¡Ella me acosa!

14. Hollywood

NICK:

No vi la foto que me mandó mi mamá de Peige probándose una corona, completamente ajena a lo que mi mamá hacía, sino hasta que llegué a casa.

"Mira qué bonita es", decía su mensaje.

Nick bb: "La vas a espantar!".

Mami: "Hasta me puse a llorar de sólo verla e imaginarlos juntos, y ella lloró conmigo. ES PERRRFEEEECTAAAA".

Nick bb: "Le dijiste que quieres que estemos juntos?!".

Mami: "Claro que no".

"Puedes traerla a casa cuando quieras".

"Invítala a cenar para que conozca a todos sus cuñados".

"Tiene novio?".

"Tú tienes que ser su novio".

"Porque yo lo digo".

Nick bb: "Buenas noches, amorosa y respetuosa de mis asuntos madre".

ㅡAl menos a ella sí la aprueba ㅡ dijo Zack sobre mi hombro.

ㅡ¡¿Qué rayos?! ㅡ salté del susto ㅡ¿Cuánto llevas ahí?

ㅡSonreíste.

ㅡ¿Qué?

ㅡEstabas sonriendo. Cuando viste la foto de mamá Lety.

ㅡClaro que no.

ㅡPeige es bonita.

ㅡAjá.

ㅡ Y muy agradable.

ㅡMhm...

ㅡY lo más importante: se lleva bien con tu mejor amigo, así que no destruirá nuestra relación.

ㅡYa me disculpé cientos de veces.

ㅡ¡Pues me sigue doliendo! ㅡ alzó el mentón y giró dramáticamente la cabeza a otra dirección.

ㅡ¿Con qué derecho lo dices tú, señor Salgo-con-tu-hermana-por-más-de-un-año-y-no-te-digo-nada?

Zack aspiró en un sonido de indignación.

ㅡLo mencionaste ㅡ dijo con voz grave.

ㅡTú empezaste.

ㅡ¿O sea que si te pateo, tú me pateas también porque yo empecé? Me dueles, Nick ㅡ sacudió su cabello negro y se metió al baño ㅡ. Voy a hacer Margot. Ji, ji, ji, ji, ji...

ㅡ¡No digas su nombre, Alice!

ㅡ¡Cállate!

Tuve mi primera novia a los 14, antes de que Zack se mudara a Los Ángeles y viviera en mi casa por un tiempo. La verdad es que tengo la mayoría de mis recuerdos bloqueados porque casi toda esa época se fue entre medicamentos, hospitalizaciones y constantes visitas al psicólogo.

Alice fue la primera en darse cuenta de lo que pasaba. Me preguntó si me sentía bien, porque ya iban tres veces que me escuchaba vomitar, pero que luego me veía sentado comiendo como si nada. Me molesté con ella, pero le dije que estaba bien. Al tiempo mamá se sorprendió de lo extremadamente poco que comía, y mi excusa era siempre que había comido algo de camino a casa. Pero poco a poco, el solo pensar en comida me hacía sentir náuseas, a pesar de la desgarradora hambre que sentía. Nadie lo notó nunca, ni siquiera cuando me desmayé en clases. Ni siquiera cuando no quise el suero que la enfermera intentó darme. Pero, ¿qué puedo decir? Tripple Butter seguía siendo Tripple Butter, y era difícil notar en mí algún cambio en mi talla, incluso después de meses sin haber probado bocado.