Fiestas de perdición.

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Capítulo 25 {primera parte}.

-¡Oigan oigan! -llamó Megan sonriendo.

-¿Qué pasa? -pregunté mordiendo mi manzana.

¿Ahora que sería? Me recargué en el asiento acomodándome mejor, a mi izquierda Javadd estaba recargado de igual forma en silencio viendo hacia Megan.

-¿Qué tal si vamos a una fiesta? -preguntó emocionada.

Mm... No.

Arrugué la nariz desaprobando eso, riendo por mi reacción Javadd me miró divertido apretándome una mejilla causando una mirada de enojo por parte de Megan.

Quitándole la mano le señale con los ojos hacia la rubia, captando mi señal retiró su mano aun con una sonrisa. Esto no me causaba gracia, bueno no cuando yo estaba involucrada.

-No creó que sea el ambiente de Lucy -protestó mirándonos a las dos.

Soltando una mueca más Megan se acercó a Javadd.

-Bueno, quizá podríamos ir tu y yo -dijo sonriente tomando su brazo.

Javadd miró su mano antes de voltearla a ver. Una sensación rara me hormigueaba en el pecho, apreté mis manos y me giré hacia otro lado. Prefería no ver eso, sin saber porque afloraba esa sensación en mi pero estaba segura de que no me gustaba para nada. Me hacia sentir incomoda.

-No ire sin Lucy -dijo Javadd.

La expresión de Megan cambio volviéndose seria. Apretó la mandibula y se retiró un poco de Javadd, me dedicó una mirada que no supe decifrar antes de volver a sonreir. Estaba segura de que esa sorisa era de pura hipocresia, yo sabia que si Megan se juntaba conmigo no era por ser buena gente. No, lejos de todo eso habia algo oculto y estaba empezando a creer que ese algo tenia el pelo oscuro, perfil perfecto y unos bellos ojos cafes.

Bajé la mirada suspirando, de todas formas no tenia nada de que enojarme, Megan era hermosa, su bello pelo rubio-castaño, sus ojos verdes, su piel dorada, su cuerpo escultural y su sonrisa de comercial para pasta de dientes. Yo no tenia ni la mitad de la gracia que ella poseía en el dedo pequeño ¡Ya ni hablar de todo su cuerpo! Yo simplemente no tenia oportunidad, era torpe, era fea, y mi sonrisa no enamoraba a nadie.

Y entendía perfectamente que le llamara la atencion ¡Maldición! Cualquier chica con ojos caeria enamorada frente a él ¡Era malditamente perfecto! además, yo no era su tipo. Él claramente era un chico libre, con ganas de vivir la vida al extremo. Era claro que no era hombre de una sola mujer, de hecho, millones de veces mientras yo estaba acostada en mi casa lo imaginaba entrando a esos antros nocturnos y saliendo con varias muchachas en cada brazo. No me molestaba o simplemente me reprimia el enojarme porque él merece una chica muy bella.

Algo que ni en un millon de años yo lograria.

-Claro vayan ustedes -dije sonriendo tristemente.

No podía encadenarlo a mi aburrimiento. Megan soltó una sonrisa verdadera girando hacia Javadd, este me miraba confundido.

-Ves, Lucy no tiene inconveniente -dijo alegre.

Javadd la miró y dedicandole una sonrisa se puso de pie, se acerco a mi depositando un beso en mi frente, sonriendole giró hacia Megan de nuevo y dijo:

-Sin Lucy no iré.

Apreté los ojos sintiendome mal, sabia que lo hacia por que me tenia lastima. ¿Por que más? Seguro porque era una chica rara que nunca hacia nada, miré como su espalda desaparecia de la cafeteria. Suspiré encarando a Megan que con una mirada molesta comia sin quitarme la vista.

Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora