Epílogo

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N/E: Parece ser que nuestra querida vencedora vitalicia Sweet_SVU no quiere que tengáis que esperar a mañana para poder terminar esta maravillosa historia, o eso, o que es ella la que no quiere tener que esperar, sea cualquiera de las dos opciones aquí tenéis gracias a ella esté capítulo extra, disfrutarlo. 😘💙😎
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No fue muy difícil divisarla a lo lejos, desde hacía ya algún tiempo tenía ese halo que la iluminaba desde lejos, Castle se sentía, en la medida de lo posible, responsable de que se viera así de bien. Era imposible apartar sus ojos de ella y no era al único que le pasaba, varios hombres se habían girado al verla pasar e incluso algunas mujeres, pero ella ni siquiera se había dado cuenta, eso era quizás lo que la hacía tan especial, el no saber el efecto que producía en los demás.

Cuando entró en el Heat Café su rostro se iluminó con una sonrisa al verle, Castle no pudo hacer otra cosa salvo corresponderle. Seguía sin poder creer que aquella mujer estuviera casada con él después de todo lo que habían tenido que pasar.

- Siento llegar tarde.—Le dijo saludándole con un beso en la mejilla que le supo a poco.

- No importa, Martin me ha estado hablando de las finanzas del Heat Café, ha sido muy…educativo.

- Siento eso, pero ¿lo tienes?—Le preguntó ansiosa y casi se ríe de ella.

- Aquí lo tienes, recién salido del horno.—Le pasó el paquete por encima de la mesa y Kate lo cogió con los ojos muy abiertos.

- La portada es preciosa.—Le dijo tras desenvolverlo.

- Mira la dedicatoria.—Le dijo con algo de nervios.

- Oh…—Tras leerla le miró con los ojos vidriosos.—Es preciosa y…perfecta, Castle.—Se irguió por encima de la mesa y esta vez sí, le besó con ganas.

- ¡Eh chicos, que esto es un lugar público!—Oyó decir a Martin de lejos riéndose.

Kate se separó de él algo ruborizada y Castle aprovechó para robarle otro beso, nunca se cansaría de ella.

- Te quiero Richard Castle.

- Te quiero, señora Castle.—Ella se rió, siempre lo hacía cuando él la llamaba por su apellido de casada.

- Recuerda que en el tribunal sigo siendo Beckett.—Esta vez fue su turno para sorprenderse.

- ¿Significa eso que has decidido volver a la oficina del fiscal al fin?

- Sí, me han llamado a primera hora esta mañana dándome la noticia, estuve a punto de llamarte, pero quería decírtelo en persona.

- ¡Eso es genial, Kate! Me alegro mucho por ti, tu madre estaría muy orgullosa de ver que vuelves allí.

- No debí haberlo dejado, pero…—Le miró con una extraña sonrisa.

- ¿Pero?

- Pero sino no te hubiera conocido ¿recuerdas?

- ¡Mírate, te has vuelto toda una sentimental desde que estás conmigo! Está visto que soy una gran influencia para ti.—Sacó pecho.

- ¡Oh cállate!

- ¿Alguna cosa más que quiera compartir con la clase? ¿Tal vez lo profundamente enamorada que estás de mí?

- ¡A veces eres imposible!

- Eso es lo que más te gusta de mí.

- Sabes que no.—Le dijo con una ceja levantada y con una mirada que no debería darle en lugares públicos como aquel.

Finalmente Castle decidió dejarlo estar y le preguntó cuándo comenzaría a trabajar de nuevo, Kate le contó que debía hacer algunos trámites y que comenzaría la semana siguiente. Eso le dio una idea a Castle, pensó en ir a Los Hamptons para disfrutar el tiempo que les quedaba libre, compartió sus pensamientos con Kate y para sorpresa de él, ella estuvo de acuerdo.

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Les quedaban tres días antes de que Castle se enfrascara en una gira que le llevaría por todo Estados Unidos y antes de que ella misma volviera a trabajar. Se venían unos meses duros para ambos, pero así era su vida ahora y lo cierto es que no la cambiaría por nada del mundo.

Gracias a Castle había descubierto la felicidad en las pequeñas cosas, en despertarse con el olor de un café recién hecho, en quedarse embobada viendo a Castle escribir, en las tardes que pasaban junto a Amy jugando al laser tag, en los baños compartidos, en los ruiditos que hacía Castle al hacer el amor…Kate ya no podía imaginarse su vida sin todo eso, era muy feliz y todo gracias a él, le había enseñado a vivir con la pérdida de su madre, esa que pensó que jamás superaría y que de hecho no lo hizo, pero le enseñó a convertir ese dolor en felicidad.

- Voy a la piscina ¿te apuntas?—Le preguntó Castle sacándola de sus pensamientos. Ella le miró de arriba abajo y se mordió el labio inferior. Castle iba vestido solo con el bañador y su pecho la estaba invitando a dejar todo lo que estaba haciendo y abalanzarse sobre él.

Pero se contuvo.

- Ahora voy, quiero leer un par de capítulos.—Señaló su libro, sí, su libro, porque Nikki Heat era el libro de ambos, allí estaba su historia, camuflada con distintos nombres y lugares, pero al fin y al cabo era su historia.

- No tardes.—La besó antes de irse y ella decidió abrir el libro antes de cambiar de opinión.

Cuando leyó la dedicatoria no pudo evitar pasar sus dedos por ella, sintiendo cada una de las palabras que había puesto Castle. Era simplemente perfecta:

Para Johanna Beckett, por enseñarme que la verdad todo lo vence.

★★★ FIN ★★★

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N/A: Me da mucha pena acabar este fic, le he cogido mucho cariño a los personajes y a la historia, pero no me gusta alargar y creo que es mejor terminar y que la gente se quede con ganas de más, que no terminar y que la gente se canse (o que me canse yo misma).

Cuando la empecé jamás me imaginé que tendría tan buena acogida, me habéis llenado de reviews y me habéis alegrado muchos días con ellas, os doy las gracias por haber leído esta historia y por haberos comprometido tanto con ella. Por mi parte ha sido un placer escribir para vosotros.

Y bueno, no quería terminar sin antes deciros que ya tengo pensado mi siguiente fic que, por supuesto, será también AU, porque adoro los AU, y que no creo que sea tan largo como este, pero luego eso nunca se sabe. Lo colgaré dentro de un tiempo (corto) porque quiero tener la historia bien pensada antes de comenzar, así que espero que os animéis a leerlo también.

¡Un saludo y nos leemos!

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