Pureza del corazón (Luhan)

XXVIII

- ¿Ya tienen todo listo?- pregunta la emperatriz a sus hermanas, quienes se harían cargo de escoltar a los nakamas de Luffy a su próximo destino.

- Si, anee-sama- responde la peliverde- Las piratas Kujas como nosotras, al igual que los suministros de comida y demás están en el barco, falta que los nakamas de Luffy aborden para poder partir.

- Entiendo- voltea a mirar hacia el castillo, tenía la leve sensación de que, esa despedida temporal, no sería muy bien recibida por su esposo- Hay que esperarlos entonces.

Salomé al ver a su ama por unos segundos, se desliza para formar una especie de silla con la ayuda de su cuerpo para que pudiera descansar, Hancock al verla, no rechaza la acción de su serpiente y toma asiento.

- Luffy...- dice en sus adentros.

.........

- Mmm... ¿Luffy?- le llama Nami.

- ¿Si?

- ¿Podemos saber la razón por la cual no has querido soltarnos?- pregunta un tanto angustiada por las acciones del pelinegro.

- ¿Ah?

No sabía cuanto tiempo llevaba abrazando a todos sus nakamas con la ayuda de sus brazos de goma, no quería dejarlos ir aunque sabía que sería corto tiempo, simplemente, no quería.

- ¡Las piratas Kujas y la emperatriz nos esperan afuera!- exclama el francotirador al usar su telescopio antes de que se le cayera al suelo.

Rayleigh, Sabo y Trafagar Law observaban la escena y no podían evitar pensar que el capitán de los Mugiwaras estaba luchando contra sus propias emociones y sentimientos.

- ¡Oye idiota!- exclama el vicecapitan- ¡Sueltanos de una buena vez!, ¡Debemos irnos!

- ¡Nami-san ha dicho que es probable que haya una fuerte tormenta en una hora aproximadamente!- exclama el cocinero mientras intenta safarse del abrazo, más le era imposible.

- ¡Luffy!- lloriquea el doctor, era el único conmovido por el abrazo- ¡Te voy a extrañar procura no lastimarte ya que no podré estar contigo para curarte!- le devuelve el abrazo- ¡También cuida de las chicas y de la emperatriz!, ¡Disfruta el tiempo que pasen juntos!, ¡Nos volveremos a ver pronto!

Aquellas palabras dirigidas por el renito del grupo, habían ayudado a calzar, las piezas que contenían sus emociones de un enorme rompecabezas interno que en ese momento se había desordenado, ante las quejas de sus amigos, alza la vista y sonríe ampliamente, silenciandolos a todos de inmediato, lo único que se escuchaban eran los lloriqueos de Chopper.

- ¡Los voy a extrañar mucho!- exclama sin dejar de sonreír- ¡Cuídense mucho por favor!, ¡Si ocurre algo no duden en llamar!

Espera unos segundos más antes de soltarlos, aunque Chopper seguía pegado a él como una garrapata, él era, el hijo de todos en la tripulación.

- Es tiempo de ir a la playa- menciona el revolucionario para pasar su brazo por los hombros de su hermano menor y comenzar a caminar a su lado.

- Estos días han estado llenos de sorpresas- habla Jinbei mientras camina con tranquilidad.

- Demasiadas diría yo- menciona Torao de forma inconsciente, simplemente, no podía negarlo aunque en el fondo lo quisiera.

- Pero estuvimos presentes en una nueva etapa de nuestro capitán- habla la arqueóloga quien iba abrazando el brazo de su pareja.

- Y seremos parte de una nueva cuando volvamos a aventurarnos al mar- habla Brook emocionado- Luffy-san.

- ¿Si?