Narra Bertholdt
Smith había logrado disfrazar y colarnos a Ymir, Reiner y a mi entre la multitud dentro del juzgado, y durante toda la sesión no perdí de vista a mi amada blanquecina. Ella parecía estar muy tranquila en medio de todo este odio y tempestad como si todo fuera un juego de niños, una mentira, pero todo era real.
La sesión era demasiado aburrida, los presentes decían blasfemias de mi novia y de su familia lo que evidentemente la molestaba, pero ella mantenía toda su cordura hasta que en un momento noté como ella perdió el interés de todo el asunto y comenzaba a divagar mirando a todos los presentes hasta que sus ojos se posaron en mi.
Sentí una corriente eléctrica recorrer mi espina, pero debía contener todo aquello que su sola mirada provocaba en mi por lo que bajé un poco la cabeza ignorando un poco su mirada y ocultando un poco más mi rostro. Seguí sintiendo su confundida y penetrante mirada sobre mi, pero la gruesa y resonante voz del juez hizo que ella volteara y yo levantara la cabeza para saber qué sucedía.
-Está bien, he oído suficiente.- dijo el juez llamando la atención de todos.
-Considero que la custodia sería un error, así que Hina Rivaille te condeno a ser ejecutada en la horca mañana al amanecer.- dijo el juez cerrando la sesión.- Le perdonamos la vida una vez y nos traicionó, no cometeremos ese error de nuevo.
¿Qué...?¿Ella morirá? No podía creer lo que acababa de escuchar, no podía pensar en nada, mi cabeza estaba bloqueada, mi cuerpo estaba inmóvil, mi cabeza daba vueltas mientras sentía como las fuerzas abandonaban mi cuerpo.
-No...- susurré incrédulo.
Pasaron un par de minutos cuando vi como mi novia desplomaba en el suelo, esa imagen me hizo reaccionar, quise ir a ayudarla y sacarla de aquí cuando una mano me detuvo de golpe, miré y me encontré con los fríos ojos de Mikasa.
-No vayas.- dijo fría.
-Pero...- intenté replicar.
-Bertholdt, debemos salir antes de que nos vean.- dijo Reiner acercándose a mi y apoyando a la azabache.- La veremos después.- dijo para así comenzar a jalarme hacia la salida.
No tuve opción y seguí al pequeño grupo que nos sacaría del edificio, ya vería la manera de conseguir tiempo para estar con ella y sobre todo para sacarla antes de que pudieran tocarle un pelo.
*Unas horas después*
Una vez que salimos del juzgado fuimos a una construcción abandonada, donde nos quedamos con Mikasa, Armin, Levi, Hanji, Eren y otros miembros superiores, esperando noticias de Mike y Erwin.
Mientras esperábamos, yo intentaba mantenerme tranquilo y pensar en que todo saldrá bien, pero al no saber qué iba a hacer para evitar la muerte de mi novia me inquietaba y me hacía querer perder el control. Quería llorar al pensar que si no hacía nada, mañana en cuanto salieran los primeros rayos del sol, ella moriría.
Estuve pensando un poco cuando la puerta de la habitación donde estábamos se abrió. Levanté la mirada y vi a los dos hombres entrar con una mirada seria y dolida como si algo les hubiera arrancado el alma; ambos se acercaron y terminaron por sentarse en la mesa donde todos nos encontrábamos.
-Erwin, ¿A dónde fuiste?- preguntó Levi neutral.
*Suspiro*-Fuimos a hablar con Hina. Intentamos convencerla de escapar antes del amanecer, pero... ella simplemente dijo que fuera de las murallas no hay nada ni nadie para ella.- Explicó Mike mientras miraba fijamente a la mesa.
-Pero nosotros estaremos con ella.- dijo Reiner seguro.
-Ella no sabe que están aquí y no parece importarle nada, ni siquiera su vida.- contestó Mike serio.
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Asi que siempre fuiste tu //Bertholdt&tu
RandomMi vida siempre fue mala, pero tenía a mi hermano o eso pensé hasta que me abandonó por irse a la guerra y arriesgar su vida con sus amigos; Nunca volví a saber de él, pero podía asegurar que estaba vivo y, de alguna forma, era libre arriba mientras...