Morir para vivir.

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Capítulo 17.

Entré por la segunda puerta de la preparatoria, sacudiendo mis botas en el marco de la entrada cerré mi paraguas y moviendolo un poco lo metí en una bolsa que después eché a mi mochila.

Caminando a paso rápido me quité mis audifonos al momento que reventaba la bomba de chicle que acababa de hacer. Mi pantalón estaba tan mojado que hacia temblabar mis piernas de frio, sintiendo un golpe en el hombro retrocedí.

Pelo rubio, ojos verdes y simplemente hermosa, Megan Welles que con una mueca de disgusto se alejaba rápidamente de mi. Agradeciendo eso seguí hasta entrar al salón de Derecho.

-Llega tarde señorita Molter.

-Disculpeme señorita Ivanov.

-Solo toma tu asiento Lucía -dijo voltendose de nuevo al pizarrón.

Asintiendo a su espalda miré el salón completo antes de caminar justo hasta el fondo de este, como siempre lo hacia.

5 butacas más tarde un golpe seco sonó en el aula, como si hubieran golpeado algo blando. Tardando en percatarme un ardor apareció en mi trasero y al voltear un chico castaño me guiñó el ojo.

Cansada y triste solo reanudé mi caminata hasta la última fila escuchando a mi paso los comentarios de los demás. 

-Bien, bien hoy tendremos una clase muy interesante porque eh decididó hacer un proyecto -explicó la maestra paseando la plumas por la lista.

Murmullos y quejidos aparecierón al instante por parte de todos, deteniendo la plumas en 2 ocasiones la maestra sonrió muy complacida.

-Sofía Fray y Tomas Colman -nombró haciendo que los dueños se pusieran de pie -Bien, Uno de ustedes dos venga.

Dudando un poco Tomas se movió mirando de reojo a Sofía. Sacando una caja de su escritorio la maestra la extendió frente a ella indicandolé a Tomas que tomara un papel. 

Examinando tomó uno recibiendo las ordenes de que tenía que abrirlo.

-VI. Padecer sifilis, tuberculosis, o cualquiera otra enfermedad crónica o incurable que sea, además contagiosa o hereditaria, y la impotencia incurable que sobrevenga después de celebrado el matrimonio -finalizó mirando el papel.

Varias miradas de confusion y una que otra risita aparecieron en el salón. Cambiando de posición Sofía habló.

-¿Qué significa eso?

-Esto -señaló la profesora al pedazo de papel -Es una causal de divorcio.

-¿Y eso significa? -alagó Tomas aún confundido.

-Significa, señor Colman, que usted y la señorita Fray tendrán que divorciarse porque uno de los dos ha estado arrugando sabanas ajenas.

Apreté los labios ante las ganas de reír, Tomas dirigió su mirada a Sofía y antes de poder hablar esta le interrumpió.

-Serás tú.

Contenta, la maestra les pidió que tomaran asiento mientras tomaba la lista de nuevo y llamaba a más personas.

Esperando por la hora de salida me dediqué a ver por la ventana. Varias gotas resbalaban y un tono grisaceo se veía por todo el cielo dando al día un aspecto muy triste.

Tallé mis manos en mi sueter pensando en el sabado pasado. Una corriente fria entró por una de las ventanas haciendome incorporarme.

La maestra aún seguia nombrando parejas por lo que aproveché para cerrar la ventana.

Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora