Capítulo 46

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El auto necesitaba combustible así que paramos en una gasolinera. Mientras Evan llenaba el tanque, le dije que iría al baño. Una vez entré en él, hice una llamada a Jazmín.

-Amanda, al fin llamas. Tenemos un pequeño problema.

-¿Qué ocurre? No me asustes Jaz, estamos a unas dos horas de llegar y necesito que la fiesta esté lista para cuando entremos.

Sí, una fiesta. Desde que Evan me confirmó que si vendría conmigo a la ciudad, no tardé en hacer llamadas a todos mis amigos para que le organizaran una fiesta sorpresa de recibimiento. Y es que la idea no se me habría ocurrido si no hubiera recordado que Evan cumplía años el mismo día que se supone regresaríamos a la ciudad. En la mañana yo le hice un desayuno especial con la ayuda de su familia, eso antes de emprender el viaje. Estoy casi segura de que él cree que no le daré ningún obsequio de cumpleaños.

Pobre, ni se imagina la sorpresa que le espera, de algún modo le tengo que devolver sus detalles conmigo.

-Lo sé Amanda, pero Harper dice no poder encontrar tu regalo.

¿Es en serio? ¿Acaso está ciega? Harper es tan distraída. Bueno, aunque yo no puedo decir mucho al respecto.

-Dile que revise muy bien el sótano. Está tapado con una sábana al lado de unas herramientas. Y que por favor tenga cuidado, no quiero que se dañe.

-Está bien, estás en altavoz, ya se fue a buscarlo.

-Confío en ti, llegaré pronto. Te quiero, adiós.

Colgué la llamada y salí del baño. Evan me esperaba en el auto mostrándome el empaque de los Doritos vacío.

No puede ser. Mis Doritos no. Él ya se comió los suyos. Ah, joder este chico vive comiendo. ¿Cómo mantiene su abdomen tonificado? Wow, los misterios de la vida, una pregunta de esas que no te deja dormir de noche.

-Te odio-Cerré con fuerza la puerta tras de mí.

-No, sabes que me amas así me coma tus Doritos y los Nerds.

-¿Te comiste también los Nerds? -Le lancé una mirada desafiante.

-Ops, creo que estoy en problemas-Soltó al momento de encender el vehículo para ponernos en marcha.

-Sí que lo estás-Sonreí ante su fingido miedo.

**

Un letrero de bienvenida a las afueras de la ciudad nos avisaba la llegada a nuestro destino.

-¿Qué haremos primero? Dejamos las maletas en tu casa o en la mía. -Cuestionó Evan.

Menos mal se le había dado por preguntar. Bueno, ahora que lo dice es mejor que llevemos sus maletas de una vez a la casa de sus padres. Sé que ellos a esta hora ya deben estar en mi casa, así que es mejor llegar y no encontrar a nadie, Evan sospechará menos de la fiesta sorpresa.

Pasó exactamente lo que imaginé. Sus padres ya se habían ido a fiesta y la casa estaba vacía, dejándonos como única opción pedir las llaves con la vecina, que solía tener una copia.

Dejamos sus maletas en casa y nos subimos al auto para llegar a la mía.

-Estoy ansiosa por ver a mis amigos, a Harper y a mamá.

-Dímelo a mí que no veo a mi familia y a mis amigos hace seis meses.

Lo miré con lástima al saber que todo era mi culpa por haberle pedido en el pasado que se fuera de mi vida. Sin embargo él también cometió errores.

Froté su hombro y tomé su mano para depositar un besito en ella. Así fue hasta que transcurrieron los minutos y la fachada de mi casa estaba frente a nosotros.

Mi Perfecta CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora