-Imposible -murmura perpleja la inspectora.
-Alex, me estás asustando. ¿Qué ocurre? -la preocupación de Kate es prácticamente palpable.
Sin siquiera responder a la informática, va a su despacho, imprime lo que acaba de descubrir y se dirige a ver a Luke. Entra sin llamar, lo que sorprende al joven.
-Deja de buscar a la señorita Pearson -ordena con la respiración agitada-. Dime dónde está ahora mismo Allison Parker.
-¿Qué? ¿Por qué quieres saber dónde...? -empieza a preguntar confundido.
-¡Luke! -exclama interrumpiéndolo-. La dirección, ya.
-Oye, tranquilízate -se levanta de su silla y se acerca lentamente a su amiga, tratando de calmarla-. No sé qué ha pasado, pero sabes que no te puedo dar esa información.
Antes de que pueda seguir perdiendo el tiempo, la agente le muestra la hoja que ha traído como prueba. El hombre la coge y la inspecciona. Al cabo de un par de segundos se da cuenta de que lo que le intenta decir su amiga. Se dirige a su ordenador, teclea un par de cosas y anota en un papel lo que buscaba.
-Andando -apremia mientras coge su abrigo y sale a toda prisa de la habitación, siendo seguido por la joven a escasos centímetros de distancia.
Cuando llegan a su destino, un complejo de apartamentos que no tendrían nada que envidiar a las lujosas mansiones de los famosos, se encaminan hacia el número que les interesa. Llaman a la puerta, y esperan pacientemente -menos la inspectora, que no puede estarse quieta de lo ansiosa que está- a que la dueña de la casa salga para recibirles. Y eso ocurre en exactamente veintiocho segundos. Sí, la oficial los ha cronometrado.
-¿Allison Parker? -pregunta nada más ver el rostro de la chica al otro lado de la madera-. ¿O debería decir Kalli Pearson?
Un destello de sorpresa cruza fugazmente la expresión de la aludida, pero enseguida se recompone: -Ese nombre no me suena, pero sí, soy Allison -y dicho esto sonríe dulcemente-. ¿En qué puedo ayudarles?
-Somos los inspectores Holt -presenta señalando a su compañera, que la mira frunciendo el ceño y con ganas de tirársele encima- y Collins. Hablamos hará un par de semanas sobre Justin Brown.
Los ojos de la chica se empañan ante la mención del fallecido. Una lágrima solitaria rueda sobre su mejilla, pero se la seca con rapidez.
-Disculpen, pero todavía no he superado su muerte -Alex no se traga esa actuación, por lo que aprieta los puños intentando controlar su enfado-. Justin y yo éramos más que amigos.
Shock. Eso es lo que siente la agente al oír esas palabras. Su enfado se ha disipado en un abrir y cerrar de ojos, siendo sustituido por un dolor en el pecho que le dificulta respirar. Luke la observa de reojo, tratando de averiguar cómo le ha sentado aquella confesión.
-No tenía entendido eso la primera vez que hablamos -dice casualmente el inspector.
-Oh, bueno, es que nuestra historia es algo confusa -ríe ligeramente, pero su expresión es triste-. No teníamos nada serio, pero creo que para él era algo más que una buena amiga. Ahora me doy cuenta de eso. He estado repasando mentalmente los últimos días que pasamos juntos y todo encaja.
-¿A qué se refiere exactamente? -logra pronunciar, pero la dureza en su voz es palpable.
-¡Ay! No sabría por donde empezar -el comentario pone de mal humor a la inspectora, que logra captar un brillo de maldad en su mirada-. Me llevaba a comprar ropa, pero me aseguraba que no era para su madre, y hermanas no tenía, así que supuse que me las querría regalar. También me pidió que le acompañara a visitar una casa, diciendo que quería una opinión femenina, porque realmente estaba deseando comprarse una. Entiendo que era porque quería pedirme que viviese con él, ¿por qué sino iba a ser? Pero la prueba definitiva fue aquella noche, cuando me besó.
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The case
Mystery / ThrillerEl sueño de Alexandra Holt se ha cumplido, es inspectora de homicidios, lo que le permite mantener su ciudad sana y salva. Tras la reciente muerte de su madre y con un caso complicado que la lleva desesperando desde hace casi tres meses entre manos...