Capítulo 29: Castaño, no te vayas.

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¿Qué es esto? ¿Una broma?

—¿Qué soy? ¿La policía? —Respondo al comentario y el chico tras el teléfono rie. Ya sé quién es.

No es algo muy urgente, pero quiero varios consejos femeninos.

—Oh eres tu ¿Como cuales?

Bueno salí con una chica ayer, y me dijo que no era lo suficientemente durito. ¿Qué significa? —Dice Brendom y rio en mi interior.

—¿Tuvieron sexo? —Saben a lo que me refiero.

No. No me acuesto con todo el mundo Stace.

—Okay pero... Tal vez lo dijo porque no eres lo suficientemente varonil para ella. ¿Sabes qué? No soy buena para consejos de esa clase, porque nunca me he visto en una situación de esas así que... Lo siento no puedo ayudarte.

Bueno... ¿Quieres hacer algo mañana? Obviamente como amigos. Tienes novio y demás.

—Claro. Mmm ¿mañana a las 2PM? —Pregunto y el piensa.

Está bien. Pasaré por tu casa a esa hora. —Dice y cuelga. De verdad pensé que era algo peor. ¿Qué harían si alguien los llama de esa manera?

Me pongo de pie y me lavo la la cara. Me puse ropa cómoda y creo que dormiré de nuevo. He estado un poco cansada estos días y... No sé por qué. Escucho como mi mamá se asoma por mi puerta.

—¿Quieres un sándwich? —Me pregunta.

—No tengo hambre. Gracias mamá. —Digo y ella asiente cerrando mi puerta para irse. Me acuesto en mi cama y me arropo con las sábanas. Mi teléfono empieza a sonar y lo tomo para contestar.

—¿Si? —Contesto.

¿No? —Responde.

—Hey, estaba lista para dormír.

Bueno pues solo quería decirte que te tengo una sorpresa. No es un regalo ni nada por el estilo, de hecho es algo en mi. —Dice Ross y me quedo confundia.

—No entendí nada de lo que dijiste. —Digo y este ríe.

Solo espera a cuando nos veamos. Voy a tu casa mañana en la mañana, te llevaré desayuno. ¿Está bien?

—Claro, Gracias. —Digo y cierro los ojos si aun dormirme.

Bueno pues... Buenas noches.

—Buenas noches. —Digo y se termina la llamada. Dejo mi celular en mi mesita de noche y me vuelvo a arropar para dormir.

(***)

Siento como alguien me abraza por detrás y despierto sabiendo quien se encuentra detrás de mi es Ross. Volteo mi cabeza un poco para verlo y veo una cabellera castaña.

Esperen...

Ross es rubio.

Salto de mi cama lo más rápido posible y al hacerlo, choco mi cabeza con el armario y caigo al suelo.

—Auch. —Digo y me pongo de pie. Miro a la persona que está en mi cama y me sorprende lo que veo.

—¿Estás bien? —Pregunta y tomo una almohada y se la pego en la cara.

—¿Estás demente? ¿Por qué hiciste eso? —Digo apuntando a su cabello. Este se pone de pie y me da un beso rápido en la mejilla.

—Te dije que te iba a sorprender. —Dice.

— ¿Sabias que tenias un rubio perfecto?

—¿No te gusta? —Dice y toma asiento en mi escritorio.

RossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora