Narra Bertholdt
Cuando volví a abrir los ojos, mi cabeza daba vueltas y un dolor inmenso se apoderaba mi cabeza; me levanté del suelo y miré a los lados buscando a mi novia, pero no la vi en ningún lado. Mi vista se centro en cierto rubio y morena que se encontraban mirando una pequeña canasta.
-Reiner, ¿dónde estamos? ¿dónde está Hina?- pregunté mientras me acercaba un poco a ellos.
-A ella... se la han llevado.- dijo serio mientras miraba la canasta con el ceño fruncido.
-¿Qué?- pregunté incrédulo.
-Hace unas horas, unos soldados llegaron al muro, Hina se entregó para darnos tiempo de escape.- explicó Ymir.
-¿De dónde salió esa canasta?- pregunté al no entender dónde nos encontrábamos y dónde habían conseguido aquella comida.
-Cuando escapamos, intenté seguir a los caballos de la policía militar para traer a Hina de vuelta, pero me fue casi imposible así que fui a buscar algo de comida.- explicó Reiner mientras me mostraba unas cantimploras y unas frutas.
-Ellos no pudieron haber ido muy lejos, aún podemos traerla de vuelta.- dije un poco apresurado viendo el obscuro y estrellado cielo.
-Bertholdt... eso ya no importa, se la llevaron y ahora debemos irnos.- dijo Reiner mientras se levantaba del suelo.
-¡¿Qué?! ¡No puedes hablar en serio!- grité más que molesto después de todo lo que habíamos pasado.
-Bertholdt, ella decidió sacrificarse y no podemos hacer nada. No podremos sacarla y lo peor es que ya no pasaremos inadvertidos, ahora todos saben quienes somos.- dijo Reiner molesto intentando hacerme entrar en razón, pero nada podría hacerme cambiar de opinión.
-¡No! Ella lo arriesgó todo por nosotros, nunca nos abandonó, nos cuidó y procuró hasta el último segundo, y aún así pretenden abandonarla.- dije enojado.
-Bertholdt, Reiner tiene razón. Debemos irnos de lo contrario podrían encontrarnos y si llegan a hacerlo no dudarán en matarnos.- explicó Ymir seria.
-No me importa. Volveré por ella o moriré en el intento.- dije firme y seguro.
Realmente no me importaba arriesgar mi vida por ella ya que imaginar una vida sin mi preciosa blanquecina era mucho más de lo que podría soportar y terminaría más que muerto que si me atravesaran con una espada o me dispararán con una bala de cañón.
-Bertholdt, no podemos quedarnos, la legión la mantendrá a salvo y nosotros debemos escondernos.- dijo Reiner en un intento de que aceptara.
-Yo no voy a dejarla aquí.- susurré con miedo a no volver a verla.
-Volveremos por ella.- respondió Ymir mientras tomaba mi hombro.- No la dejaremos aquí.- dijo segura.
Aquellas palabras me dieron aliento, asentí con una suave sonrisa de agradecimiento, ambos se retiraron para prepararse mientras que yo simplemente deseaba que mi pequeña fuera a estar bien en mi ausencia.
-No te abandonaré princesa, volveré... aunque sea lo último que haga.
*****
Narra Hina
Después de que me entregué, me golpearon un poco, esposaron de pies y manos, y terminaron por tirarme en una de las celdas bajo tierra para así encadenarme a una de las paredes.
-Mañana veremos que haremos contigo, traidora.- dijo uno de los guardias antes de dejarme sola.
Y ahí, en la obscuridad de la habitación me quedé con la esperanza de que Reiner, Ymir y Bertholdt escaparan y tuvieran una vida más allá de las murallas.
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Asi que siempre fuiste tu //Bertholdt&tu
AléatoireMi vida siempre fue mala, pero tenía a mi hermano o eso pensé hasta que me abandonó por irse a la guerra y arriesgar su vida con sus amigos; Nunca volví a saber de él, pero podía asegurar que estaba vivo y, de alguna forma, era libre arriba mientras...