Capítulo 22

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Eric estaría fuera alrededor de una semana, preparó todo para partir hacia el distrito norte, tal y como Maverick le había ordenado. Luego de que Kouno dejara el departamento, Eric llamó rápidamente a un técnico que pudiese reparar su sistema de calefacción. El frío era incómodo y evitaba poder relajarse en la calma de su hogar, así que quería solucionar eso lo más pronto posible; sin importar que estuviese fuera de casa por un tiempo. El técnico le dio respuesta y luego de darle la dirección, afirmó que estaría allí después del mediodía. Ahora con el técnico en camino, todo estaba preparado, pero, no tenía nada que hacer hasta que llegase. Al verse en esa situación, no lo pensó dos veces y decidió visitar a Milo, así podría pasar un rato con él y podría decirle que estaría ausente.

Cuando Milo lo dejó pasar a su departamento —no sin antes recibirlo con un asfixiante abrazo, que Eric aceptó con gusto— y Milo pronto se concentró en la cocina, yendo de aquí a allá, atento de que la comida que preparaba no se quemase y se estuviese cocinando apropiadamente. Poco a poco, el aire del ambiente se llenó de un delicioso aroma que podría abrir el apetito a cualquiera. Eric lo observaba sentado junto a la barra, lo hacía con detenimiento y sonriendo, encontraba divertido verle tan dedicado en su tarea. Aunque también no solo le miraba cocinar, ya que sus ojos de vez en cuando se desviaban —intencionalmente— hacia la parte inferior de su cuerpo. Milo solo llevaba puesto una camiseta sin mangas verde y un bóxer azul oscuro que parecían negros. Sin duda, la vista le era placentera.

—¿Disfrutando la vista? —inquirió Milo usando un tono pícaro propio de él.

—Cómo no hacerlo, además lo estás haciendo a propósito —respondió Eric contento de seguirle el juego.

Milo echó a reír.

—Me atrapaste.

Milo sirvió el desayuno a los pocos minutos y mientras comían, sentados uno frente al otro, Eric le comentaba que estaría ausente debido al trabajo.

—Ya veo... ¿Estarás fuera mucho tiempo? —preguntó algo preocupado de no ver a su querido lobo por un tiempo prolongado. Apenas habían tenido tiempo de compartir momentos.

Eric negó rápidamente con la cabeza al notar su expresión.

—Solo será una semana —afirmó—, con suerte, puede que antes.

—Oh, ¡qué bien!

—Sí, me iré después que reparen la calefacción de mi departamento —explicó Eric brevemente, sin querer dar más detalles y concentrándose en comer.

—Cierto, algo me habías comentado sobre tu calefacción... ¿Tendrás alojamiento y todo lo necesario? Comida también, muy importante.

—Supongo que sí... Aunque no creo que la comida sea mejor que la tuya —afirmó dedicándole una sonrisa a Milo, que él compartió.

—¿Y qué harás allá?

Esa era una pregunta clave y una muy importante a la cual Eric no podía responder con honestidad. No quería mentirle, pero no podía permitirse decirle la verdad.

—No me han dado muchos detalles... —dijo e intentando sonar más convincente añadió— Parece que es algo confidencial.

—¡Oh! ¿Tratan con cosas así en tu trabajo?

—De vez en cuando, sí.

—Eso parece peligroso... —Milo de nuevo, mostró preocupación en su rostro.

—No te preocupes por mí, estaré bien.

Eric logró disipar sus preocupaciones diciéndole que lo llamaría cada vez que tuviera la oportunidad. Después de comer se sentaron en el sofá, una costumbre que ahora ambos compartían y siguieron conversando. No obstante, ninguno de ellos estaba completamente atento a la charla. El ambiente entre ellos empezó a cambiar, una fuerza invisible les fue acercando poco a poco de manera indirecta en el sofá y luego de quedar a cierta distancia, Milo puso un brazo por encima del hombro de Eric acortando aún más la distancia entre ellos.

Lykos [Furry/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora