TONTOS [TaeKook/VKook]

[11]

A cada paso que daban Jungkook y Taehyung, escuchaban el rechinar del suelo. Los muebles viejos, las cortinas oscuras y los silenciosos pasillos le daban un estilo tétrico a la enorme casa.

Jungkook y Taehyung subían las enormes escaleras que llevaban al segundo piso y en una de las tantas habitaciones se encontraba el tan mencionado piano.

-¿Aquí vive un vampiro? -Preguntó Jungkook divertido.

-Se podría decir -Sonrió Taehyung ya que se trataba de la casa de Yoongi. -Pero con música a todo volumen, cervezas por doquier y un montón de chicas en minifalda se vuelve menos aterradora

-¿Aquí son las famosas fiestas de tercer año? -Preguntó de nuevo pero esta vez sorprendido.

-¿Famosas? Sólo son fiestas

-Todos en mi salón habla de ellas cuando el fin de semana se acerca...

La conversación terminó cuando al final del pasillo, Taehyung abrió lentamente la última puerta de la derecha. Tras cerrarla encendió la luz. Comenzaba a anochecer.

La habitación tenía el mismo estilo que el resto de la casa, sólo que esta se encontraba muy empolvada. Lo único dentro era una cubeta en una esquina y por supuesto, el enorme piano tapado.
Taehyung caminó hasta el y retiró la delgada sábana que lo cubría. El polvo que voló llegó hasta la garganta de Jungkook provocándole una leve tos, sin embargo, toda su atención se centró en el hermoso piano, que sin la tela, embellecía toda la habitación.

-¿Me ayudas? -Preguntó Taehyung. Jungkook no lo pensó dos veces, por supuesto que iba a ayudar.

Escuchó atentamente las instrucciones de su tutor. Se dirigió hacia la cubeta de la esquina y sacó unos cuantos utensilios. Con un producto especial y un pequeño trapo, comenzaron a limpiar por fuera el instrumento.

Jungkook tenía ya varias preguntas, pero no podía hacerlas, no cuando Taehyung estaba de tan buen humor. Quedaba embobado al ver la gentileza con la que limpiaba aquél piano, como si de oro se tratase.

Taehyung sentía las constantes miradas y pensó en no hacer caso, pero incluso Jungkook dejaba de limpiar sólo para observarle.

-¿Necesitas algo? -Preguntó.

-Preguntar... -Dijo Jungkook casi en un susurro.

-Olvídalo

-¡Pero quiero saber!

-¿Porqué? -Habló Taehyung con voz seria.

-¿Quiero saber más de tí? -Medio afirmó medio preguntó.

-El piano era de mi padre, esta es la casa de mi amigo, es todo lo que necesitas saber. Ahora, sino vas a ayudar entonces largo de aquí

-Muy bien, ya entendí -Y al parecer Jungkook tomó la decisión de ayudarle porque continuó desempolvando.

Y así, en un santiamén, de un momento a otro, el ambiente se volvió pesado. Taehyung se autoproclamó como el tipo más insensible porque pese a su actitud, Jungkook seguía ayudando.

Cuando terminó de limpiar la tapa, Taehyung no sabía si podría hacerlo, cada vez que veía todas y cada una de las teclas, los recuerdos le aquejaban, claro, sólo los malos.

Tomó asiento en el banquillo y se armó de valor para levantar la tapa. Y como tenía previsto, así fue, la voz de su padre hacía eco en su cabeza, aquella última vez en la que escuchó su voz. Sino detenía todas esas memorias, sentía que su estómago devolvería.

-Dudo que tengas que limpiar las teclas, Tae -Habló Jungkook sentándose a su lado. Observó la cara pálida del mayor y su instinto le hizo acercarse para ver su rostro.