Horrible.

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  — Tal vez deberías ponerte hielo. — Propuso la madre preocupada por su hijo, quien el pómulo cada vez se veía peor.

  — No te preocupes madre... — Continuo comiendo.

— ¡De verdad lo siento mucho Karamatsu! — Volví a disculparme por veinteava vez y es que el golpe cada vez se le veia peor. 

  — Ya te dije que no te preocupes hermosa. 

— ¿Hermosa? — Recito otra vez sus hermanos dejando sus vasos de agua y cubiertos en la mesa.

— Ow así me solía decir su padre cuando eramos novios. — Recordo Matsuyo con sus dos en manos en sus mejillas.

  — Papa nos dijo que jamas se pusieron un apodo entre ustedes. — Dijo Todomatsu. 

  — ¿Ah no? Entonces fue otro de mis novios pero no digan nada. 

Esa mañana Matsuyo parecía muy feliz, mas de lo normal a mi parecer. No sabia cual podria ser la razón pero tenia en cuenta que podría ver con sus seis monstruos, quienes comían como unos salvajes esa mañana. 

  — Se levantaron con mucha hambre hoy, ¿Eh? — Kyousuke intento hacerse notar pero los seis estaban ocupados comiendo.

— Déjalos, hay veces que prefieren comer que escuchar. — Le explico dulcemente Matsuyo.  

Creerán que no estaba molesta por el relajo de anoche y si, y podía estarlo pero no podía estarlo con ellos, fue la primera vez que sentí que ellos no tenían culpa de nada y claro, tampoco yo la tenia. Era agradable tenerlos de vez en cuando como tus prometidos... Por el momento.

  — Por cierto hermanita, no te pregunte algo.

Mire a Kyousuke y note que estaba viendo mi cabello corto. Demonios, nadie sabia en realidad que me habia pasado y no era muy buena mintiendo, empece a sentirme un poco mal en ese instante pero lo pude superar.

— ¿Que cosa? — Miraba mi plato para no contestar lo que estaba por venir.

— ¿Por que te cortaste el cabello como un chico?  

Los chicos también sintieron curiosidad al ver como ponían los cubiertos en el plato y dejaban de comer poco a poco. Matsuyo estaba enterada pero no en su totalidad, le había dicho que me habían pegado un chicle y que me lo corte por mi misma sin embargo en ese momento mi sinceridad estaba puesta a prueba por esos ocho rostros, esperando una respuesta mía.

  — Unas chicas malcriadas le pegaron una goma mascar y trato de cortárselo por si misma pero  tuve que ayudarla yo. — Contesto Matsuyo aun molesta de solo recordar como habia llegado con un desastre en la cabeza.

  — ¿Eh? ¿Por que nunca nos dijiste, ______? — Me pregunto Choromatsu sorprendido.

— Dinos los nombres de esas chicas o como lucían. — Pidió Todomastsu tomando ya cartas en el asunto rápidamente.

Todos empezaron a hablar y a proponer cosas para que las responsables pagaran lo que me habían hecho, incluyendo a Matsuyo y Kyousuke quienes parecían mas afectados que los otros seis de la mesa.

Me levante de la mesa y todos se callaron al instante.

  — ¡No te preocupes, si contigo fuimos cruel con ellas seremos mas! — Me dio ánimos Osomatsu a su manera.

— No es cierto. — Dije. — Eso en realidad no me paso.

  — ¿Como? — Preguntaron al mismo tiempo Matsuyo y Kyousuke.

Comprometida con seis mafiosos. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora