- Espo, no tenemos tiempo para una orden judicial, con tu placa bastará.—Le dijo por lo bajo mientras esperaba que el director del banco los dejara pasar.
- Señores, ya pueden pasar.—Les comunicó la secretaria.
Ellos asintieron y entraron en el despacho donde el director los esperaba.
- ¿A qué debo de nuevo su visita, señorita Beckett?
- Soy el detective Esposito, necesito que abran la cuenta de la señorita.—Le dijo sin más miramientos.
- Me temo que eso no va a ser posible, detective.
- Sé que no traemos una orden judicial, pero esto es un asunto de vida o muerte. Si nos permite unos minutos se lo explicaremos y…—Dijo Kate esperando que el director se ablandara, pero el la detuvo con la mano.
- No, no me han entendido, no va a ser posible porque esa cuenta ya ha sido vaciada.
- ¿QUÉ?—Preguntó Kate mirando a Esposito sin creer su mala suerte.
- Si, ayer mismo la vaciaron.
- ¿Cómo? Se supone que hay que tener las dos llaves ¿no? No lo entiendo…
- En realidad había una tercera posibilidad en el contrato, había una tercera persona vinculada en caso de no poder encontrar a las dos principales. Como ha sido el caso.
- ¿Puede decirme su nombre?
- Lo siento, pero…
- Señor, creo que le hemos dicho que esto es un asunto de vida o muerte.
- Mi amigo Castle, el que vino la otra vez conmigo está secuestrado y necesito el contenido de esa caja para liberarlo, por favor entiéndalo.
Vio la sombra de la duda en el director y quizás al fin se estaba replanteando que el caso de un secuestro no podría darle muy buena fama a su banco si aquello salía a la luz.
- Está bien, lo haré.—Tecleó algo en su ordenador.—Esto no puede salir de aquí.
- Si, señor.—Dijo Kate inmediatamente.
- Su nombre es Michael Smith.
Cuando la luz llegó a sus ojos se preguntó a sí mismo qué hora sería, no había podido dormir en todo el tiempo que había estado encerrado. Le dolía todo el cuerpo y apenas podía moverse, estaba seguro que aunque le dejaran la puerta abierta no huiría por cansancio.
- ¡Eh tu, levanta!—Le gritó un tipo de dos metros de altura que se acercaba con muy mala leche hacia él.
- No puedo…—Gimió con dolor.
El matón de dos metros le cogió por los hombros y lo levantó como si fuera un peso pluma, recibió un pinchazo de dolor en su cuerpo por el movimiento pero no se quejó, no quería llamar la atención.
- Vamos, tu novia te reclama.—Le dijo mientras lo empujaba al asiento trasero del coche.
Castle no pasó mucho tiempo en el coche, al parecer el encuentro se había concretado en un lugar cercano a donde le habían encerrado. En cuanto el matón de dos metros le sacó del coche escuchó el grito desolador de Kate.
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Heat cafe
FanfictionComo cada mañana, Castle observaba a su musa desde el Heat Café, pero aquella mañana fue distinta y aunque el no lo supiera todavía, ese nuevo cambio era lo que le hacía falta para volver a reconducir su vida. AU (Universo Alternativo).