No otra vez.

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Otros creerían que me pondría a llorar por lo que Akane me dijo y probablemente en el fondo lo estaba haciendo pero no precisamente porque me doliera oír eso sino porque los chicos jamas lo dijeron. Y ahora entendía porque ella me odiaba tanto desde hace tiempo.

  — Pero tranquila, el único que me gustaba es Karamatsu. — Dijo feliz al ver que Karamatsu estaba a su lado. — Aunque eso igual lo arruinaste. Desgraciadamente le gustas a estos seis y es algo que yo jamas pude lograr.

  — Tu sabes porque se cancelo el compromiso contigo. — Contesto Jyushimatsu.  

— ¡Si ya lo se! — Akane soltó mi cara y los vio de frente. — ¡Siempre fui su segunda opción! ¡Porque si ella no podía ser su prometida, yo lo seria y lo fui por un tiempo hasta que ella volvió y ella se volvió la prometida definitiva!

— ¿Donde esta tu hermano? — Pregunto Osomatsu sin dejar de verla con cierto odio. — ¿Sabe todo el show que estas montando por algo que fue de hace tiempo?

— ¡¿Por que si la quieren a ella?! — Grito de repente y al instante ella misma intento tranquilizarse. — ¿Que tiene de especial? 

  — Fácil, ella no es tu. — Respondió Todomatsu, provocando una reacción de odio en Akane.

Akane chasqueo los dedos y aquellas luces que eran apuntadas a ellos, ahora estaban apuntadas hacia mi. 

  — Intente no lastimarla lo suficiente pero ustedes solo hacen que me enoje mas. Si me hacen algo a  mi o Watanabe, haré que solo quede su cuerpo sin cabeza.

— ¿Que es lo que quieres? ¿Que demonios quieres para que la dejes ir? — Ichimatsu estaba por sacar la pistola que tenia detrás de su bolsillo pero al ver que yo era apuntada, lo dejo de hacer.

  — Ella quiere que vuelva a ser su prometido. — Contesto Karamatsu desanimado.  

— Que tontería. — Susurro Choromatsu.

— Depende de ustedes. — Dijo Watanabe. — Si no lo aceptan, ______ se ira con nosotros y la venderemos a cualquier precio al que pague. Es decir, aun con golpes es muy linda para mi gusto.

Sabia que los chicos no tenían alternativa, esta vez habían encontrado su punto débil pero sabia que era mi culpa cuando les mentí. Me lo merecía al final y quizás esta era la forma en que todo tenia que acabar y lo aceptaba totalmente.

— Váyanse chicos... — Les dije ya sin importarme que Watanabe o Akane me golpearan. — Ustedes me dieron los mejores días de toda mi vida y se los agradezco. Solo quería saber por un mínimo momento que era sentirse feliz, y ustedes lo hicieron.

— No linda, no digas esas cosas. — Dijo Karamatsu. — Tu...

— Los perdono por todo lo que dijeron de mi o hicieron, y espero que igual puedan perdonarme si los llegue a lastimar. 

— ______... — Osomatsu parecía que estaba a punto de llorar. — Tu no hiciste nada malo...

— No se preocupen por mi. — Hice un intento por sonreír pero los labios me dolían igualmente.— Me hicieron la chica mas feliz, y les doy las gracias por eso.

Jyushimatsu apretó sus labios intentando no derramar una lagrima.

— Váyanse en cuanto puedan. — Les ordene. — Si realmente me quieren como me lo dijeron, váyanse y déjenme.

El nudo en mi garganta estaba a muy poco de que soltara un llanto frente a ellos. 

Watanabe y Akane miraban la escena con desagrado.

Comprometida con seis mafiosos. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora