Bajé de ese taxi tan peculiar que Londres posee y rápidamente llegó un hombre con traje negro a pagar. ¿Y este quién es? La casa era enorme, bastante bonita a decir verdad.
Un césped bien verde y cuidado alrededor de toda la casa, con árboles por todas partes, setos, todo muy colorido. Las paredes de la casa eran de color blanco roto, con grandes ventanales cubiertos por dentro con las cortinas, y una gran puerta en el centro de madera antigua, que le daba un toque clásico a la casa bastante especial. Empecé a pensar que nadie saldría en mi búsqueda y me dirigí a entrar por mi misma.
-Bienvenida a Londres señorita Conelly. - Una mujer con vestido de tubo y media manga negro ajustado me saludaba mientras sonreía.
Era bastante alta, alrededor de 1'80 cm, además de que su pelo rubio estaba cogido en un moño en lo alto de su cabeza, lo que la hacía parecer más alta. Me miraba perpleja con esos grandes ojos marrones con un destello verde bajo unas gafas de pasta negras al ver que no decía nada.
-¿Qué? Me llamo Adelia.
-¿Señorita Adelia? - Preguntó extrañada y achinando sus ojos tratando de entender a qué me refería.
-No, solo Adelia, sin señorita. - Intenté sonreírle.
La mujer solo sonrió asintiendo con la cabeza y con una mano me indicó que la siguiera. La casa por dentro parecía bastante moderna, pensaba que sería más clásica. Una puerta corredera se abrió y de ella salió mi padre. Edward Conelly, el gran empresario, súper rico, súper alto, súper guapo, pero no un súper padre que digamos. Hacía más de 5 años que no lo veo desde la última vez que nos visitó en España.
-No has ido a recogerme, ni si quiera me has podido llamar para saber si había llegado bien. - Dije cabreada.
-Hola Adelia, hija, lo siento, estoy bastante ocupado - Intentó excusarse.
-Como siempre, no es excusa... - Rodé los ojos sin más que decir.
-El Señor Conelly tiene mucho trabajo esta semana. - Me dijo la chica, yo le miré frunciendo el ceño en respuesta
Entré al despacho del que salió "el Señor Conelly" y me acerqué al gran ventanal, la vista daba al patio trasero. El despacho estaba cubierto por estanterías repletas de libros. Un mueble bar en la única parte donde no había estanterías y el escritorio repleto de papeles.
-¿Te gusta? Nunca habías venido a visitarme. – Dice mi padre a mi espalda.
-Tampoco tú te preocupaste mucho por que viniera.
-¿Vas a estar así estos tres meses? Dame una oportunidad - Yo seguía con el rostro fruncido.
-Está claro que en eso sois iguales. - Dijo la mujer de negro riendo.
Comencé a instalarme en mi habitación, cuando fui a sacar las cosas de mis bolsillos me di cuenta de que mi monedero con toda mi identificación no estaba. ¡Mierda! Ya empezamos... y no llevo en Londres ni 3 horas. ¿Dónde tengo la cabeza?
Llevaba casi todo el dinero ahí dentro, DNI, pasaporte, todo. No me gustaba estar sin móvil, pero el mío aquí no tenía mucho uso. Lo peor es que todos los números importantes los tenía apuntados en una tarjeta y esa tarjeta... Pues en el monedero perdido.
-Señorita Conelly. - Dijo una mujer tocando la puerta de mi habitación mientras entraba. – Alguien pregunta por usted.
¿Yo tenía una visita? Bajé rápidamente las escaleras y en la puerta estaba el chico torpe del aeropuerto. Seguía cubierto, pero ya se había quitado la bufanda y podía ver medio rostro. Bajé despacio los últimos escalones.
-¿Puedo ayudarte en algo? - Pregunté confusa.
-A lo mejor puedo ayudarte yo a ti. - Dijo con una sonrisa ladeada y llevándose la mano al bolsillo trasero de su pantalón, para sacar después mi monedero. - Se te calló en el aeropuerto. Volví a pasar por allí para ver si te volvía a ver y compensarte, pero solo estaba esto.
-¿Cómo sabías que estaba aquí?
-Llamé a los números de una tarjeta, y el único que no fue al extranjero fue el de aquí, pregunté la dirección y vine.
-Ehm... Gracias, supongo. – Dije cogiendo mi pertenencia. - Podrías al menos enseñarme quien eres, no me gusta hablar con la mitad de la cara de la gente. - Intenté decir simpática.
-No, mejor no. - Retrocedió unos pasos. - Tengo prisa. - Dijo de nuevo rápido y se fue.
Comencé a ver dentro de la cartera y vi que estaba todo, pero también había un papel desconocido, lo abrí, vi una dirección escrita y leí lo que ponía.
"Pasado mañana a las 13:30 en esta dirección, esta vez prometo darte explicaciones."
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Extrañas coincidencias (Harry Styles) Terminada/Editando.
FanfictionTiene SEGUNDA TEMPORADA. Adelia nunca pensó que un simple viaje no deseado a la casa de su padre en Londres le diera la vuelta a su vida. Un chico, sus ojos y su perfecta sonrisa no iban a dejar pasar a esa chica sin más. Harry Styles. El nombre de...