Esposo Infiel [Kim SeokJin & T/N]

'05'

El día siguiente su marido e hijos salieron con total normalidad a sus actividades diarias, de nuevo se quedaba sola en casa; el sonido de la puerta abriéndose la regreso a la realidad, dirigió la mirada al reloj colgado en su pared 8:30 a.m. a esa hora no debía haber nadie en la casa, claro a excepción de ella, bajó las escaleras encontrando a Seok Jin en la sala de estar revisando unos papeles, este se encontraba sentado en el piso con todos los documentos regados sobre la mesa, T/N se acerca con lentitud a su esposo y se sienta a su lado.

—¿todo bien?—este niega con la cabeza mas no dice nada— ¿necesitas ayuda?—vuelve a negar aunque su rostro de estrés demuestre lo contrario.

—hoy voy a llegar tarde a casa, tengo una cita de negocios muy importante

—lo entiendo, tu vida es tan ocupada, tan distante a la nuestra, comprendo que tengas que llegar tarde a casa o que tal vez no llegues, también comprendo el porque sales por tanto tiempo y tengo en mente lo que piensas de otras personas y lo que haces con esas "otras personas" o como creo que prefieres llamarle: Hyuna. Si me disculpas tengo hambre, voy a desayunar—se fue de ahí impidiendo que su marido dijera algo aunque este no tenía nada que decir, le parecía bien que su esposa comenzara a comprender sus salidas de casa como algo inevitable para después pensar mas en el nombre que dijo.

Ella quiso llorar ante la estúpida excusa que Jin le daba para su ausencia ¿Qué tanto le costaba admitir sus engaños? ; De nuevo la puerta se abrió pero esta vez escucho como su marido dejaba la casa, mentiría si no dijera que se sintió aliviada al saber que no lo vería por unas cuantas horas.

En algún momento le pareció interesante el pensar en las posibles excusas que Jin pondría si ella le dijera que sabía que le ésta siendo infiel y no solo soltar un nombre al aire, le habría encantado que su marido la descubriera hablando por teléfono, habría amado que escuchará lo que Jisoo decía y odiaba que a pesar de conocer toda la historia no se sentía lo suficientemente fuerte como para pedir el divorcio.

[...]

Doce y media por la noche, con los niños dormidos no había nada que obligará a tu marido a estar con tigo; caminaste hasta la oficina de él en casa.
Seok Jin le daba la espalda; T/N pudo ver la tensión de los músculos de su cuello y rigidez de su espalda bajo la tela del abrigo negro. El invierno apenas comenzaba mas el mayor no parecía disfrutar de este como en años pasados.

Se dio la vuelta lentamente y sonrio; T/N observó su rostro pálido, demostraba cansancio algo demasiado excesivo para un día de oficina o tal vez la paranoia ya le hacía pensar mal de él sin tener nada claro aún.
Seok Jin la miró y ella dejó que la observará durante algunos instantes; luego, sin decir nada, dio media vuelta y se fue a la sala de estar.
Es culpable, lo lleva escrito en su aspecto, totalmente culpable, desde su sonrisa fingida hasta el cambio de ánimo en cuanto ve a su esposa.

Pasaron unos minutos antes de que Jin se reuniera con ella en la sala de estar. T/N lo esperaba sentada. Curiosamente estaba muy tranquila, su corazón latía a una velocidad normal y tenía las manos apoyadas sobre se regazo.
Kim entró, se había quitado el abribo, desanudado la corbata y desabrochado el cuello de la camisa; no vio a T/N y se dirigio al mini bar para servirse un vaso de Whisky.

—¿quieres uno?—pregunto a la castaña regresando su atención a su esposa, ella negó.

Jin no repitió la pregunta, ni la vio mientras se servía una generosa cantidad de este licor y se sentó en el sofá frente a T/N.

Dio un largo trago.

—tienes una amiga muy fiel—saco de un momento a otro el tema, regresando a la plática antes de que saliera de ahí por la mañana. 《y un marido infiel》, pensó T/N

Jin cerró los ojos y tiró su cabeza hacía atrás. No le había dirigido la mirada desde que entró en la habitación. Estiró las piernas y tomó el vaso con ambas manos. T/N se fijó en sus dedos: largos, fuertes y con uñas perfectamente cortadas; vio como doblo sus mangas y volvía a tomar el vaso; regreso la vista hasta sus manos y brazos: músculos perfectamente formados.

Seok Jin es un hombre fuerte y alto, siempre perfectamente aseado; Buenos zapatos, trajes elegantes, camisas a medida, corbatas de seda. Se encuentra más pálido que de costumbre pero su semblante, aparentemente tenso, seguía siendo atractivo. Sus rasgos, bien formados y suaves, su nariz recta y labios gruesos son entendidos como un gesto de determinación. Iba a cumplir 28 años y siempre había tomado protagonismo su masculinidad, aunque con el tiempo otras facetas de su carácter salieron a la luz.

Había adquirido fuerza interior, que, normalmente, suele aparecer con la madurez y una nueva confianza y el sentimiento de pertenecer a los "altos mundos".

Su rostro refleja su personalidad, la de un hombre acostumbrado a ejercer poder y con capacidad de superar a cualquiera. En su compañía, se sentía estar con un hombre especial, tanto que para algunas personas Jin impone respeto y sumisión.

Otro rasgo de su personalidad, según T/N, es el dominio de sí mismo y determinación. Kim siempre había poseído una gran capacidad para controlar sus emociones, raramente perdía los nervios, era difícil que se irritara cuando las cosas no iban como quería. Ante los problemas, tenía la rara habilidad de olvidar los aspectos negativos y extraer lo más positivo de la situación.

T/N llegó a pensar "tal vez no es solo sexo, tal vez es amor, de ese amor verdadero por el que darías todo, por el que la vida de los demás no importa, ni la persona que considera lo más importante en tu vida, un amor el cual lleva a ignorar a su esposa y sus hijos... la ama, si, no es sexo si no que se ha enamorado"

Kim Seok Jin, ceo de la empresa Nongshim, una empresa sur coreana de alimentos que en poco tiempo había crecido de manera descomunal, compraba pequeñas empresas que no iban muy bien y las convertía en parte de la principal de todas ellas obteniendo grandes beneficios y lo había logrado todo por sus propios medios; manteniendo un delicado equilibrio entre el éxito y el desastre, aunque sin llegar a poner en peligro el bienestar de su familia, había construido un pequeño imperio. Por el contrario, la había llenado de lujo, tanto como podía desear; sin darse cuenta se había alejado de su familia.

—y ¿ahora qué?—pregunto elevando su mirada y dirigiéndola a su esposa.

Así que no va a intentar negar nada, se dijo T/N.

Deseaba encontrar algo que decir pero sabía que.

—dímelo tu—dijo, todavía con aquella tranquilidad asombrosa

Jisoo le había dicho que temía que ella se colgara de una lámpara al saber de la infidelidad de su marido, que melodramático, simplemente novelesco. Pobre Jisoo, pensaba T/N con simpatía, que mal lo debió haber pasado.

—es una zorra—gruño Jin dando el último trago a su bebida y levantándose para tomar más.

La idea que Jin tiene de Jisoo, obviamente, no se parecía en nada a la que T/N tiene. Regresó con el vaso de Whisky entre las manos, tiene el ceño fruncido y los músculos de su mandíbula tensados, apoya los codos en sus rodillas y no apartaba la vista del suelo, a excepción de cuando tomaba un trago.

—si no se hubiera metido donde no le importa podrías haberte ahorrado todo esto ¡ya había terminado!—espetó— ¡si supiera cerrar la boca, se habría dado cuenta de que todo había terminado! Ya sabía que esa zorra tenía algo contra mí, estoy seguro que ha esperado a que caiga en sus juegos para tener algo que contar, pero nunca pensé que caería tan bajo como para contártelo a ti.

Es cierto, pensaba T/N. Maldita Jisoo, ¿Por qué se había metido en donde no le llaman?.

—di algo por Dios—grito Jin exasperado

T/N parpadeo, porque Seok Jin nunca le había levantado la voz, y se dio cuenta que desde que su marido había llegado tenía los ojos fijos en él pero en realidad nunca lo había visto, solo se fijó realmente en él hasta esos instantes, como si necesitara que sucediera algo para darse cuenta plenamente de lo que está ocurriendo. Aunque en realidad deseaba que no sucediera nada por el temor de echarse a llorar y derrumbarse. 《así debe sentirse uno》, se decía internamente
《cuando pierde a un ser querido》

"Quiero el divorcio"