Narra Hina *días después*
Desde aquel día que vi a Bertholdt besando a Sasha, no he vuelto a hablar con él, bueno en realidad no he vuelto a hablar con otro cadete que no sea Eren, Mikasa o Armin porque mi estado de ánimo era tan cortante y obvio que no podía actuar natural.
También dejé de ir a nuestro lugar secreto, donde nos besábamos, porque el simple hecho de verlo me recuerda su beso con otra y eso rompía más mi corazón lo que, a su vez, deteriora mi ánimo y mi apariencia.
Mi débil y patética actitud en esos momentos repercutía en las expediciones y mi trabajo dentro de la legión como capitana por lo que le pedí a Erwin que me permitiera quedarme a su lado en casi todo momento; al principio no estaba convencido, pero mi estado era tan deplorable que terminó aceptando.
Es por eso que ahora le acompaño a todos lados, incluso durante las mañanas mientras se cambia de ropa estoy ahí con él ya que hubo un par de ocasiones en las que Bertholdt o Reiner se encontraban fuera de mi habitación esperándome para hablar conmigo, pero siempre lograba entrar o salir sin que ellos se dieran cuenta por la ventana; así que su habitación es un lugar muy seguro para mi en este momento.
-Hina, ¿hasta cuándo vas a seguir así?- me preguntó Erwin mientras leía unos documentos.
-¿A qué te refieres?- pregunté sin mirarlo ya que me encontraba leyendo varios archivos de Annie Leonarth.
-Escondiéndote de esos cadetes.- aclaró.
-No lo sé, simplemente no quiero verlo por ahora.- dije mientras tomaba la taza de té.
Estuve leyendo un poco hasta que bajé las hojas y dejé salir un suspiro, cansada de no poder sacar aquellas imágenes que había visto el día que fui a visitar al cuerpo de la rubia.
-¿Qué es lo que lees?- preguntó curioso mientras me miraba atento.
-Encontré algunos documentos sobre Leonarth y los he estado leyendo.- dije mientras le ofrecía las hojas.
-¿Por qué los lees? ¿Qué es lo que buscas?- preguntó serio y confundido.
Me quedé callada ya que no podía decirle todo lo que había visto aquel día, toda esa violencia, la sensación de desesperación y miedo. Creo que todo eso pudo haberlo sentido Annie, pero no sé cómo corroborarlo así que solo tengo que esperar.
-Solo quiero conocer a mi rival de amores.- bromeé con una sonrisa.
-Ya veo.- dijo sonriendo y relajado.- Así que te me abandonarás cuando termines tu investigación.- dijo un poco ofendido.
-No del todo, debo mantenerte cerca para protegerte.- dije sonriendo.
-Claro, claro.- dijo sonriendo.
*En otro lugar*
Narra Bertholtd
Hace días que no he visto a Hina, sé que está molesta por el error que cometí con Sasha, pero he estado intentado hablar con ella y he hecho de todo desde quedarme fuera de su habitación a una hora en la que estaba seguro que aún estaba ahí, hasta llegué a perseguirla por todo el castillo, pero siempre lograba escaparse con algún superior.
-Hoy hablaré con ella aunque sea lo último que haga.- pensé mientras miraba el techo aún recostado en la cama.
Me levanté de la cama, me bañé y vestí con rapidez cuando estuve listo, y junto a Reiner, salimos de la habitación para desayunar. La sonrisa que tenía en el rostro y mi buen humor no se podía ocultar, caminé al comedor para desayunar algo y probablemente verla ahí hablando con Mikasa.
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Asi que siempre fuiste tu //Bertholdt&tu
De TodoMi vida siempre fue mala, pero tenía a mi hermano o eso pensé hasta que me abandonó por irse a la guerra y arriesgar su vida con sus amigos; Nunca volví a saber de él, pero podía asegurar que estaba vivo y, de alguna forma, era libre arriba mientras...