🗡Capitulo 42🗡

349 39 1
                                    

Narra Bertholdt

Cuando volví a abrir los ojos, mi cabeza daba vueltas y un dolor inmenso se apoderaba mi cabeza; me levanté del suelo y miré a los lados buscando a mi novia, pero no la vi en ningún lado. Mi vista se centro en cierto rubio y morena que se encontraban mirando una pequeña canasta.

-Reiner, ¿dónde estamos? ¿dónde está Hina?- pregunté mientras me acercaba un poco a ellos.

-A ella... se la han llevado.- dijo serio mientras miraba la canasta con el ceño fruncido.

-¿Qué?- pregunté incrédulo.

-Hace unas horas, unos soldados llegaron al muro, Hina se entregó para darnos tiempo de escape.- explicó Ymir.

-¿De dónde salió esa canasta?- pregunté al no entender dónde nos encontrábamos y dónde habían conseguido aquella comida.

-Cuando escapamos, intenté seguir a los caballos de la policía militar para traer a Hina de vuelta, pero me fue casi imposible así que fui a buscar algo de comida.- explicó Reiner mientras me mostraba unas cantimploras y unas frutas.

-Ellos no pudieron haber ido muy lejos, aún podemos traerla de vuelta.- dije un poco apresurado viendo el obscuro y estrellado cielo.

-Bertholdt... eso ya no importa, se la llevaron y ahora debemos irnos.- dijo Reiner mientras se levantaba del suelo.

-¡¿Qué?! ¡No puedes hablar en serio!- grité más que molesto después de todo lo que habíamos pasado.

-Bertholdt, ella decidió sacrificarse y no podemos hacer nada. No podremos sacarla y lo peor es que ya no pasaremos inadvertidos, ahora todos saben quienes somos.- dijo Reiner molesto intentando hacerme entrar en razón, pero nada podría hacerme cambiar de opinión.

-¡No! Ella lo arriesgó todo por nosotros, nunca nos abandonó, nos cuidó y procuró hasta el último segundo, y aún así pretenden abandonarla.- dije enojado.

-Bertholdt, Reiner tiene razón. Debemos irnos de lo contrario podrían encontrarnos y si llegan a hacerlo no dudarán en matarnos.- explicó Ymir seria.

-No me importa. Volveré por ella o moriré en el intento.- dije firme y seguro.

Realmente no me importaba arriesgar mi vida por ella ya que imaginar una vida sin mi preciosa blanquecina era mucho más de lo que podría soportar y terminaría más que muerto que si me atravesaran con una espada o me dispararán con una bala de cañón.

-Bertholdt, no podemos quedarnos, la legión la mantendrá a salvo y nosotros debemos escondernos.- dijo Reiner en un intento de que aceptara.

-Yo no voy a dejarla aquí.- susurré con miedo a no volver a verla.

-Volveremos por ella.- respondió Ymir mientras tomaba mi hombro.- No la dejaremos aquí.- dijo segura. 

Aquellas palabras me dieron aliento, asentí con una suave sonrisa de agradecimiento, ambos se retiraron para prepararse mientras que yo simplemente deseaba que mi pequeña fuera a estar bien en mi ausencia. 

-No te abandonaré princesa, volveré... aunque sea lo último que haga.

*****

Narra Hina

Después de que me entregué, me golpearon un poco, esposaron de pies y manos, y terminaron por tirarme en una de las celdas bajo tierra para así encadenarme a una de las paredes.

-Mañana veremos que haremos contigo, traidora.- dijo uno de los guardias antes de dejarme sola.

Y ahí, en la obscuridad de la habitación me quedé con la esperanza de que Reiner, Ymir y Bertholdt escaparan y tuvieran una vida más allá de las murallas.

Asi que siempre fuiste tu //Bertholdt&tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora