🗡Capitulo 10🗡

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Narra Hina

Después de que Levi me contara todo lo que había pasado, me sentía más tranquila porque no había herido a nadie físicamente, pero sí patológicamente haciéndolos pensar que moriría.

-Lamento haberlos asustado.- susurré mientras miraba mis manos con frustración.

-No te preocupes, pero trata de no hacerlo. No siempre estaremos cerca.- dijo mientas acariciaba mi cabeza con dulzura.

-Ustedes no estarán cerca de mi, pero yo sí de ustedes.- dije con una sonrisa.

-Baka.- dijo mi hermano con una sonrisa por lo terca que era.

Intenté levantarme de la cama, pero mis piernas flaquearon, pude haber caído al suelo sino hubiera sido por mi hermano. Logró tomarme de la cintura antes de que pudiera siquiera tocar el suelo.

-¿Estás bien?- preguntó un poco preocupado.

-No te preocupes por mi, en cuanto tome algo de agua estaré bien y volveré al entrenamiento.- dije mientras veía los ojos fríos de mi hermano.

-No, Erwin quiere que te recuperes en su totalidad por lo que estás fuera de servicio hasta que Hanji lo apruebe.- dijo con seriedad por lo que obedecí.

-Está bien, pero no quiero ser inútil, necesitaré hacer algo.- dije seria mientras veía con decisión sus ojos.

*Suspiro* -Está bien, veremos eso después. Ahora debo llevarte a tu habitación, este lugar es repugnante.- dijo con molestia por la cantidad de polvo en el lugar.

Asentí, se levantó de la cama, me tomó en brazos y comenzó a caminar a la salida; mi hermano a pesar de ser pequeño y de complexión más delgada es un hombre muy fuerte y más cuando lo provocan.

-Gracias oni-chan.- susurré mientras cerraba los ojos, sintiendo su calor, reviviendo así una infancia perdida.

****

Levi me dejó en mi habitación y me dijo que me colocara mi ropa mientras ellos mandaban a arreglar mi uniforme, no me desagradaba usarlo roto, pero Levi es muy especial en ese tipo de cosas.

-Mandaré a alguien para que te acompañe al mercado.- dijo antes de retirarse de mi habitación.

Obedecí, me di un baño para quitarme cualquier resto de suciedad de la celda en donde estaba, entré al baño de mi habitación, abrí la llave de la regadera mientras me deshacía de mi ropa, cuando el agua estuvo templada entré y comenzar a tallar mi cuerpo.

Cuando terminé de bañarme, me cubrí con una toalla, salí a mi habitación, sequé mi cuerpo y comencé a vestirme. Mientras me colocaba mi ropa junto con algunos arneses, donde escondía cuchillas, estuve pensando en el cadete Hoover.

Me senté en mi cama un poco perdida en mis pensamientos, estuve pensando en todo lo que sentía cada vez que lo veía, la atmósfera tan cómoda y placentera que me era dificil querer dejarlo, pero yo era un soldado y debía evitar las relaciones cercanas.

-Este trabajo es peligroso.- susurré mientras veía mis manos.

-Aunque... una vida como la que tiene mi hermano con Eren, no suena nada mal.- pensé al imaginar que el moreno pudiera amarme o tener una relación conmigo.

Inconscientemente sonreí por aquel dulce pensamiento, realmente tener una vida con alguien especial no suena nada mal.

Seguí pensando cuando escuché voces fuera de mi habitación, volví a la realidad al reconocerlas, me levanté de la cama para terminar de arreglarme, pero un comentario fue el que me hizo sentir como algo se rompía en mi pecho.

Asi que siempre fuiste tu //Bertholdt&tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora