Capítulo 10: Mentiras.

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- Dieter, tu novia te va a matar.

- Ella cree que estaré en casa dormido.

- No está bien mentirle.

- Pelirroja deja que yo se que me hago.

Estuve toda la tarde con ella en mi cabeza, y invitarla no fue buena idea, ya que aun que no era tetona, le quedaba los vestido muy bien, y más con tacones.

- ¿Donde vamos?

- Ya te dije a la discoteca, Eva las odia.

- Vale, vale. - Puso sus manos sobre su vestido y tiro de el.

No se hasta donde quería el vestido le quedaba por encima de la rodilla, el color esmeralda le sentaba de escándalo, y el cinturón de abajo del pecho le hacía la figura mucho más atractiva.

¡Puta vida tete! No se que me pasaba que andaba fijándome tanto en ella.

Llegamos a la discoteca y pedimos unas copas, nos apoyamos en una de las mesas a oír la música y hablar de gustos musicales.

- Te ves preciosa. -Se me escapo cuando estábamos hablando de por lo visto nuestro cantante favorito.

- ¿Es una canción nueva?

- No. Te lo decía a ti.

- Gracias. Como hablábamos de Estopa pensé que era un nuevo tema.

- No, que va.

Se le puso un mechón en la cara y se lo aparté, estabamos tan cerca hablando y se me hacia tan difícil el no besarla. Quería apartarme pero no podía por más que mi cabeza quería corre mi cuerpo no se movía.

- Tú también estas muy guapo con esa camisa negra.

- Gracias, pero es normal a mi me sienta todo bien.

- ¿Cuando seras menos creído?

- No soy creído, lo sería si fuera feo.

- Que cabrón que eres. -Su voz era dulce y no paraba de sonreír.

- Nunca pensé que una pipilastru pudiera ser tan guapa. -Sonreí de lado.

- ¿Es un halago?

- Es la verdad. Si no tuviera novia no te escapabas y ya te digo que a mi las tías que siempre me han gustado han sido morenas.

- No sigas por ahí.

- ¿Por que?

- Por que yo no tengo novio y nada me impide besarte.

Creó que eso es lo que mi subconsciente buscaba oír por que en ese instante me lancé a sus labios sin poderme controlar.

No se en que momento deje mis principios a un lado, solo sabia que la quería a mi verá.

Estuvimos en silencio hasta que Miryam señaló atrás de mi.

- ¿Que hay? -Me volví y estaba Eva.

Caminaba con un chico agarrada del brazo, riendo y coqueteando. Me volví.

- Tenemos que irnos de aquí, sin que nos vea. - Ella asintió.

- Sueles hacer esto mucho.

- No es la primera vez, y no debe pasar más, no está bien.

- Tarde para decir eso, tarde si crees que con lo que leí entre líneas que salía de tu boca voy a quedarme así.

- ¿Estas loca? No voy a engañar más a mi novia.

- No quiero ser la otra, me gustas, Eva parece que te ha mentido con quien salia así que no creo que sea muy santa.

- ¿Crees que me es infiel? Ella no es así.

- Sí tú lo dices, salgamos de aquí ¡Ya!.

Salimos en un silencio absoluto y así estuvimos hasta que llegamos a la casa.

- Adiós. -Me dijo entrando en su casa.

- Adiós.

La Chica De Cabello PelirrojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora