En la vida hay personas fáciles, y otras que son terriblemente complicadas.
Pero Hiro siempre había vivido su vida sintiéndose atrapado en el medio de todo eso...
Se consideraba así mismo como una persona simple, con una rutina marcada, gustos sencillos, pasatiempos comunes y pensamientos fáciles de entender. Teniendo en cuenta que era una persona solitaria que solo debía encargarse y preocuparse por él únicamente.
Entonces estaba bien, él pensaba que era fácil porque no debía tratar con la opinión de nadie más.
Pero en otros momentos, en aquellos lapsos contradictorios, Hiro se encontraba increíblemente indeciso por cosas que no deberían presentarle el mínimo inconveniente, peleando solo dentro de su cabeza por cualquier estupidez, acomplejándose con hechos insignificantes que quizá no iban a importar para el día de mañana, tratando de comprender sus propias ideas mezcladas y perdidas, e intentar no morir en el duro hecho que representaba el mantenerse cuerdo.
Desde el porque había olvidado hacer la compra de comestibles para poder sobrevivir a base de comida rápida, golosinas y bebidas energizantes, agendar una cita para salir a cenar con su tía o regar las plantas ya secas del balcón, hasta la incomodidad que le acarreaba el tener que salir a la calle a realizar cualquiera de las cosas antes mencionadas. Donde incluso salir todas las mañanas a trabajar era un reto colosal imposible de manejar.
Y aun así, aun a pesar de todo eso, Hiro era considerado por el mundo como un brillante genio.
Aquel titulo lo siente recaer sobre su espalda, lo sabe bien, el mundo gira al rededor suyo con esta presión sobre sus hombros, recordandole a cada momento la naturaleza de su condición. Tachándole como alguien impecable, como alguien que no puede fallar.
Que no tiene permitido equivocarse bajo ninguna circunstancia.
Y era obvio que Hiro lo detestaba...
...Eran esos los días que se denominaban como malos en su diccionario de definiciones. Aquellos en los que Hiro se encontraba atrapado a la mitad de algo que no tenía la obligación de resolver, cualquier maldita cosa por la que no quería pasar realmente.
Nadie nunca le había preguntado si quería hacerlo.
Ya estaba cansado de todo y todos, porque cuando surgía un problema, inmediatamente le pedían una solución rápida a él, cuando tenían una duda, por mas absurda que esta fuera, acudían con él para que les brindara las respuestas y lo peor de todo era que cuando los demás no podían encargarse de sus propios problemas, se los dejaban a él encima para que lidiara con ellos. Alegando que su gran inteligencia le daría maneras de resolverlo mejor a que si lo hiciera alguien más por su cuenta.
Hiro no podía con tanto peso, nadie podría nunca con algo así, él no quería esa responsabilidad.
Por que si no conocía la respuesta a sus dudas, entonces le miraban sorprendidos y hasta asustados. Porque si no daba una solución efectiva y rápida en cuanto esta era solicitada, le miraban decepcionados. Y porque si Hiro no era capaz de resistir todo el peso de los problemas ajenos, entonces los demás se molestaban por su incompetencia, argumentando que el pelinegro hacia alarde de una habilidad que no poseía en verdad.
Ya estaba acostumbrado a lo que siempre le decían, no le sorprendía que los demás le tratarán así por no poder hacer algo bien, que le molestarán por ser incapaz de cumplir sus exigencias.
" -Oye, ¿acaso no eras tú una especie de súper genio dotado o algo así? Porque no lo parece, bueno, es que ni siquiera sabes la respuesta a lo que acabo de preguntarte."
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"Razones"[HIGUEL]
FanfictionSerie de One-Shots sin continuidad en la trama. "Todo siempre había estado en contra de ellos. Sus personalidades tan opuestas, sus costumbres, sus similitudes escasas, los prejuicios tan marcados del mundo, el odio irracional, el miedo paralizante...