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Lunes.

Camila caminaba a pasos torpes hacia la entrada de su nuevo instituto sintiendo su estómago revolverse y las manos sudorosas.

Hace unos días se había enterado que no conocía a ningún estudiante de su grupo, al contrario de sus ex compañeros que también asistirían en ese colegio. Todos tenían al menos un conocido en su aula, excepto ella.

Llegó a la puerta y pasó con la mirada baja a lado de un hombre robusto y mirada seria, soltó un suspiro al llegar al patio principal pero hizo una mueca al darse cuenta que no sabía dónde estaba su salón.

Después de unos cinco minutos lo encontró. Entró tratando de ser sigilosa pero para su desgracia los pocos alumnos que estaban ahí notaron su presencia, avergonzada por tener la mirada de todos en ella Camila agachó su cabeza y caminó a la segunda fila de pupitres, sentándose en el primero y quedando casi frente al escritorio del profesor.

Dejó su mochila en el suelo y sacó su celular abriendo la aplicación que normalmente usaba para leer.

-¡Mila! -levantó la mirada extrañada por escuchar su nombre pero sonrió al ver a Nick y Ally, ex compañeros de la secundaria, en la entrada de su aula viéndola con una sonrisa. Sin pensarlo dos veces bloqueó su móvil y corrió hacia ellos.

-Hola. -los saludó dando un beso en la mejilla de Ally y abrazando a Nick.

-¿Cómo te sientes? -preguntó Nick con una sonrisa.

-¿Sinceramente? -preguntó Camila recibiendo una respuesta afirmativa de su mejor amigo.- Nerviosa y con miedo.

-¿Por qué? -preguntó esta vez Ally con su característica dulzura.

-Tengo miedo de no ser aceptada por mis compañeros, no conozco a nadie y nadie me conoce a mí. ¿Y si nadie quiere ser mi amigo o amiga por cómo soy? -respondió la castaña bajando la mirada.

-Estaremos nosotros contigo. -aseguró Ally con una sonrisa.

-No es lo mismo, Ally, -murmuró Camila sin levantar la mirada.- ustedes están en otro grupo, con Víctor. Yo estoy sola.

-Mira, Camila, -habló Nick con voz autoritaria haciendo que Camila levantara la cabeza y conectara su mirada con la del más alto, este tomo sus hombros y se agachó un poco para hacer más fácil el contacto.- Eres una chica fabulosa, ¿entiendes?. Tal vez al principio te sea difícil socializar por tu timidez pero créeme que cuando menos te lo esperes serás amiga de todo el grupo. Si te hacen algo por conocer quién realmente eres entonces yo mismo los pondré en su lugar. Eres mi mejor amiga, mi hermana, y no quiero verte así ¿vale? -Camila asintió con una sonrisa y se lanzó a los brazos de su amigo, el más alto gustoso aceptó la muestra de afecto.

-Te quiero. -susurró Camila.

-Yo más, pequeña. -dijo Nick de vuelta.

-Basta, me harán llorar. -ambos se separon riendo por el comentario de Ally, sonrieron al darse cuenta de que la más bajita tenía sus ojos cristalinos.

La castaña volteó a ver su aula y se dió cuenta que ya estaba casi llena, lo que significaba que debía entrar ahora mismo. Con un suspiro volvió a mirar a sus amigos.

-Debo entrar. -murmuró sin una pizca de felicidad en su voz.

-Nosotros también. -dijo Nick echando una rápida mirada al aula de al lado.

-¿Qué te parece si pasamos a buscarte en el descanso y almorzamos juntos? -opinó Ally haciendo que a Camila le brillaran los ojos y volviera a sonreír.

-Está bien. -asintiò Camila.

Después de despedirse entraron a su grupo correspondiente. Camila volvió a bajar la mirada al sentir a muchos más pares de ojos en ella y corrió a su pupitre, desbloqueando su móvil y retomando su lectura.

Me enamoré de ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora