XXXV

995 66 32
                                    

- Hancock, por favor, no te enfades conmigo- le pide a la peli negra cuando ambos se encuentran solos en la habitación.

- ¡¿Cómo no voy a enojarme?!- pregunta indignada- ¡Divulgaste mi secreto!, ¡Te lo confíe a ti, solo a ti!

- Lo sé- responde decaído- Pero quería protegerte- le mira directamente a los ojos- Se que no debí decirle a mi hermano, pero me pareció adecuado, después de todo, ellos van en contra de los nobles del mundo- habla intentando arreglar su error- Creí que sería más sencillo si él sabía, así el podría protegerte si algo llegara a pasarme.

- No...

- ¿Hancock?

- No digas eso...

- ¿Decir qué?- pregunta confundido.

- No digas que algo va a ocurrirte- le pide angustiada- Eso nunca te lo perdonaría.

- Hancock- acerca su mano al rostro contrario- No lo digo con mala intención...

- No quiero que algo te ocurra- estaba asustada, toma su mano entre las suyas.- Quiero que vivas y sigas adelante, conmigo o sin mi a tu lado.

- ¡Yo tampoco quiero que te ocurra nada malo!- exclama al escucharla- Te prometí que volvería por ti y te haría mi reina- ella asiente.

- Y lo has cumplido cariño- le sonríe.

- Pero eso no es todo- habla con seriedad.

- ¿A qué te refieres?

- El que volviera a tí significa que quiero estar contigo- se sonroja por sus palabras- Que no quiero alejarme de tu lado.

- Luffy... Pero... ¿Y tus nakamas?

- Por todo el ajetreo no hemos hablado todavía de que haremos- habla con melancolía- Pero creo que cada uno volverá a su hogar.

- ¿Estás seguro de querer alejarte de ellos?

- No quiero que eso pase- su agarre se hace más fuerte- Quiero tenerlos a todos conmigo, como también quiero tenerte a mi lado.

Hancock se lo piensa un poco, ¿Cómo podría ayudar a su esposo?, sabía que sería complicado que todos estuvieran juntos, considerando que todos eran de diferentes partes del Mar Azul. Otro punto negativo es que, su tripulación–principalmente la mujer demonio Nico Robin– era conocedor de la verdad, de aquello que el Gobierno ha intentado mantener oculto desde el Siglo Vacío, eso significaba que habían logrado completar el río poneglyph, dándole al gobierno una razón más para ir tras de ellos.

- Ningún lugar es seguro- menciona en voz baja, piensa un poco más- Tengo una idea- dice sonriendo.

- ¿Ah?

- ¿Recuerdas la isla Rusukaina donde entrenaste?- este asiente sin comprender- Estoy segura que nadie los encontraría en ese lugar.

- ¿Pero no fuimos encontrados por ese tal... World?- pregunta recordando lo acontecido en su tiempo de entrenamiento.

- En ese caso iban tras de mí- responde- Te viste implicado en el asunto y aún estoy agradecida porque me ayudaste a salvar a mis hermanas.

- Eso no era problema shishishi...- ríe- Rayleigh me dijo que la isla está desierta, incluso me hice amigo de algunos animales también, pero el clima no es muy favorable.

- Quizás Nami pueda determinar ello, estuviste por dos años en es isla- le recuerda- Puede que no recuerdes completamente cada uno de los climas, pero puedes ayudar en ello.

- Hablaré con mis nakamas, si la oportunidad no es viable... Los dejaré tomar sus propios rumbos y por supuesto, me quedaré contigo.

- Está bien- asiente ante las opciones puestas sobre la baraja- Y respecto a la marca...- el pelinegro por un momento creyó que ese tema había quedado atrás- Yo... Te perdono, entiendo tu punto, de alguna forma u otra Sabo y su compañera la terminarían viéndola por mi estado.

Pureza del corazón  (Luhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora