Zayn Malik

Condescendencia.

Capítulo 19.

Tomé el sueter del casillero ya que estaba frio afuera, metí mis llaves, celular y cartera en mi bolso y me dispuse a irme del restaurante.

-Hey Lucy -me llamó una de las chicas de la caja.

-Hola Carmen -la saludé.

-¿Ya te vas tan rápido? -preguntó mirando mi bolso.

-Bueno, ya salimos.

-Si, pero podríamos ir a algún lugar ¿No te parece?

-¿A un lugar?

-Si. A un... Lugar -sonrió.

La miré detenidamente ¿Me estaba invitando con ella?

Bueno, eso era algo difícil de creer ya que apenas y cruzabamos palabras.

-¿Si o no? -inquirió.

-¿A qué hora...?

-Olvida la hora Lucy. ¿O qué?¿Acaso tu Mamá aún te controla? Ya tienes 18.

-Casí los cumplo. Aún faltan algúnos meses.

-Da igual ya estas tocando la puerta de la libertad, da igual si te metes un ratito o no.

Volví a mirarla. No tenía ningun problema por mi madre ya que según ella se iría a un casino a jugar con una amiga que se había hecho en las clases de Yoga pero Carmen no me daba confianza, empezando por sus diversas perforaciones, siguiendo por sus estrafalarios tatuajes y terminando por el monton de delineador y labial negro en su rostro (sin contar la enorme melena que hacía pasar por pelo). En pocas palabras toda una chica perdida.

Jorge me había contado que varías veces Carlos la había descubierto fumando hierba aquí en los vestidores y que incluso, si pasas por la puerta trasera en la hora de su descanso podías verla fumandosé un cigarro o metiendosé alguna otra droga hasta dejar sus ojos realmente rojos.

Ahora no sabía porque me invitaba, era evidente que su tipo de diversión no aplicaba para mí pero no quería decir que no, no por no querer ir , si no por que me daba cierto temor de que si rechazaba su invitación pudiera ofenderse y hacerme algo. Las personas con esa fachada siempre tienen muchos amigos, amigos que saben usar muy bien las armas punzantes o mortales y no quería arriesgarme. Ya tenía suficiente mala suerte en mi vida.

-No tengo tu tiempo Lucy -reclamó.

-Bien iré.

-Juju, nos vamos a divertir ya verás -gritó pasando su brazo por mis hombros y sacandomé del lugar.

Bien, espero que no pasé nada malo.

Una vez afuera un chico reposaba sobre una moto mientras fumaba lo que parecía un cigarrillo, soltandomé de los hombros Carmen corrió hacia ese tipo y sin más lo beso en los labios. Dandoles espacio miré hacia otra parte.

-Amor te presento a mi nueva amiga Lucia Martel -me señaló con ambas manos.

-Molter -le corregí bajo -es un gustó -levanté mi mano saludando pero aquel chico solo me miró, giró hacia Carmen y rió.

-¿De dondé la sacaste? -preguntó causando que Carmen riera.

-No es tan mala como crees -le guiño.

¿A que se refería eso?

-Sí, sí da igual. Suban -señaló tras de él.

Un poco asustada subí rápido en la parte de atrás. Increiblemente cabíamos los 3 y arrancando el motor el viaje empezó.