Remember me 💫 Juuzou Suzuya

💫 Capítulo 22

[Septiembre]

El proyecto "Quinx" había sido aprobado el mes pasado, en Agosto, y se buscaros varios voluntarios. Se necesitaban 4 para el "Quinx Alpha" y 3 para el "Quinx Beta".
El "Quinx Alpha" consistía de implantar un kakuhou en un humano, para que éste pudiese usar un kagune sin ser un ghoul. El "Quinx Beta" era más riesgoso, pues se buscaba lo mismo pero con dos kakuhou, para darle al portador dos kagunes. Y como los 4 jóvenes usados en el experimento "Quinx Alpha" habían sobrevivido, se llevaría a cabo ahora el experimento "Quinx Beta".
 
  
 
Dos jóvenes caminaban por aquel parque. Uno de ellos vestía ropa de estampado militar verde, su cabello era verde al igual que sus ojos; el otro vestía un conjunto deportivo azul, y llevaba una máscara de tela roja sobre sus ojos, su cabello y ojos eran azules. El peliverde caminaba delante, con expresión seria, mientras el ojiazul lo seguía.

– Vamos Shin, ya sé que estás molesto, pero cálmate un poco.

– Púdrete –gruñó.

Unos aviones pasaron, seguidos por un helicóptero; Shinya se asustó y se arrojó al suelo creyendo que eran los aviones de guerra que lo atacaban de niño; estaba tan concentrado en otras cosas que había olvidado por un instante que vivía ahora en un país más seguro, libre de guerra. Su contraparte tomó el control en aquel momento. Se levantó y comenzó a esconderse y golpear gente, como un militar en guerra.
Su amigo, Akiharu, intentó detenerlo, y ambos acabaron en una pelea. La policía llegó rápidamente, y entre varios detuvieron al Shinya malvado. Él volvió en sí en cuanto sintió su rostro tocar el pavimento.

– ¿Eh? –exclamó, confuso.

– Irán con nosotros niños –dijo uno de los policías.

– Hiciste muchos destrozos, muchacho.

– Y tú empezaste un pelea callejera –dijo otro al peliazul.

Ambos chicos fueron llevados a la estación de policía.

Minutos después, a ambos los encarcelaron: Shinya por pelea callejera y Akiharu por defender a su amigo.

– Maldita sea... –gruñó el ojiverde.

– Es tú culpa.

– Cierra la puta boca, Haru.

Un par de pasos se oyeron acercarse. Ambos miraron, viendo a los padres de ambos acompañados de un policía.

– ¡Papá! –gritó Akiharu.

– Señor... –dijo Shinya.

Ambos hombres miraron molestos a sus respectivos hijos. El padre de Akiharu fue el que se acercó primero para hablar.

– Tu madre está más que furiosa contigo, Akiharu Miyama.

– Lo...Lo siento...

– Tu madre es abogada y yo trabajo para el CCG, somos personas que trabajan para la justicia y...y tú terminas aquí... ¿Sabes cómo nos sentimos como padres?

– Lo siento, papá.

– Es la última vez que te metes en problemas por jugar al "superhéroe". En cuanto salgas de aquí, te enviaremos a un internado en el extranjero.

– Pero-

– Sin "peros".

– ... –bajó la mirada.– Esta bien, papá.

– Vendré por ti en 15 días.

– ¿Qué? ¿No vas a sacarme ahora?

– No, es tu castigo. Unos días en prisión no te harán mal, tal vez así aprendes a dejar de meterte en problemas.