7: Más que aliados

229 17 0
                                    

Habían pasado varios días desde el reencuentro con Takumi y tan solo dos o tres desde que ayudaron a Saizo, Kagero, Orochi y Reyna a salir con vida del bosque de Mokushu, los cuáles tenían noticias sobre el paradero de Ryoma.
Ahora, el ejército ha vuelto al reino sideral, ya que alojar a casi veinte personas en cualquier sitio y pasar todo lo desapercibidos posible es algo complicado. Habían repartido las habitaciones de forma que prácticamente todo el grupo quedara en el hala sur del castillo. Hasta que trazaran un plan para ir a Cheve la rutina era siempre la misma. Por la mañana, un pequeño grupo iba al bosque a por comida, mientras dos o tres personas se encargaban de preparar el desayuno con la comida que les quedaba de otros días. Al terminar el desayuno, prácticamente todo el mundo se iba a entrenar. Los que no se unían a la rutina de entrenamiento, ayudaban en el campo o bien limpiaban el castillo, excepto Lilith, que debido a los viajes necesitaba más tiempo de descanso.
Se pasaban tres horas entrenando, con tan solo alguna que otra pausa para beber y descansar un poco, y cuando acababan iban a almorzar al comedor del castillo, junto al resto del ejército.
La tarde era libre. Cada uno tenía permiso de hacer lo que quisiera hasta llegada la noche. En eso nos encontramos ahora.
Corrin y Azura han retomado sus paseos a solas. Ya no se podían permitir el lujo de quedar de noche, pues siempre había alguien haciendo guardia y a Azura le daba mucha vergüenza la idea de que la vieran tan cariñosa con Corrin. Querían ser ellos quienes anunciaran que eran pareja, no que corriera el rumor.
La chica iba montada en su pegaso, pues el animal necesitaba que lo pasearan a menudo. Corrin iba a su lado caminando tranquilamente, sujetando las riendas, disfrutando del dulce aroma que desprendía el bosque. Pararon en un claro y dejaron que el animal pastara tranquilamente mientras ellos dos hablaban.
Corrin cogió a Azura por la cintura y la sentó encima de sus piernas, mientras depositaba un beso en los cabellos de la chica.
- Se te ve muy feliz últimamente...¿Es por ellos verdad? Tenías ganas de verlos otra vez - afirmó el joven, sonriente, refiriéndose a sus hermanos, que seguramente andarían cerca, pues Sakura sospechaba que entre ellos dos había algo, pero nunca se atrevería a espiarles, cosa que si sería capaz de hacer Takumi.
- Sí, es por ellos...en parte - la chica dejaba ver una alegre sonrisa en su rostro.
- ¿Cómo que en parte?
- También es por volver a estar contigo.
- Eso ya lo sospechaba - Corrin cogió a Azura de la barbilla y la besó cariñosamente.
La chica se separó bruscamente dejando a Corrin desconcertado.
- ¿Qué haces? - murmuró, sonrojada - Y si nos ven...
- ¿Tanta vergüenza te da estar conmigo...?
- Sabes tan bien como yo que no es eso... - Azura respiró profundamente un momento y continuó hablando. - Dime, ¿qué crees que pasaría si nuestros enemigos supieran que somos pareja?
- Pues, ¿que se molestarían si no los invitamos a la boda? - rió y Azura le empujó suavemente en el hombro.
- Payaso... - masculló - Si esa información llegase a nuestros enemigos, ¿no crees que sabrían cuál es el punto débil del otro? - La cara de Corrin cambió radicalmente. No había pensado en eso. La joven suspiró y dejó caer su cabeza en el hombro del joven. - ¿Cómo crees que reaccionaría si supiera que te ha pasado algo? - susurró, con un nudo en el estómago - Me sentiría culpable, y te aseguro que mataré a cualquiera que te haga daño... Incluida yo misma - Corrin la abrazó más fuerte.
- Ni se te ocurra decir algo así... Y no pienses ni por un mísero momento - recalcó - que dejaré que hagas algo así.
- No podemos decir nada hasta que esto acabe... A los ojos de todos seremos solo aliados.
- Yo seguiré viniendo a buscarte aquí cada tarde... - susurró en su oído, anonadado. - Cada noche...
- Yo también... Te lo prometo.
La chica se volvió y lo besó inesperadamente. Continuaron abrazados un buen rato, con la brisa meciendo sus cabellos y sus ropas, acunándolos con un frescor que les pellizcaba la piel. Cuando volvieron al campamento ya era de noche. Ambos sabían que les iba a costar mantener las distancias, aunque dejaran de fingir cuando el Sol empezara a ponerse. Estar tan cerca y tan lejos a la vez, verse y no poder sentirse como deseaban...aquello les dolía infinitamente a los dos.
Un día, la paciencia de Corrin se agotó. Corrió en busca de Azura. Necesitaba verla, estar con ella, tocarla, besarla... Sentir su piel contra la suya en un abrazo que gritara a los cuatro vientos cuánto la amaba.
La encontró con Takumi y Sakura paseando por los jardines de palacio. Cuando llegó hasta ella la abrazó con fuerza y, sin poder evitarlo, la besó apasionadamente, bajo la mirada pícara y atónita de sus hermanos pequeños. En ningún momento Azura se contuvo. Ella también lo necesitaba. El aroma de su piel se adentró en su cuerpo y solo supo dejarse llevar...
Cuando se separaron, Takumi y Sakura - aún sorprendidos - seguían mirándolos, pidiendo una explicación con la mirada.
- Ehm... Creo que nos hemos perdido algo - murmuró Takumi, más confuso que nunca, a pesar que la situación resultase obvia.
- Ya sabía yo que había algo entre vosotros dos - sonrió Sakura. La niña no pudo evitar gritar de alegría.
Corrin seguía cogiendo a Azura de la cintura, mientras ambos dejaban ver una radiante sonrisa. Se miraron un segundo, hablándose con la mirada.
- Se podría decir... - empezó a decir el príncipe.
- Que somos algo más que aliados - terminó la joven mientras miraba a sus hermanos, que les dirigían una mirada alegre, cariñosa y algo vergonzosa.
Desde entonces no necesitaron hacer "expediciones nocturnas" tan a menudo. La noticia corrió como la pólvora, llegando a oídos de todo el mundo. Al principio, Azura se agobió un poco, pero Corrin le prometió que se protegerían mutuamente y que no se separarían el uno del otro. Ya no se cortaban delante de la gente. Iban continuamente de la mano y no les daba vergüenza besarse delante del resto.
Sakura y Takumi bromeaban continuamente sobre el tema. La niña le pedía constantemente a su hermana mayor ser su dama de honor llegado el momento y Takumi los dejaba solos siempre que podía, llamándolos "parejita" continuamente, poniendo de mal humor a Azura.
Cada uno siguió durmiendo en su respectiva habitación, pues no querían que la gente sacara conclusiones erróneas. Corrin siguió siendo el centro de atención de todas las mujeres, hecho que no le molestaba a Azura, pues ella confiaba plenamente en él. Todo iba bien, pero como siempre, lo bueno no dura mucho tiempo...



Por fin, tenía muchas ganas de anunciar que #Azurrin es oficial en esta historia. Comentad que otras parejas os gustaría que apareciesen en la historia. Ya que este capítulo es mucho más corto que los anteriores, lo siento mucho pero hoy apenas he tenido tiempo. Prometo que el siguiente será más extenso. 😘😘😘

Fire Emblem Fates: UniónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora