Capítulo 5

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Habían pasado unos días desde aquella noche repleta de confesiones y tanto Rick como Kate habían decidido no mencionar nada, pero lo cierto es que desde aquella noche había surgido una especie de entendimiento mutuo y habían pasado de ser unos desconocidos entre ellos a ser algo así como amigos.


Mientras Rick observaba a Kyra, Kate daba un último trago a su café, se quedó mirándole pensativa, recordando algo que su madre le había dicho el día anterior.

- ¿Te has vuelto a cortar el pelo, Katie?—Le preguntó su madre con una extraña mirada en su cara.

- No, ¿por qué lo dices?—Se pasó una mano por el pelo para comprobar que estaba en su sitio. Sonrió ante su propio acto reflejo.

- Estás cambiada…hay algo distinto en ti, pero no logro saber qué es.—Su madre se acercó a ella y la miró como si inspeccionara a un sujeto de pruebas.

- Soy la misma de siempre mamá, deja de decir tonterías y vamos a cenar que papá debe estar preguntándose por qué estamos tanto tiempo en la cocina.—Iba a dirigirse al salón, cuando su madre se puso en medio impidiéndole el paso.

Vale, esto estaba empezando a exasperarla.

- Hay algo Katie, es como si hubieras dejado de estar a la defensiva.—Kate vio claramente que su madre se mordió la lengua para no decir un "por fin" al final de su frase.

- Yo no estoy a la defensiva, no lo he estado, yo…

- Katie, tu padre y yo no queríamos decirte esto porque te conocemos y sabemos que seguramente nos malinterpretarías. Pero hemos estado preocupados por ti—Hizo un movimiento para protestar, pero su madre se lo impidió.—No, déjame continuar, cariño de un tiempo a esta parte trabajas demasiado, casi nunca vienes a cenar e incluso has dejado de lado a tus amigos. Algo cambió el día que dejaste la oficina del fiscal, fue como si te apagaras, pero ahora…ahora veo algo de la vieja Katie en ti y no sé a qué es debido este cambio, pero me alegro, me hace feliz ver que todavía andas por ahí dentro.

Kate tenía un nudo en la garganta cuando su madre terminó su discurso improvisado (o quizás no tanto).

- Mamá, yo…

- No digas nada, cariño. No quiero empezar una nueva discusión contigo, le he prometido a tu padre que haré todo lo posible para que nuestra relación vuelva a ser la de antes y no quiero que nada lo complique. Simplemente necesitaba decirte lo de antes.

- Está bien.

Ese había sido el mayor acercamiento que había tenido con su madre desde que dejó la oficina del fiscal. Fue en aquel momento en el que se percató de que echaba de menos a su madre, sus conversaciones, sus clases de cocina en las que Kate siempre acababa quemando algo y su madre reía por su torpeza. Siempre había tenido una buena relación con ella, pese a las comparaciones, desde pequeña lo único que había querido era merecer el orgullo de su madre. Lo único que había conseguido hasta ahora era alejarse de ella.

- Kate, ¿hola? ¡Kate!

Kate perdió el hilo de sus pensamientos al ver que Castle le hacía gestos en la cara con las manos.

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