Extrañas coincidencias (Harry Styles) Terminada/Editando.

Capítulo 27: "Está bien"

Narra Harry.

Me quiero ir a casa, no quiero seguir grabando, estoy de vacaciones, quiero estar con Ade y ya está. Y no en el estudio grabando una y otra, y otra vez la misma sintonía. Porque me carga demasiado. Ya habían pasado 4 horas desde que llegué a las 11, quiero ir a casa y comer algo.

Hice un gesto con mi mano indicando un descanso y me quité los auriculares. Salí rápido de la sala y me dirigí a Johan.

- Me voy, ya es hora de comer, y hemos hecho demasiadas pruebas. Elegid la que queráis.

- Harry, venga sólo un poco más, si no es nada.

- Sé qué queréis que quede perfecto, yo también créeme, pero es que las que he hecho no están tan mal.

- Mira, haremos una cosa…

Mi móvil empezó a sonar cortando la idea de Johan y en la pantalla vi a Liam. No contesté, me voy ya a casa, así que colgué y seguí terminando mi discusión con Johan. Pero cuando iba a volver a hablar mi móvil volvió a sonar. Levanté mi dedo índice y me alejé un poco para hablar. Ahora era Niall.

- ¿Qué pasa? Estoy terminando con Johan y voy a casa.

- Pues ven rápido, Ade se ha desmayado. – dijo Niall gritando y muy rápido.

Joder. No, no puede ser. Guardé el móvil en el bolsillo, cogí mi mochila y me la eché al hombro, sin decir nada salí de allí corriendo bajo los insistentes gritos de mi productor. Llegué al coche y tiré todo al asiento del copiloto. Conduje tan rápido como pude hasta casa, me llegarían multas, pero me la pela. 

Aparqué como pude en la puerta y salí del coche dejando allí todo. Abrí la puerta y vi a los chicos esparcidos en las escaleras, también estaban Michelle y Rosie. 

- Tranquilo Harry… - Dijo Rosie levantándose nada más verme entrar.

- ¿Tranquilo? ¿Me estás vacilando? ¿Dónde está? – Dije asustado y creo que demasiado alterado.

- Sí, tranquilo, ya está bien. – Me calmé un poco al escuchar eso, pero no es suficiente. – Escúchame… - Cogió mi cara entre sus pequeñas manos y me hizo mirar a sus preciosos ojos azules. – Está bien, se ha despertado al poco rato, pero al llegar a casa la hemos dejado que duerma un poco.

- ¿Está bien? ¿Segura?

- Se le ha vuelto a salir la rodilla, pero es que parece automática. – Dijo con una pequeña risita. – Vuelve a su estado ella sola, por suerte ha sido menos fuerte que la otra vez. Está en tu habitación.

Respiré hondo y fui a la cocina a por un vaso de agua. Bebí mi vaso y llené otro. Cogí algo dulce del armario y subí las escaleras bajo la mirada de mis amigos que más tarde me explicarían qué ha pasado.

Abrí la puerta sin llamar y asomé la cabeza, la vi acostada y entré. Dejé las cosas en la mesita y me senté a su lado cogiendo su mano.

Está preciosa… No puede ser más bonita. Despejé su frente del pelo y deposité un suave beso, no quería que se despertara. Miré su cuerpo, estaba tapada con una sábana, pero puedo ver que aún lleva mi camiseta. Ha estado con ella todo el rato.

Me quedé embobado mirando sus labios, están secos y algo cortados, como siempre. Reí un poco por esto, la muy tonta tiene esa manía, varías veces me ha contado que ha intentado quitársela, pero cuando está nerviosa no lo puede evitar y me pide a mí que cuando la vea hacerlo, le pegue en la mano.

Es como una niña pequeña. Mi niña. A pesar de que somos de la misma edad.

Se empezó a remover un poco. Me quité el jersey quedándome con una camiseta y me fui rápido de la habitación, bajé las escaleras y estaban todos en la cocina. Se me había quitado el hambre, no quería comer nada, solo quiero que se despierte.