Zayn Malik

Misma mierda día diferente.

Capítulo 5.

-¿Porque no te fijas por donde caminas? ¡estorbo!

Levante mi vista lo suficiente para ver el rostro de la persona que me estaba insultando y dedicarle una fría mirada. Una mirada de desprecio pasó por sus ojos directo hacía los mios para después seguir caminando. Bajé de nuevo mi vista y moviendo mis pies me encamine hacia el salón del profesor Archiendi que impartía la materia de Historia. Posando mi mano sobre la puerta de frío metal me prepare para entrar a aquella celda. Aprete más el tirante de mi mochila y con un profundo suspiro presione sobre el metal blanco para dar pasó a un aula llena de chicos y chicas que no paraban de hablar.

Sin tomarles importancia me moví entre la 2 y 3ra fila para ir directo hacia mi asiento, después de avanzar 6 butacas sentí una presión momentánea pequeña sobre ni nuca, toque aquel lugar sintiendo algo blanco y pegajoso, tomándolo en mis manos lo puse en mi campo de visión para darme cuenta que aquel objeto era una bola de papel masticada. Varias risas comenzaron a hacerce presentes cuando seguí caminando, sintiendo mas golpesitos en mi nuca.

Baje mi mochila hasta el lado izquierdo de mi butaca y una vez preparada para sentarme una presión aun mayor golpeo mi ojo izquierdo llenando mi mejilla y cabello con una sustancia blanca y resbalosa, metí mi mano en mi mochila para sacar uno de mis tantos pañuelos que siempre llevaba conmigo, lo pase por mi pelo, ojo y mejilla quitando todo rastro de leche agria. El maestro entro intentando callar a todos los alumnos que estaban muertos de risa por la broma que habían presenciado. No podía decir que estaba enojada por eso, mi cara de indiferencia y mi postura rígida siguieron conmigo hasta mucho después, que me hicieran una "broma" no era motivo para enojarme a estas alturas, de hecho ya nada lograba enojarme, día tras día era lo mismo, "La misma vieja mierda pero un día diferente". Levante mi vista hacía la pizarra donde un profesor harto me miraba y comenzaba a escribir, ¿porque todos los profesores me veían así? yo no hacía que me odiaran, a ellos les nacía hacerlo y eso no lo podía controlar porque para ser sincera no tenía ni idea de la raíz de su enojo.

La secundaria había sido dura pero no pasaba de unos simples insultos o chocadas de hombros, pero la preparatoria era algo totalmente distinto, en este punto cualquier atadura que habían tenido tiempo atrás se había desvanecido como humo en el aire. Las bromas no era lo único que sufría, tambíen tenía que lidiar con golpes, desprecio y un sin fin de cosas más que se les ocurriera hacerme o decirme.

-Hey zorra ¿hiciste la tarea? -dijo una voz a mi lado -¡Te estoy hablando!

-Señor Mirjoz ¿qué es lo que platica con su compañera Lucia que resulta ser más importante que mi clase? -dijo el ridículo viejo bigotón que tenía por maestro, estúpido yo ni caso le hacía y siempre tenía que ser regañada.

-Oh lo siento señor Archiendi, no fue mi inteción interrumpir su clase yo solo le estaba diciendo a mi compañera Lucy que olvido su sosten en mi cuarto por 3ra vez en la semana -dijo con una sonrisa y tono de orgullo haciendo que todos comenzaran a reír de nuevo.

Gire mi rostro sin ninguna expresión hacia él para recibir un guiño que más allá de ser un gesto coqueto era un gesto de "me encanta hacerte sentir miserable" y aunque no lo demostraba sus intenciones rendían frutos en mi interior.

-Seguro es de alguna de tus putas -dije con indiferencia.

El semblante de Eduardo cambió al instante en que escucho un "uhh" proveniente de todos alrededor, me gire con la vista de nuevo hacía el frente decidida a no decir una palabra más. Una risa diabólica salió de los labios de aquel chico asiéndome saber que la pagaría por abrir mi boca.

-Oh Lucy cariño ¿no recuerdas que estabas borracha y te metiste en mis sabanas ayer? aunque claro de tantas veces que lo haces ya hasta ni sabes donde terminas -dijo con una sonrisa enorme haciendo estallar al salón en otra carcajada aun mayor.