Viernes.
El resto de la semana fue igual que el primer día. Camila seguía sin hablar con nadie que no fuera Nick, Ally o Víctor, mismos con los que se iba en los descansos. Le era difícil realizar algunas actividades en clases ya que no las entendía muy bien y por sus nervios de entablar una conversación con sus compañeros y profesores no podía resolver sus dudas así que Nick se ofreció a ir todos los días a la casa de la morena para repasar sus apuntes después de clases.
Como cada día, Camila esperaba a sus amigos sentada en una banca afuera del instituto, justo en la entrada, por haber terminado sus clases primero. También como todos los días tenía su mochila sobre sus piernas, su móvil entre sus manos y su mirada fija en él, obviamente leyendo.
Una persona desconocida para ella, o eso creyó, se sentó a su lado, muy cerca y logró ponerla nerviosa. Sus manos empezaron a sudar así que tuvo que bloquear su celular y guardarlo en su mochila. Se removió incómoda y fue cuando percibió el perfume de la, ahora conocida, chica junto a ella.
-Ese aroma- pensó Camila cerrando los ojos un momento. -No puede estar pasando. No, no, no.
-Hola. -saludó la chica tranquilamente, como si nada hubiera pasado.
Camila abrió los ojos y levantó la mirada pero no volteó a ver a la chica, sólo vió al frente. Un nudo en la garganta se fue formando al recordar el pasado que tuvo con esta chica. No logró responder pero las lágrimas empezaron a formarse en sus ojos.
-¿Cami? -trató de llamar su atención pero Camila seguía sin voltear a verla. No quería mirarla a los ojos. -Camila, por favor. Necesito hablar contigo.- rogó. Su voz sonaba desesperada. La morena no pudo evitar las palabras, simplemente salieron.
-¿Hablar conmigo para qué, Sandra? -preguntó. Su voz sonó tan fría y seca que hasta se sorprendió ella misma. -¿Vas a volver a insultarme por querer estar con una chica? -sus ojos comenzaban a picar por las lágrimas pero no iba a llorar, no frente a ella.
-No, Cami. -se levantó y se paró frente a Camila. -Enserio necesito hablar contigo. -quiso tomar las manos de la morena pero esta las alejó rápidamente, como si su tacto le quemara. -Por favor. -rogó otra vez. Por primera vez, después de mucho tiempo, Camila la vió a los ojos.
El brillo que adornaba las orbes color miel que tanto le gustaban ya no existía. Estaban apagados, sin vida. Y debajo de ellos habían unas notables ojeras además de que se notaba que había perdido peso.
-Estoy esperando a Nick, me ayuda a estudiar. -dijo Camila. Ahora habló más suave. Ver a Sandra tan arrepentida hizo bajar sus muros.
-Yo puedo ayudarte a estudiar. -ofreció la más alta amablemente.
-Sandra, no... -trató de negarse Camila pero fue interrumpida.
-Sólo quiero hablar contigo, explicarte todo. Si después de escucharme no me crees... -suspiró bajando la mirada.- no me acercaré más a tí.
Ahora Camila había entrado en dudas. Quería aceptar pero a la vez no quería hacerlo. Le gustaría volver a hablar con Sandra pero tenía miedo de lo que podía llegar a pasar. Ya le había echo daño, ¿qué le impedía volver a hacerlo?
-Está bien. -aceptó causando una sonrisa ilusionada en Sandra.- Pero debo avisarle a Nick.
-Claro. -dijo la más alta sin dejar de sonreír. Sin poder evitarlo, Camila miró esa sonrisa causandole varias sensaciones en su estómago. Volvió a suspirar y sacó su móvil.
Hey, Nick. No podremos ir hoy a estudiar. Sandra quiere hablar conmigo.
[2:47 pm]Nick 😝
¡¿Sandra?! ¡¿Ella quiere hablar contigo?!
[2:49 pm]
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Me enamoré de ella
Fanfiction¿Van a ayudarme o no? -preguntó Dinah. -Cuenta conmigo. -dijo Camila simplemente. -¿En serio quieres hacer esto? -le preguntó Lauren sorprendida. -Sí, será divertido. -le sonrió Camila. -¿Te apuntas, Lau? -preguntó Dinah con el celular en la mano...