Zayn Malik

La historia de mi vida.

Capítulo 16 {segunda parte}.

Un segundo en el reloj del tiempo puede ser eterno, el tiempo es solo parte de nuestra imaginación, cosas que él hombre creó para esclavisarse más. Pero a la vez puede resultar hermoso y placentero al igual que frio y desagradable.

Llevo 5 años cuestionandome ¿Qué pude haber hecho en mi otra vida para merecer esto? pero nunca eh podido saber la razón , y sinceramente creo que jamás la sabré.

Dolor, llanto, mucho mucho llanto es lo que ha ocupado mi agenda desde aquel entonces. ¿Qué esperar de una chica tan desagradable? es por eso que cuando camino por los pasillo siempre siento las miradas de todos exáminandome tal cual bicho subnormal.

Ellos creen que yo no lo sé o quizá lo ignoro pero la verdad esque cada palabra suya me lástima, por más que me oculte tras una mascara de seriedad que me sirve de protección ante el mundo, escuchar sus insultos y aguantar sus bromas y diversiones es como clavarme una navaja y abrir hasta desangrarme.

¿Hay algo mál con mi rostro?¿Tengo un tercer ojo o caresco de uno? De hecho no recuerdo muy bien porque fue que empezó todo esto... creo, creo que fue por... por... Zayn. Si, justo cuando lo conocí aquel hermoso día de paseo en el parque, mm parque ¿Cuál había sido? oh si, justo en el parque en el que vi aquellos niñitos.

Supongo que me odiaron por tener un amigo espectacular, que por alguna razón nunca llegarón a conocer apesar de que la mayoria del tiempo estaba conmigo pero claro, como siempre tienen que dar mierda a tu vida y destrozarte tus sonrisas.

Recuerdo que en 4to grado de primaria todos decían que era una loca desquiciada y que debería estar en una clínica para enfermos mentales, tan pequeños y ya lástimandome. Eso llego hasta cierto punto en que hasta la maestra lo creyó y un día, sin haberme dado cuenta alguna, ella citó a mi madre solo para decirle que conocía un muy buen phsicológo que me ayudaría mucho con mis desordenés y alucinaciónes.

Muy obediente mi madre me llevo porque, aun que me lo niegue yo sabía que ella tambien pensaba lo mismo, todos estaba en contra de mi amistad con Zayn y eso los hacía ser unos celosos para mí porque jámas encontrarian un amigo como él. La señora de cabello rojizo y lentes con demasiado aumento me dijo ese día algo que nunca olvidaré... "Tu soledad por falta de socializacion te orilla a crear una amistad en la cual puedes sentirte libre y felíz porque al no existir esa persona no te preocupa el tener experiencias negativas por terceras voces. Lucy, debes entender que la vida es conocer y vivir y lo que tú te estas haciendo solo te provoca mal, y por consiguiente solo obtendras daños. Entiende; entiende, razona y cambia Lucia... antes de que sea tarde."

Ese día juré mandar al demonio a todos los que pensaran mal de mí, pero contra todos mis temores y tristezas llego un año en que entendí a la perfección porque yo era la única que veía a Zayn.

Tal y como la señora pelirroja lo había dicho, él era solo un producto de mi imaginación... mi amigo imaginario.

Pero lo que más me resultaba sorprendente esque se sentía tan real, tocarlo, verlo, todo era malditamente real y no lograba comprenderlo. Así que decidí guardarme aun más a Zayn y derrepente deje de hablar de él, legando a un punto en el que algunos me preguntaban si le había pasado algo, claramente con la negra intención de corroborar que seguía, según ellos, estando desquiciada.

Mis años después fueron empeorando ya que muchos hablan de mí como si de un fénomeno nunca antes visto se trataba y así creciendo, de poquito a poquito, mi reputación de enferma mental se dío a conocer por todos ayudando a alimentar a los lobos hambrientos. Dando paso a insultos y agresiones que con el tiempo acune.

Entonces eso me regresa de nuevo aquí y mi aun desquiciada cabeza, saben, estoy casi segura que hasta a una verdadera enferma mental la tratan un millon de veces mejor que a mi.

Volteó a ver el hermoso y bien esculpido perfil de Javadd preguntandome ¿Porque el no es un lobo? Hasta ahora se ha comportado como una verdadera oveja conmigo y ese trato y valoración me hace querer darle todo en agradecimiento.

"Después de la calma viene la tempestad Lucia"

¿Tendría tempestad?¿Podría mi madre tener razón? No lo sabía porque en la mayor parte de mi vida siempre fue dar un mal paso, y ahora no me creía el poder caminar bien.

-No me gusta cuando las mujeres piensan mucho, en especial cuando no hay expresión alguna en su rostro.

-Bueno, hay muchas dudas para mí y sinceramente me gustaría contar con que me ayudarás a resolverlas.

Muy lentamente Javadd termina ppr expulsar el humo de su 3er cigarro y con un leve impulso lo tira hacia el frente ocasionando que caiga a unos cuantos metros de donde estamos sentados. Aun veo una tira delgada de humo desprenderce de la colilla.

-Bien -contesta pasando su brazo tras mi espalda -¿Cualés son esas dudas?

Me muerdo en labio con mucho nerviosismo, muchas otras dudas entran en mi cabeza. Y esque no quiero que me deje, no se como explicarlo que estar con Javadd me hace sentir con un proposito de nuevo. Pero decidiendo arriesgarme junto mis manos en un gesto de inseguridad.

-¿Porqué... -alargó formulando la pregunta -¿Porqué estamos aquí?

No comprendiendo Javadd me mira de reojo y puedo ver al otro lado de su cara como lentamente levanta su ceja.

-Pues porque es un bello lugar -sentencia mirando los alrededores.

-No -me aclaro el pensamiento -Quiero decir que porque estas aquí? ya sabes... conmigo.

¿Me habré expresado? Su rostro de confución salta a la vista y después de solo unos segundos vuelve a relajarse y una pequeña risa asalta el lugar.

-¿Es una pregunta capsiosa? -ahora soy yo la que fruncé el ceño, oh cielos sigue sin entender -¿Es un tipo de prueba o algo por el estilo?

Otra risa corta salé por su boca. Froto mi rostro alejando la frustración.

-¿Pasa algo Lucy?

Rió amargamente al sentir mis ojos arder, esperando a romperme Javadd se incorpora en el asiento captando todos mis movimientos.

-Lucy... ¿Estas bien?

Negó rotundamente y sintiendo sus brazos a mi alrededor me desplomo en su pecho sin verguenza alguna.

Dios no se equivocó al hacerme mujer.

-Tranquila nena, desahogate -me alienta dandomé pequeña y muy reconfortantes palmadas en la espalda.

Podría morir de esta manera las veces que fueran necesarias para renacer.

-No lo entiendo Javadd -me retuerzo logrando levantar mi rostro -¿Que haces tú con alguien como yo?

Miró sus bellos ojos color moca, siempre me han despertado el pensamiento y la duda ¿Los habría visto antes? supongo que en algúna otra persona.

Un brillo de comprension asalta sus ojos ¡al fin lo ha entendido! Observó más de cerca impregnandomé de su belleza pero noto que aquel brillo desaparece sando paso a una emoción que me tuerce muy dentro.

Lastimá, justo lo que no quería.

-Lucy... -corta sin saber que decir.

Lo sabía, Oh ¡Porfavor si era más que evidente! que estúpida.

Incorporandomé también deslizo la chaqueta de Javadd por mi hombro aspirando por última vez su embriagante olor. La deposito en su regazo y le agradezco el haberse tomado la molestia de cargar conmigo estos días. Y sin más salgo por una de las puertas de la hermosa sala de cine.

Quiero llorar, quiero llorar hasta dejar de sentirme torpe, pero si de alguién es la culpa es mía. Apreció demásiado la noble actitud de Javadd pero no me parece el que me haya tomado como su caso de caridad.

Por el rabillo del ojo miró hacia atrás y con el corazón aun rompiendose veo lo que simplemente acreedita mis sospechas.

Javadd no me siguió.