"Te están vigilando, Alex". La oración se repite una y otra vez en la mente de la inspectora, mientras intenta asimilar el verdadero significado de esas palabras.
-¿Perdón? -es lo único que logra salir de sus labios.
-Es cierto -asiente Peter entre dientes-, y a mí también. Así que coge solamente lo que necesites y salgamos cagando leches de aquí. Te lo explicaré cuando estemos a salvo.
Vuelven a entrar en el apartamento y la chica se dirige rápidamente a su armario, donde encuentra una bolsa de deportes. Le servirá. Coge un puñado de ropa interior y la lanza al interior del saco, donde añade también leggins, sudaderas y camisetas. Agarra su neceser, que contiene lo básico -cepillo de dientes, dentífrico, desodorante y dos pequeños botes de champú y gel-, y lo suma a su improvisada maleta de viajes. Luego se dirige a su cocina, donde agarra un bote de galletas que está escondido en las profundidades del armario. Comprueba que lo que está guardado ahí sigue en su sitio, y así es. Se lo mete en el bolsillo y descuelga el cuadro que está junto a la entrada. Después tira del papel que recubre toda la pared, dejando ver un hueco en la misma. En él esconde el pasaporte, una pistola de repuesto y un móvil de prepago. El chico la mira sonriendo, asintiendo con la cabeza. Luego se dirige hacia el cubo de la basura. La dueña del apartamento lo mira confundida, mientras observa cómo mete el brazo y revuelve en los desechos. Segundos después saca una bolsa de pruebas que contiene un USB. A continuación, se encamina hacia la cocina, y palpa por debajo de la encimera hasta que encuentra lo que estaba buscando: una carpeta llena de papeles. La joven no puede estar más desconcertada. Le dedica una mirada inquisitiva, pero el muchacho le indica que se lo explicará más tarde. Cuando creen que ya lo tienen todo, se encaminan hacia la salida. Están cruzándola cuando oyen el ascensor emitir un sonido y las puertas abrirse. Casi no tienen tiempo a reaccionar. La inspectora le hace gestos a su acompañante, señalándole la escalera de incendios. Este asiente fervientemente y abren la ventana, intentando no hacer demasiado ruido, pero realizando la huida con rapidez. Bajan corriendo hasta el coche de la mujer, al que se suben con prisa.
-Vamos, vamos -apremia Peter cuando ve a dos de los hombres saliendo por las puertas del edificio. Agacha la cabeza para evitar que le reconozcan y Alex se cubre el rostro con su pelo. Enciende el motor de su vehículo y sale con calma, sin querer levantar sospechas. Cuando están lo suficientemente lejos acelera.
-¿Adónde vamos? -pregunta mientras siente la adrenalina corriendo por sus venas-. Conozco un lugar donde...
-Olvídate de eso -interrumpe el copiloto, recolocándose en el asiento y pasándose las manos por el pelo-. Tienen localizados todos los pisos francos de la policía, saben todos los posibles lugares a los que irás, no podemos ir allí. Pero sé de un sitio. Tú conduce, yo te guío.
-Bien -asiente, confiando plenamente en él-. Oye, ¿qué ha sido todo eso? Lo de la basura y la encimera.
-Cuando te llevaste a tu amigo al hospital -explica suspirando-, sabía que lo primero que harían sería registrar tu casa y la mía, así que fui a mi apartamento y cogí todo lo que tenía que pudiera incriminarles o que fuese motivo suficiente para querer matarme. Luego fui a tu edificio, por suerte había llegado a tiempo, así que escondí todo lo que tenías acerca de la investigación en los lugares exactos donde sabía que no buscarían. Llevo años trabajando con ellos, sé de lo que hablo.
Aquello sorprende a la joven, que no logra asimilar aún todo lo que ha pasado. Luego recuerda que su compañero sigue ingresado y que no sabe nada sobre eso.
-Debemos ir al hospital -Peter la mira como si se hubiera vuelto completamente loca-. Está en peligro, debemos avisarle.
-No podemos ir allí. Seguramente haya alguien vigilándole, suponiendo que sería el primer lugar al que irías -tiene razón, sería imprudente presentarse en el centro.
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The case
Mystery / ThrillerEl sueño de Alexandra Holt se ha cumplido, es inspectora de homicidios, lo que le permite mantener su ciudad sana y salva. Tras la reciente muerte de su madre y con un caso complicado que la lleva desesperando desde hace casi tres meses entre manos...