Capítulo 35: Llamadas y mensajes interminables.

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Narra Adelia.

Hemos pasado el día viendo los alrededores de la casa y todo esto es más relajante de lo que pensaba que podía ser. Después de mi llantera, Louis consiguió calmarme y entramos a comer. Gracias a todos dejé de pensar en él, y mi estado de humor cambió.

Nos hemos perdido por el campo, hemos encontrado un pequeño lago donde Niall ha tirado a Rosie y detrás de ella ha ido él. Parece que las cosas entre ellos van progresando y me alegro. Me encanta verles juntos. Son los dos tan parecidos, y los dos tan rubios y con ojos azules. De verdad que me gustaría ver como saldrían sus hijos. Pero por Dios, tienen 20 años.

Reí ante mi pensamiento y seguí caminando al lado de Zayn, que pasaba su brazo por mis hombros mientras me acercaba a él para depositar un beso en mi cabeza.

- ¿Te encuentras mejor, no? – Dijo con su adorable acento.

- Sí, gracias.

Zayn es el más tímido de los cinco, pero cuando quiere a alguien puede llegar a ser muy cariñoso. Me alegra que eso mismo me lo dijera él, porque si no ahora mismo estaría flipando por la forma de actuar conmigo.

- Chicos, vamos volviendo, Liam me acaba de avisar de que están llegando. – Avisó a los demás.

Enchufamos una hoguera después de cenar en la parte trasera de la casa. Cogimos sofás de exterior y unas mantas finas y nos colocamos todos alrededor del fuego.

- Todo esto me parece extraño. – Dijo Mich y todos la miraron.

- Esto lo hacíais en la película y ahora estamos nosotras aquí. – Dijo Ros riendo, adivinando el pensamiento de la morena. Reímos todos con ella.

- Es genial poder volver a repetir esto. – Dijo Louis.

- Prometerme que antes de volver a España volveremos aquí unos días. – Dije hacia todos apoyando mi cabeza en el hombro de Niall. Todos hablaron y estaban de acuerdo conmigo.

Pasadas las 2 de la madrugada el fuego empezó a escasear. Yo volvía a estar apoyada en el hombro de mi amigo y mis ojos estaban empezando a dar de sí. Decidí que era hora de irme a dormir. Me levanté y me despedí de todos con un abrazo y un “buenas noches” general. Subí las escaleras hasta mi habitación y rápidamente me cambié de ropa y entré en la cama.

Me quedé durmiendo al instante parece ser porque me desperté ya con el ruido de la puerta por la que aparecía Niall. Se acostó en mi cama y empezó a molestarme tocando mi cara.

- Eres un pesado… pelma, que eres pelma… - Dije riendo y él también se echó a reír. 

- Solo quería ver como estabas, perdona eh…

- Estás perdonado.

- Burra… ¿Cómo estás? – Insistió.

- Estaba bien antes de que llegaras a despertarme, ¿por qué tanta insistencia? Ya te dije anoche que estaba bien.

- Por nada… - Dijo levantándose rápido, pero lo evité cogiendo su brazo.

- Niall, ¿por qué? – Me miró dudoso y suspiró. – Cuéntame.

- No es nada, solo que el día que todo pasó, Harry me pidió que no dejara que estuvieras mal, y que le contara como te encontrabas. – Dijo rápido cual niño al que le obligan a contar algo.

Me quedé allí pasmada. Se preocupa por mí a pesar de que no le dejo aproximarse a mí de ninguna forma. Le pidió que no me dejara estar mal.

- No le digas que te lo he dicho. – Asentí.

Extrañas coincidencias (Harry Styles) Terminada/Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora