¡Ella me acosa!

47. Ya nos cargó el payaso

Zack: 

Esta no se la esperaban. 

¿Qué onda? 

¿Saben? Nick lo hace bastante bien. Me dijo que me relajara y les platicara algo muy divertido que ocurrió mientras nadie se daba cuenta y que cambió el curso de mi vida para siempre, pero tengo que admitir que iniciar un capítulo me pone muy nervioso. 

Bien... Aquí voy. 

Paris y yo nos casamos. Qué loco, ¿no? 

Un consejo: no lo hagan. 

Otro consejo: si lo hacen, estén listos para un drama total, con todo el mundo. (Aplica sólo si eres menor de 20). 

Sucede que, tras tener que soportar a Nick y a Peige durante el periodo de Año Nuevo con sus cursilerías, decidí invitar a Paris ㅡmi amor, mi reina, mi diosa ㅡ a Las Vegas, puesto que mi madre se presentaría ahí para el regreso de su show de cocina, ese que tuvo que dejar cuando nací. Estaba deseoso de verla nuevamente; la oompa loompa esa se hacía extrañar. Así que, como adición a sus regalos navideños, le compré un boleto y la recogí en el aeropuerto. 

Mi comadre Peige se ofreció para acompañarme, y yo pensé: Nick, bebé, tú distráela. Pero el animal ese también quiso ir y acabamos todos juntos en la helada banca de un parque, tomando café y comiendo donas. Paris no paraba de hablar sobre la playa, el sol, las cosas que se compró, y yo quedé hipnotizado por las formas que adoptaba el vaho al salir de su boca. Esa parecía un tiranosaurio con el peinado de Johnny Bravo.

ㅡNick, ya tenemos que irnos ㅡdijo Peige de pronto. Yes, pensé. 

ㅡ¿A dónde van? ㅡ preguntó Paris. 

ㅡAl ensayo. Resulta que antier nos escribió el productor de la obra, que halló una oportunidad en Las Vegas para el miércoles y teníamos que venir urgentemente. 

ㅡMuuuuuuuuucha suerte, comadre ㅡ dije torciendo una sonrisa altanera. Su gesto cayó al instante . 

ㅡFriégate. 

Apenas desaparecieron en el uber, tomé a Paris de la cintura y cobré todos esos besos que me debía (duramos el tiempo que aguanté tan agachado), y luego fuimos al estudio donde mamá haría su presentación; Paris quería aprender lo más posible de ella. Nos colamos en un rincón del estudio donde nadie nos vería, cuando el guardia no estaba cerca, detrás de unos baúles para el equipo de sonido, y nos acurrucamos ahí. Crucé mi brazo detrás de sus hombros y ella posó su mano sobre mi pecho. Nos contamos pequeñas anécdotas en lo que comenzaba; mi mamá apareció en el estudio con su uniforme de chef, bien arreglada, guapísima, y Paris ahogó un suspiro. 

ㅡUn día seré como ella ㅡ prometió. Traté de morderme la lengua, pero mi pecho estallaría si no hablaba, así que me aventuré a decir: 

ㅡ¿Por qué no estudias en Los Ángeles? 

Me dio una rápida mirada de sorpresa antes de sonreír con picardía y morder su labio inferior. 

ㅡ¿Acaso es una manera de persuadirme para que me quede? 

ㅡ¿Funcionaría si lo fuera? 

Casi me dolía la garganta. Y el corazón. Y todo. ¡Cielos! Que no era famoso por mantener relaciones largas, mucho menos por encariñarme demasiado. Mis ex pueden asegurarlo: si le preguntan a Gynna les dirá que fui demasiado cobarde; Diana habla pestes de mí porque rompí con ella en San Valentín, y Susy... Ay, ¿para qué les cuento? Incluso Alice, la hermana de Nick. Todo bien con ella, pero no crean que le alegraba saber que yo me pertenecía sólo a mí y a mi música.