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Dinah se había acercado a Sarah mientras Lauren y Camila se quedaban de pie tomadas de la mano en el mismo lugar sin saber exactamente qué hacer.

-Si nos quedamos así nada más va a parecer extraño. -le susurró Camila a Lauren. Esta la volteó a ver.

-¿Y qué hacemos exactamente? -preguntó Lauren nerviosa.

-No lo sé, no he tenido una relación oficial. -respondió Camila con una mueca graciosa. Lauren río levemente llevando su mano al rostro de Camila y acomodando un mechón de cabello detrás de la oreja de la morena.

Camila siguió el movimiento de Lauren con la mirada y sintiendo su corazón acelerarse, vió a Lauren a los ojos notando la profundidad de las orbes esmeraldas. Ambas sonrieron levemente hasta que Dinah regresó con Sarah a su lado.

-Sarah, ellas son Lauren y Camila. Chicas, ella es Sarah. -las presentó.

-Hola. -les dijo Sarah. Lauren simplemente sonrió mientras Camila le respondía con una hola amistoso.

-¿Qué hacemos? -preguntó Lauren.

Camila vió a su alrededor notando que la rueda de la fortuna ya estaba funcionando, sus ojos brillaron. Jaló levemente la mano de Lauren para llamar su atención, cuando la pelinegra la volteó a ver Camila señaló el juego en funcionamiento. Lauren palideció levemente, tenía cierto temor a las alturas.

-¿Quieres subirte ahí? -preguntó temblorosa. Camila asintió frenéticamente.

-Oh sí, vamos. -dijo Dinah empezando a caminar. Sarah la siguió y Camila pretendía hacer lo mismo hasta que se dió cuenta que Lauren no avanzaba.

-¿Qué pasa? -preguntó suavemente.

-No... no me gustan mucho las alturas. -dijo Lauren sin quitar la vista de la rueda.

-Si no quieres subir nos podemos quedar aquí a esperar a Dinah y su amiga. -Camila acarició el brazo de Lauren para tranquilizarla. Lauren la vió a los ojos.

-No, si quieres subir entonces vamos. -Camila notó la inseguridad en la voz de Lauren.

-Lo, no es necesario. -le sonrió.

-No hay problema, vamos. -Lauren tomó la mano de Camila entrelazando sus dedos y la guió hasta llegar con Dinah que ya estaba comprando los boletos.

Camila sintió a Lauren tensarse cuando era su turno de subir. Con su pulgar le hizo pequeñas caricias en la mano y se aferró a su brazo. Lauren sonrió al sentir que los nervios iban disminuyendo.

Las canastas de la rueda eran circulares así que podían ir las cuatro en uno solo. Dinah y Sarah se sentaron en un extremo mientras que Camila y Lauren se sentaron frente a ellas. Lauren aún seguía algo tensa pero gracias a que Camila le hablaba y le hacía caricias en la mano y parte del brazo ya no estaba tan nerviosa.

La rubia hablaba con su amiga de algo que solo ellas podían escuchar mientras que Camila y Lauren estaban en silencio. No era un silencio incomodo, Camila disfrutaba de la vista mientras Lauren disfrutaba de las caricias que le proporcionaba su novia falsa.

-¿Estás mejor? -preguntó Camila de repente viendo a Lauren que mantenía la vista al frente. La pelinegra suspiró y giró su cabeza para verla con una sonrisa que contagió a Camila.

-Si no fuera por tus caricias ten por seguro que ya estuviera muerta de miedo. -rió. Camila negó con la cabeza sonriendo. Después ambas se dieron cuenta que Dinah y Sarah las observaban fijamente.

-¿Qué? -preguntó Camila aún sonriendo.

-Nada, solamente son tan lindas que empiezo a sentirme mal. -Lauren rió mientras Camila se sonrojaba y escondía su rostro en el cuello de Lauren.

-Camila... -le habló Lauren pero la morena se escondió más. -Camz, me haces cosquillas. -rió moviéndose levemente. Camila sonrió y con su nariz empezó a hacerle más cosquillas a Lauren que se retorcía sin dejar de reír. -Basta Camz, basta. -Lauren tomó los hombros de Camila y la alejó suavemente, recuperándose de la risa mientras Camila la veía sonriendo.

Lauren dejó de reír pero permaneció con una sonrisa viendo los ojos marrones tan profundos que tenía Camila. Algo en su pecho hizo que sintiera un escalofrío por todo el cuerpo. No sabía por qué pero desde que tomó la mano de Camila  al conocer a Sarah algo había pasado en su pecho, parecía como si su corazón latía mucho más rápido al estar cerca de la morena.

-Lern, es hora de bajar. -le dijo Camila sacando a Lauren de sus pensamientos. La pelinegra vió que Sarah y Dinah ya habían bajado del juego y el señor que recibía los boletos las veía con mala cara esperando que bajaran. Camila tomó a Lauren de la mano y ambas se acercaron a Dinah.

-¿Y ahora? -preguntó Camila esperando que subieran a otro juego. Lauren rió por la euforia que invadía el pequeño cuerpo de Camila.

-Tranquila, cariño. -el sobrenombre salió sin pensarlo sorprendiendo a Camila y a Dinah. Escuchó el ruido proveniente de otro juego funcionando. Lauren alzó la vista y se encontró con una especie de brazo con una canasta al final que daba vueltas y al mismo tiempo iba de arriba a abajo.

Camila notó que su novia de mentira se quedaba viendo algo, siguió su mirada y al instante su cuerpo tembló. Lauren la volteó a ver con una sonrisa suplicante.

-Camz... -dijo pero Camila empezó a negar rápidamente.

-No Lauren, ni lo pienses. -negó Camila. -No voy a subir a eso. -Lauren hizo un tierno puchero haciendo que Camila tuviera que cerrar los ojos. -Ni lo intentes. -abrió los ojos un poquito para ver si Lauren seguía haciendo el puchero. Por alguna razón ese gesto la debilitaba. -Lauren. -se quejó. Camila tuvo que soltarse del agarre de la ojiverde y camino alejándose un poco de sus amigas.

Lauren sonrió acercándose a ella y abrazándola de la cintura levantándola un poco del suelo. Camila soltó un grito sorprendida pero después rió.

-¡Lauren! -le gritó. Sonrió al escuchar la risa tierna de Lauren. -Bajame. -logró decir entre risas.

-¿Te subirás conmigo a ese juego? -señaló el lugar proveniente de varios gritos. Bajó a Camila y la volteó para quedar frente a frente.

-Pero no me gusta dar vueltas así. -ahora quien hizo el puchero fue la morena causando ternura en Lauren.

-Yo me subí contigo a la maldita rueda. -alzó una ceja. -Me lo debes.

-Eso es chantaje, Lauren. No es justo. -rió Camila golpeándole el brazo. Seguían abrazadas, mirándose y sonriendo. Lo demás había desaparecido de sus mentes y solo estaban ellas dos en su pequeña burbuja.

-Porfavor. -le pidió Lauren haciendo un gesto adorable. Camila quiso resistir pero los sentimientos que tenía hacia la ojiverde la hacían más vulnerable frente a ella.

-¿Voy a morir? -preguntó Camila evitando reír. Lauren soltó una sonora carcajada que hizo sonreír a la morena.

-Claro que no, tonta. -le acarició la mejilla dulcemente.

-¿Lo prometes? -la voz de Camila se hizo más suave, Lauren asintió levemente.

-Lo prometo. -ambas se sonrieron.

No se habían dado cuenta pero estaban muy cerca la una de la otra. Sólo se veían a los ojos y sonreían, sin importarles las personas que pasaban a su alrededor o los gritos de Dinah diciéndoles que se dieran prisa. Aunque creían que solo estaban actuando, algo en su pecho les decía que había algo más en esas caricias y miradas.

Me enamoré de ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora