemando madera, seguramente para proporcionarles calor ese día tan frío.
Ella le dio una mirada significativa y él asintió tocando la puerta tres veces.
Después de aquella acción los dos mayores pudieron escuchar el sonido de extrañeza de los habitantes de aquella vivienda y los pasos en dirección a ellos.

La puerta se abrió con timidez, dando a relucir un rostro familiar, el cual sonrió ampliamente al ver a la chica frente a él.

JC: hola señor, ¿como se...

¿: ¡Hola pequeña! (expresó con gran alegría) Qué sorpresa verte aquí, no te esperaba siquiera. (luego ve al chico albino junto a ella y le regala la misma calida sonrisa) hola, un gusto. (Spence le responde con una sonrisa igual de amable, el hombre se da cuenta de que aún estaban afuera) Oh cielos pasen, pasen por favor.
(Los dos le sonríen y agradecen)

Ingresaron al hogar encontrándose primero con un sillón algo deteriorado pero aún así era posible seguir ejerciendo su función, se encontraba situado apegado a la pared con otros 2 sillones en frente y en medio de ellos un círculo metálico y sobre él, estaba aquella fogata que cumplía con su función proporcionando calor a su hogar.

Algo alejado de aquellos sillónes había una mesa de madera, rectangular algo maltrecha y 6 sillas improvisadas del mismo material.
Algo alejado de la mesa, se encontraba la "cocina". No había un lavaplatos sino una superficie de cemento en donde se situaba la vajilla que al parecer era lavada en un pequeño tarro con agua limpia y jabón. Había otra superficie que al parecer se ocupaba para cocinar.
No queriendo seguir inspeccionando, lo cual les llevó unos milisegundos se giraron a al hombre que cerró la puerta y les miró aún con su sonrisa.

JC: Bueno señor...

¿: Oh, es cierto... Ese día no nos presentamos adecuadamente... Mi nombre es August. (ella asiente)