XXVII

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A comparación de la mayoría de los días, la mañana siguiente de toda esa celebración y locura, estaba lloviendo fuertemente sobre la isla y al parecer, en gran parte de sus alrededores, a pesar de que estaban rodeados de agua.

La navegante de los Mugiwaras fue la primera en despertarse, a pesar de que ella y sus compañeros no bebieron demasiado, aún así, estaban cansados de todo el ajetreo de la noche. Mira por la ventana encontrándose con el mal tiempo, lo observa por un rato.

- ¿Alrededor de unas tres horas más?- se pregunta a sí misma.

Sin poder hacer más, ya que, no quería manipular el tiempo y quería descansar un poco más, vuelve a su cama junto a otro cuerpo que le hizo compañía en lo que restó de noche, al igual que la otra pareja en la cama de al lado, se acomoda despertando a su pareja.

- ¿Nami-san?- la llama en un tono adormilado- ¿Ocurre algo?

- Lo siento Sanji-kun- se disculpa sonriendo- Sólo revisaba el clima para poder irnos.

- ¿Y cómo lo has visto?

- Dejará de llover alrededor de tres horas, así que podemos descansar un poco más.

El rubio asiente y la abraza para acomodarse mejor junto a su novia, a pesar de que no dormían juntos en el barco, no les incomodaba compartir cama en esos momentos. Incluso la pareja en la otra cama pensaba lo mismo.

...........

- ¿Qué pasó aquí?- pregunta Nyonba al aire cuando llega al salón donde se realizó la celebración de la boda.

La mayoría de las Amazonas se encontraban durmiendo en el lugar, encima de las mesas, de las sillas o sobre el suelo. El lugar parecía como si un tornado hubiera pasado por el lugar destruyendo todo, lo que más le sorprendió fue encontrar a las hermanas menores de la emperatriz en el lugar, era una mala señal, solo esperaba que la pelinegro no despertara todavía, al lugar entre Enishida quien se lleva un gran susto al ver a Nyonba en el lugar.

- Nyonba-sama- le saluda nerviosa- Creí que seguía dormida.

- Para mi fortuna no es así- mira el lugar- Enishida, ayudame a despertarla a todas para que comiencen a limpiar este desastre y que un grupo se dedique a hacer el desayuno, estoy segura que ninguna quiere que Hebihime las encuentre holgazaneando.

- Si Nyon....- es interrumpida.

- ¡¡¿Qué demonios pasó aquí?!!- se escucha un grito molesto en el lugar.

La peliplateada y la rubia, se voltean hacia la puerta, era como si hubieran invocado a su peor pesadilla en el peor momento posible.

..........

El azabache se remueve en la cama mientras intenta buscar a su esposa en vano, refunfuña molesto al tener que abrir los ojos y encontrar la cama vacía, ni siquiera Salomé le hacia compañía, se sienta en la cama mirando el lugar para buscarla, al no verla, se levanta para ir al baño terminando con el mismo éxito, no se encontraba en el lugar, todo señalaba que estaba fuera, quizás atendiendo sus responsabilidades. Hace mala cara, quería despertar y verla a su lado, sin más remedio, decide tomar un ligero baño para ir a buscarla.

............

- ¡¡No lo puedo creer de ustedes dos!!- les grita decepcionada a sus hermanas- ¡¡¿Qué hicieron después de que me fuí de la fiesta?!!

- No hicimos nada malo anee-sama- responde Mari- El cansancio nos ganó y nos quedamos dormidas aquí.

Sus ojos azules les mira con atención, estaba molesta, no podía creer el comportamiento de ninguna de las dos, pero aún así, no encontraba algún castigo que darles y tampoco se los daría.

Pureza del corazón  (Luhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora