Capítulo 48

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¿Adivinen quién es la nueva capitana de las porristas? Nada más y nada menos que Jaz. Me alegra verla sonriente dirigiendo a las demás chicas, con su toque de locura y torpeza tratando de manejar las cosas. Aún así, es muy buena en lo que hace y las otras chicas lo notan, sin contar su buena vibra.

Continúa su relación con Abel, quién ya ha escrito varias canciones en compañía de Evan, los padres de este último le consiguieron un contacto que quiere grabar con ambos. Por lo pronto, mi mejor amigo y mi novio están en proceso de convertirse en estrellas, más afortunada no podría ser.

Y yo, yo tampoco me quedo atrás de tanto éxito. Seguí dibujando y plasmando emociones, ahora tengo una colección de cuadros que pronto serán vistos en una exhibición local. Con tantas motivaciones, mis calificaciones aumentaron, me esforcé aún más y me convertí en un ratón de biblioteca de tanto leer. Es por eso que estoy tan estusiasmada, estoy a un paso de ingresar a una de las mejores universidades del país para estudiar artes.

En fin, la cosa también tornaba buena en el lado de Manuel. Tuve que hablar con él y dolorosamente le confesé que le había dado otra oportunidad a Evan. Al principio no lo tomó muy bien, sin embargo terminó aceptando la realidad, como las veces anteriores. Para mí no era nada fácil tener que hablarle del tema a Manuel y saber que le estaba haciendo daño. Pero, ¿Qué más podría hacer yo? Mis sentimientos ya no le correspondían a él, y aunque él estaba enamorado de mí, yo ya no lo estaba de él. De hecho creo que nunca llegué a enamorarme verdaderamente de Manuel, me gustó sí, pero fue sólo eso.

Evan por su parte también se acercó a él. Claramente no el mismo día, dejó pasar un mes. De la forma más madura y racional, le ofreció unas sinceras disculpas. Por todo el daño que le causó y los celos que alguna vez sintió hacia él. Las palabras ofensivas y los malos actos. Lo invitó a un almuerzo e intentó acercarse más a él.

Manuel aunque al principio se negaba, termino aceptando sus disculpas. La buena noticia es que él no es un chico que guarde rencores y por eso, progresivamente se fue convirtiendo en un integrante más de mi pequeño, pero sustancioso grupo de amigos.

Para la buena suerte de Manuel, las cosas en el amor empezaban a ir bien. Estaba saliendo con una chica, y aunque aún no es oficial, estoy convencida de que pronto lo será. Y todo gracias a mí, pues como asistente de Cupido, me di a la tarea de darle consejos amorosos a mi amigo para que se acercara a Rachel, la chica que asiste a la cafetería, la de los tatuajes. Esa misma a la que Manuel ignoraba. Ahora están a un paso de ser pareja, y yo por mi parte me atrevo a decir que les veo futuro.

Y de nuevo lo hice, uní otra pareja. Sigo así y le quitaré el empleo a cupido.

Saliendo de mis pensamientos y volviendo a la realidad, saludé a mis amigos y entramos al instituto. Fue muy nostálgico para mí cuando me fijé en uno de los carteles al interior de la escuela que decía que la graduación sería en cuatro semanas.

¿Cuatro semanas y sería el fin de la preparatoria? Tantos años de venir aquí a recibir clases, conocer a mis mejores amigos, a mi primer amor, fortalecer mi talento para el dibujo, y vivir tantas experiencias que ayudaron a mi formación personal, como también serán mi mayor tesoro a lo largo de mi vida;

Los recuerdos de adolescencia.

Sería doloroso para mí el conocer a la perfección que en cuatro semanas todo lo que en estos momentos me rodeaba, ya no volvería a existir. Nunca más entraría de nuevo por esos pasillos con mis amigos, Compartiría varias clases junto a ellos, pasaría la hora del almuerzo, asistiría a los partidos de mi escuela, o simplemente pasaría el tiempo con ellos. Cuando me refiero a ellos también incluyo a Evan.

Mi Perfecta CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora