13: Familia

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- ¡CORRIN! - gritó Azura mientras corría junto a él con intención de curarlo.
El resto del ejército no tardó en correr junto a ellos, cuando sintieron una presencia a sus espaldas. En cuestión de segundos el ejército nohrio casi al completo los rodeó. Ahora sí que estaban perdidos...
Takumi se colocó delante de sus hermanos, con el arco tensado, listo para disparar en cualquier momento. Camilla se posicionó a su lado, armada con un hacha, protegiendo a Corrin, que seguía malherido en el suelo. Elise y Sakura ayudaban a Azura a extraerle la flecha al príncipe, que gemía de dolor. El resto del ejército también había sacado las armas, preparados para morir en la batalla, cuando oyeron como se acercaba otro grupo de soldados. Azura pudo distinguir entre los soldados que los rodeaban como varias tropas hoshidanas se acercaban a ellos.
- «Genial... - pensó la joven - ahora sí que estamos muertos...»
En ese momento, un pegaso se interpuso entre los soldados nohrios y ellos.
- ¡ATRÁS! - gritó la pelirroja con la naginata en ristre - ¡Alejaos de ellos! - la chica se colocó junto a Takumi, intentando hacer una barrera alrededor de Corrin.
Takumi la reconoció enseguida, pero no dijo nada. Esperaría a terminar la batalla que ahora podían ganar para celebrar el reencuentro con su hermana.
Azura le pidió a Sakura y a Elise que se quedaran junto a Corrin. La chica se montó en su pegaso, agarró su lanza, y se colocó junto a Camilla, aumentando el tamaño de la barrera alrededor del príncipe.
A lo lejos se oían gritos y choques de espadas, que indicaban que Hoshido y Nohr habían vuelto a enfrentarse.
- «¿A qué esperan para atacar?» - pensó Azura, que agarraba su lanza con fuerza mientras vigilaba que nadie se acercara a sus dos hermanas ni a Corrin.
De repente, Ryoma apareció de entre la maleza, apuntando con su espada a todo aquel que intentara acercarse a sus hermanos. Takumi, Azura, Sakura e incluso Corrin, que empezaba a mejorar, reprimieron el impulso de correr a abrazar a su hermano mayor. Junto a él había una chica rubia de la edad de Hinoka, de ojos marrones, piel pálida y expresión activa e incansable, que levantaba un hacha, buscando pelea.
Entonces, Corrin intentó levantarse, apoyándose en Elise. Sakura había logrado sacarle la flecha y Elise había limpiado y cerrado la herida con su bastón medicinal. El joven desenvainó su espada y apuntó al mago nohrio que dirigía el ataque, dando a entender que la batalla comenzaba.
Camilla, Hinoka y Azura se encargaron de derrotar a los pequeños grupos que había desperdigados alrededor del bosque. Ryoma y Corrin fueron directos a por Yago y sus escoltas, mientras que Takumi, Elise y Sakura ayudaban a las tropas hoshidanas que había algo más apartadas. Kaze, Kagero, Jakob, Felicia y Saizo ayudaron a Ryoma y a Corrin, mientras el resto de aliados ayudaban en las otras batallas que se libraban por los alrededores.
Corrin logró acercarse hasta Yago y herirlo de gravedad. Parecía que la batalla ya estaba ganada, cuando empezaron a aparecer pequeños grupos de inhumanos, los cuáles no eran tan fáciles de dañar.
Takumi recibió un hachazo en el costado y Camilla varios cortes en los brazos y en las piernas. Elise y Sakura no sufrieron daño alguno, pero no se podía decir lo mismo del resto. Corrin logró esquivar un hechizo de Yago, pero lograron acertarle un duro golpe en el costado, haciendo que el joven empezara a sangrar.
Ryoma clavó su espada en uno de los inhumanos, mientras Kagero y Jakob acababan con otro par. Azura, que luchaba un poco más apartada, logró matar a dos inhumanos de un solo golpe, cuando sintió como la apuntaban con un hacha en la espalda. Su respiración se agitó y empezó a dirigir sus últimos pensamientos a Corrin, que luchaba algo más lejos.
El chico se percató de su situación y corrió hacia ella llevado por la ira. Cuando el bárbaro iba a atravesar a la joven con su hacha, un hechizo lo desintegró por completo. Azura, atónita, se giró, buscando a su salvador. Lo vio un poco más allá, entre los arbustos.
Corrin logró alcanzarla y se sorprendió al ver quienes habían salvado a Azura.
- Leo...Xander... - balbuceó Corrin, paralizado por el inesperado y oportuno reencuentro.
- Me debes una - le sonrió Leo a Azura.
La chica asintió, agarrada a Corrin, cuando oyó como Takumi corría hasta ellos, jadeante.
- Ya está... Lo hemos conseguido... - explicó el chico, él cuál señaló confuso a los dos príncipes nohrios - ¿Qué hacen ellos aquí?
- Salvarme la vida... - respondió Azura con un hilo de voz, mirando desafiante a su hermano.
Takumi sólo asintió, algo enojado por la respuesta de su hermana, que parecía haber familiarizado rápidamente con aquellos dos jóvenes tan enigmáticos.
De pronto aparecieron Sakura, Camilla, Hinoka, Elise y Ryoma con una sonrisa en el rostro y aires victoriosos.
Azura no resistió más la tentación y corrió a abrazar a su hermana mayor. La pelirroja la estrechó con fuerza entre sus brazos y ambas empezaron a llorar de la emoción.
- ¡Hinoka! - sollozó la joven - Te he echado tanto de menos... Perdóname, por favor...
Hinoka la abrazó con fuerza. Llevaba meses sin verla y no esperaba que fuese recibida de aquella manera.
- Perdóname tú a mí - lloró Hinoka - Lo siento...
Takumi, Sakura, Ryoma y Corrin no tardaron en unirse al abrazo, ante la atenta mirada del resto del ejército.
- ¿Y a mí nadie me saluda? - le preguntó Xander a su hermana pequeña, que contemplaba con envidia la entrañable escena.
- ¡Hermano mayor! - gritó Elise, mientras corría a refugiarse en brazos de Xander. Camilla y Leo también se unieron a ellos, emocionados por volver a estar juntos.
Corrin se soltó con suavidad de sus hermanos y corrió hasta Xander, Leo, Camilla y Elise, que lo esperaban con los brazos abiertos. El chico los abrazó con cariño, también había echado mucho de menos a su otra familia.
Azura se quedó mirándolos un segundo. Siempre había querido sentirse parte de la familia nohria, desde niña, pero suspiró al entender que nunca la considerarían una más de ellos.
Elise la miraba, confusa, y le dirigió una sonrisa.
- ¡Ven, hermana mayor! - le chilló la chica, haciendo aspavientos con los brazos, indicándole que se acercara.
Azura la miró con timidez. Se giró a mirar a sus hermanos, que estaban tras ella, contemplando la escena que había frente a ellos.
- Ve... Vamos... - la animó Ryoma, posando una mano en su hombro, a lo que la chica respondió con un beso en la mejilla en señal de agradecimiento.
La joven corrió hacía ellos, algo tímida, hasta que Camilla la arrastró del brazo, uniéndola al abrazo. Azura se sonrojó, a lo que Corrin respondió con una sonrisa. Aquel abrazó no era como los demás. Era frío y seguramente poco habitual, pero a la vez transmitía muchos sentimientos ocultos que llegaron al fondo del corazón de Azura.
Había recuperado a sus familias... No, habían. Ella y Corrin. Habían recuperado a sus dos familias...
Los hermanos no tardaron mucho en separarse. Azura ahogó un grito al ver como Corrin, Camilla, Takumi y Hinoka sangraban por diferentes partes del cuerpo. La joven dirigió una sombría mirada a Corrin, indicándole que se tumbara en el suelo para poder curarlo. Sakura y Elise empezaron a curar a Hinoka y a Takumi, cuyas heridas eran más graves y profundas que las de Camilla, que sólo tenía un par de cortes en los brazos y en las piernas.
Xander y Ryoma empezaron a reorganizar las tropas que había desperdigadas. Ambos enviaron a sus ejércitos a sus reinos de origen, con orden de guardar silencio hasta que ellos regresaran.
Hinoka, una vez curada se dirigió hasta Leo, con una sonrisa algo tímida.
- Hola... - le sonrió la chica tímidamente.
Leo sólo la miró, indiferente.
- Quería agradecerte que hayas salvado a mi hermana... Te debo una... Gracias - murmuró la joven mientras se acercaba más a él.
- También es mi hermana, no lo olvides... - cortó Leo con una voz suave, a la vez que distante.
- Claro... - asintió Hinoka, con cierto recelo.
Ambos se quedaron allí parados un tiempo, en silencio, mirándose a los ojos. Hinoka sentía una extraña atracción por ese chico, a la vez que su actitud indiferente y arrogante la repelía.
Leo se volvió pasado un rato. No podía sostener mucho más tiempo la mirada de aquella chica que lo observaba de dos formas tan diferentes.
Hinoka suspiró, pesadamente, mientras veía como se alejaba. Sabía que no sería la última vez que aquellas sensaciones la invadirían al mirar al príncipe. Sacudió la cabeza, alejando aquellos pensamientos, y se dirigió a ayudar a Ryoma.
Camilla se dirigió a ayudar a Xander. Conociéndolo, estaría organizando el ejército que Corrin había logrado formar. Para su asombro, el que estaba allí no era su hermano, sino el príncipe Ryoma. Se acercó poco a poco hacía a él y le dió un par de suaves toques en el hombro. El joven se volvió, con una mirada confusa, al descubrir que era Camilla quien lo llamaba.
- Hola - saludó cortésmente la joven - Siento molestarte...
- No te preocupes por eso - contestó Ryoma con una sonrisa sincera.
Camilla también sonrió ante el comentario del príncipe, para luego preguntar:
- ¿Has visto a mi hermano Xander?
Ryoma asintió levemente.
- Acabo de hablar con él - respondió - Se ha ido hace poco - hizo una pausa, pensativo. - Seguramente haya ido a hablar con Corrin...
- Gracias - respondió la joven.
Cuando ya caminaba en busca de su hermano, giró repentinamente la cabeza para dirigirle una sonrisa al príncipe hoshidano. Se despidió de él con la mano antes de adentrarse en el bosque.
En esta ocasión, Ryoma no estaba en lo cierto. Corrin no estaba con Xander, ni con Leo, Sakura, Takumi, Elise, ni con nadie que no fuese la joven que estaba a su lado curándole la profunda herida que tenía en el costado.
- Ya está... Limpia y cerrada - jadeó la chica mientras se frotaba la frente - Ha costado, pero ha merecido la pena...
Corrin no dijo nada, solo se quedó mirándola. Azura lo miró, confusa, pensando que le ocurría algo grave.
- ¿Corrin, te pasa algo?
El joven seguía sin responder. Acarició la mejilla de Azura con delicadeza, aún tumbado sobre la hierba. La agarró con fuerza del brazo y tiró de ella, haciendo que cayese sobre él.
Azura, que seguía sin entender la actitud del príncipe, se sonrojó de los pies a la cabeza. Él no dejó de mirarla ni un momento. Llevaba mucho tiempo sin perderse en aquellas gemas doradas que adornaban sus ojos.
- Corrin, me estás asustando... - protestó la chica.
El medio dragón le respondió con una amplia sonrisa llena de ternura.
- Eres preciosa... - explicó el príncipe, antes de acercarla más a él y besarla con ternura.
Se apartó un segundo de ella, mientras reía.
- ¿Qué pasa? - preguntó Azura, impaciente por volver a besarlo.
- Nada, es solo que me gusta hacerte sonrojar... - río el joven.
Azura se soltó de su agarre, enfurruñada, y fue a buscar a alguien que no se burlase de ella. Corrin corrió tras ella y la alzó en sus brazos, haciendo que la chica gritara del susto.
Corrin la miró otra vez y la besó en la mejilla.
- No más bromas...- se disculpó el chico.
Azura sonrió, a la vez que lo miraba con intensidad.
- No más besos a medias... - respondió antes de besarlo.

Cuando terminaron de organizar a las tropas, Lilith los condujo a todos al reino sideral, con intención de descansar de la batalla antes de poner rumbo a Valla. Corrin no paró de sonreír en todo el día, porque había recuperado por fin a sus dos familias, y lo que era más importante, las había unido...

¡¡Por fin!!👏👏 Tenía muchas ganas de llegar a esta parte. A partir de aquí empezaré a cambiar varias cosas de la historia original de Fire Emblem Fates Revelación, pero bueno😊. Espero que os esté gustando, mañana seguramente suba el siguiente capítulo😘😘😘

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