Capítulo 43

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Les recomiendo escuchar esta canción mientras disfrutan del capítulo.
*Modo romántico activado*

Al entrar un ambiente caluroso me invadió. El sitio era igual o mejor de agradable por dentro que por fuera. Tenía un toque clásico, elegante y a la vez, como si estuviera en casa. Ya entiendo por qué le llamó tanto la atención a Evan.

Nos ubicamos en una de las mesas que estaba al frente de la tarima. La analicé y sonreí, imaginando a mi chico cantar por las noches, con un lugar lleno de espectadores que se deleitaban con el brillo de su voz.

Pero de pronto dejé de hacerlo. Y volví a la cruda realidad. La tarima, al igual que el sitio estaba vacía. En el lugar sólo estábamos Evan y yo.

-Lo ves, te dije que del negocio que conocía no queda nada. -Suspiró frustrado.

Me sentí mal por él. En tan poco tiempo le había tomado aprecio a este lugar y a su gente. Además gracias a sitios como éste, él ahora era una mejor versión, alguien más humano y sencillo.

Besé su mano y en esas llegó una joven a tomar nuestro pedido.

-Qué bueno verte de nuevo por aquí Evan-Sonrió aquella mujer.

-Lo mismo digo de ti Vanessa. -Respondió él.

-¿Y qué se les ofrece?-La chica era rubia y de ojos envidiables, además sus facciones eran de por sí bien definidas. Wow, siento celos de que Evan trabajara con chicas tan guapas como ella. Hasta empiezo a creer que pudieron tener algo.

-Para mí lo de siempre y Amanda, ¿Qué quieres tú?

Observé cuidadosamente el pedido y terminé optando por un plato de mariscos.

La chica nos brindó una sonrisa antes de marcharse y yo volví a fijar mi atención en Evan.

-Ella era Vanessa, la hija menor del dueño. Debido a su rebeldía y soberbia su padre la había obligado a trabajar aquí. De éste lugar aprendió muchas cosas que le sirvieron para cambiar. Ahora es tan dulce y servicial, que cualquiera que la haya conocido antes de trabajar aquí no creería que se tratase de la misma persona.

-Interesante, este lugar por lo que veo construye mejores personas. Es una lástima que se tenga que cerrar. Una pregunta, ¿Entonces por qué sigue trabajando aquí si su padre murió? Supongo que le tocó parte de la herencia.

-Es cierto, pero sigue trabajando en honor a su padre. Dice que fue lo que él quiso en vida y así lo será hasta las próximas semanas, que cierren el negocio. Ella es la que más ha estado a cargo, se ha tomado el negocio muy en serio. Es la única que aún no ha perdido la esperanza.

Y ahora ese sentimiento de celos fue reemplazado por uno de compasión. Me sentí mal por esa chica. Debía ser muy duro perder un ser amado y tras de eso su negocio, con él que había guardado tantos recuerdos y enseñanzas de su padre.

Entre esos pensamientos, cuando levanté mi vista noté que Evan no estaba. ¿Dónde se había metido? Miré a mí alrededor y las sillas estaban totalmente vacías. No había rastros de él. Sólo estaba yo.

¿Cómo era posible que se hubiese ido sin darme cuenta? Bueno, quizás estaría en el baño. Ya veo que es cierto lo que dicen mis amigos y mi madre;

"Después de que Amanda se va al mundo de sus pensamientos, no hay nadie que la haga regresar, incluso puede ocurrir el fin del mundo a su alrededor y ella seguiría viajando en el interior de su cabeza".

Y la desaparición de Evan era prueba de ello. Wow sí que soy distraída. Y hasta ahora me vengo a dar cuenta, que torpe.

-Hola querida, estoy aquí-Llamó una voz grave debido a un micrófono.

Mi Perfecta CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora