"Casa sola"

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Era su mañana libre.

Las sabanas se sentían muy frescas, le gustaba el detergente que había comprado para lavarlas, ¿cuál era el nombre? No se acuerda. ¿Funcionaría también para la ropa de color? Quería probar usarlo en las sabanas azules, esas que son las favoritas de Hiro, también las de él, pero en secreto. Le gusta admirar el contraste entre la pálida piel del chico y el celeste intenso que le envolvía cada vez que le tenía contra la cama, aunque eso nunca se lo diría, no.

Y a todo, eso, ¿dónde está Hiro?

Quizá la sensación de bienestar que le embargaba era provocado por un beso en la frente de su novio, ¿a dónde se fue? Porque Hiro dejo las persianas abajo pero la ventana abierta para que la habitación se ventilara de a poco, todas las luces se encuentran apagadas y Dante aun dormía a sus pies, bien enredado en la colcha, soltaba pequeños ronquidos de vez en cuando y movía erráticamente sus dos patitas delanteras, como persiguiendo algo, ¿o huyendo de alguien? ¿Sería un mal sueño? ¿O uno de los buenos? ¿A todo esto qué sueñan los perros?

Le gustaría poder preguntarle. Así sería mucho más fácil. 

¿Por qué Dante no podía hablar? Eso no es justo. Que chingón estaría poder hablar con su mejor amigo, aunque quizá a Hiro no le gustaría que Dante pudiese hablar, quizá hablaría durante todo el día y eso le sacaría de quicio, quizá terminaría aventándole un zapato para que se fuera de la habitación, o se la casa. Ay, Hiro...

Ah, sí... ¿Y Hiro?

Bueno, es casi imposible que se despierte antes que él solo para no estarle molestando con que el desayuno, que cuando chingados prepara el desayuno, que ya tiene hambre, que si no se va a enojar, ¡si siempre está de malas! Pinche Chinito mamón...

Pero sí, ¿qué va a preparar para el desayuno? Ya hace hambre, ¿que hay en el refrigerador? Nada de seguro. ¿Qué va a preparar de desayunar? Necesita ir a hacer el mandado, bueno ya, que  luego secuestra al Hiro y se lo lleva a las compras aunque no quiera, sirve que aprovecha para que escoja el cereal ese que le gusta y a cambio el comprara vegetales y le obligará a comerlos si es que quiere el cereal. Sí, suena a un gran plan, no importa si no le parece al pelinegro.

Pero mientras hay que averiguar donde está el niño.

Se levanta de la cama de golpe, pero no sale por completo, y todo porque Dante duerme a sus pies y no quiere despertarlo por accidente... Hablando de despertarlo, ¿por qué no ha sonado el despertador? Oh, cierto, las baterías están muertas. Bueno, puede comprar nuevas de camino a la universidad, junto con un poco de leche y pan ya que está de paso, pero, no, no puede. Hoy no va a la universidad, es su día libre. ¡Bien! Eso significa que le toca preparar la cena para cuando llegué Hiro. Entonces sí irá al super, al menos por lo básico y ya después hará la despensa...

...Un segundo...

-¡Miguel, concéntrate! ¿Dónde chingados está Hiro?

Seguramente Dante sabe donde está, le gustaría que pudiese hablar. Pero mejor no porque está dormido y entonces tendría que despertarlo y no quiere despertar a su perro cuando no sabe si está teniendo un buen sueño, o quizá una pesadilla. Cuando el tiene pesadillas Hiro le despierta, o si no, él se despierta solito, ¿Dante podría también solo? Le iba a preguntar a su novio cuando regresara si los perros tienen sueños feos, él siempre tiene una buena respuesta a todas sus dudas...

Pero ahora, sí. Ahora sí por fin sale de la cama, claro lo más suavecito posible para que Dante no se despierte. Una vez de pie abre las persianas y decide dejar así la ventana porque le gusta el ambiente claro y fresco que deja. Se coloca los pantalones de la pijama para no parecer un descarado ante la gente del exterior, que quizá no le está viendo, pero aún así, aunque no quiere ponerse una playera, nadie puede obligarle es su día libre.

"Razones"[HIGUEL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora