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-Soy Dinah, ella es Lauren. -sonrió la rubia.

-¿Lauren? -Nick volvió a clavar su mirada en la de Lauren. Dinah percibió un leve temblor en las manos y piernas de su amiga. -Lindo nombre y... lindos ojos. ¿Verdes? ¿Azules? ¿De qué color son exactamente?

-Yo... uh... No lo sé, todos dicen que cambian de color según... según mi estado de ánimo. -balbuceó Lauren recibiendo otro golpe en las costillas. -

-Wow, tal vez por eso sean tan lindos. -murmuró Nick sin apartar la mirada de los ojos de Lauren.

-Gra... gracias. Tambien tienes unos... lindos ojos. -volvió a balbucear Lauren con las mejillas sonrojadas.

-Nicolás, deja de coquetear y vámonos. -rogó Víctor.

-No me digas Nicolás. -le regañó el más alto.

-Así te llamas. -espetó Ally con burla. El rubio le enseñó la lengua a Nick logrando que el pelinegro gruñera molesto, volviendo a sonreír al regresar la mirada a las chicas, específicamente a Lauren.

-Nos vemos, chicas. -se despidió sin dejar de sonreír y mirar a Lauren.

Víctor rodó los ojos y tomó el brazo del ojiazul y se lo llevó arrastrando con Ally empujando la espalda del más alto.

-Nicolás. -rió Dinah cuando el antes nombrado y sus amigos se habían ido. -Vaya nombre para un chico tan guapo. -se burló.

-Oh, cállate. -gruñó Lauren molesta.

-¿Qué harás hoy? -preguntó Dinah.

-No lo sé, tal vez deba ayudar a papá a cuidar a Taylor y ordenar la casa. Cómo el resto de la semana. -suspiró.

-¿Aún no regresa Clara? -Lauren negó.

-¡Dinah! -ambas levantaron la mirada hacia la acera, dónde estaba aparcado el coche de Milika, la madre de Dinah.

-Hola mamá. -Dinah se levantó y colgó su mochila en sus hombros, luego se giró hacia Lauren que agitaba su mano de un lado al otro en dirección hacia la madre de su amiga. -¿Quieres que te llevemos a tu casa?

-Uh, no lo sé. ¿Tu madre está de acuerdo con eso? -Dinah soltó una carcajada.

-Claro que sí, tonta. -la tomó del brazo y la jaló hasta dónde estaba Milika. -¿Podemos acercar a Lauren a su casa?

-Por supuesto. Hola Lau. -Milika sonrió mientras su hija y la pelinegra entraban al auto. Dinah de copiloto y Lauren detrás de ella.

-Hola Milika, ¿Cómo has estado? -preguntó Lauren amablemente.

-Hecha un caos. Parece que Regina y Seth se han puesto de acuerdo para hacerme enloquecer. -dijo poniendo en marcha el auto.

-¿Quieres tener dos hermanos más, Lau? Tal vez quieran vivir contigo. -murmuró Dinah.

-No gracias, tengo suficiente con los míos.

Así pasó el corto viaje, entre charlas y risas. Al llegar a la casa de la ojiverde, esta se despidió de Milika y de Dinah y caminó por el jardín hasta la puerta de su residencia. Nada más entrar se llevó una sorpresa..

La sala estaba impecable, en la cocina no había trastos tirados y no había una olla botando todo lo que tenía dentro. Tampoco se escuchaba el llanto de Taylor.

Subió rápidamente las escaleras y aventó su mochila a su cama nada más entrar a su habitación, con la misma rapidez volvió a bajar y salió al patio trasero. Ahí estaba su padre asando carne, vestido solo con un pantalón corto y Chris corriendo alrededor de la piscina persiguiendo a Taylor, ambos riendo a carcajadas y en bañador. Y, sentada tomando el sol, estaba Clara, su madre, con un vaso de refresco en la mano y vistiendo un bikini rosado, hablando animadamente con Mike.

Lauren se quedó estática sin saber cómo reaccionar. Estaba viendo a su madre después de casi dos años. Sin darse cuenta ya estaba soltando lágrimas silenciosas. Chris dejó de correr para tomar un poco de aire y fue cuando se dió cuenta de la presencia de su hermana mayor. Con una gran sonrisa levantó su mano y le gritó a su hermana.

-Hey, Lauren. -saludó. Sus padres dejaron de hablar y la miraron, Mike con una sonrisa y Clara la veía sorprendida y feliz. Sus ojos empezaron a humedecerse hasta soltar lágrimas. Se levantó y se acercó lentamente a Lauren.

-Ma... mamá. -susurró Lauren cuando ya tenía en frente a su madre. Se lanzó a sus brazos y lloró desconsoladamente en su hombro.

-Mi niña. -dijo Clara acariciando la larga melena negra de su hija. Igual que Lauren estaba llorando. Padre e hijo intercambiaron miradas felices al ver la interacción de ambas mujeres.

Duraron unos minutos más abrazadas hasta que Mike avisó que la carne estaba lista. Después de que Lauren fuera a cambiarse su uniforme por un bañador, comieron, jugaron en la piscina y se fueron a dormir.

Clara tuvo que viajar al otro lado del país hace más de año y medio porque uno de sus primos había enfermado. Ha estado unos meses los doctores habían informado que la enfermedad que tenía había avanzado notablemente y ya no había nada más que hacer, sólo esperar. Desgraciadamente murió hace un mes. Clara había insistido en que Mike y sus hijos se quedaran por el colegio y el trabajo de sus esposo. Una señora iba a ayudarlos en las tareas del hogar hasta hace una semana, simplemente dejó de ir sin avisar entonces Mike tuvo que hacerse cargo de cocinar, limpiar y cuidar a Taylor. Todo al mismo tiempo. Siempre terminaba hecho un caos. Pero ahora Clara regresó y ahora todo estará bajo control, al menos en la limpieza y cuidado de la casa.

Me enamoré de ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora