Se mantuvieron en silencio, era como si él hubiese agotado las veces que podría verla o tocarla durante un día, le era incluso imposible y preguntaba cómo era posible no dejar de pensar en alguien que tenias a tu costado, no era que siguiera con la cabeza en el acto sexual, aunque sí obsesionado con la sensación contradictoria que le daban las eternas manos frías de la chica; lo podía recordar claramente si dirigía la mirada hacia sus manos, sosteniendo despreocupadas el volante. Había muchas cosas que quería decirle, quería preguntarle también si acaso él había ido muy rápido, o había sido muy duro en el acto pero... hay cosas que no puedes preguntar así como así. Se había obligado a detenerse cuando no supo distinguir si su gesto era de sufrimiento, que si lo fuera ella le habría pedido que se detuviera... si algo hubiese estado mal ella simplemente no lo habría abrazado y dicho que tenía hambre, que aún tenían tiempo para ir a comer. No podía saberlo y temía profundamente lastimarla, física pero especialmente sentimental; había cosas de las que había estado haciéndose de la vista gorda y que bien sabía no podría hacerlo siempre.
— Nam, creo que estoy perdida —... dice ella deteniendo el auto lentamente.
Él la mira, intentando volver de sus pensamientos pero Amy parece demasiado conflictuada mirando su teléfono.
— Hace media hora que me esta indicando tomar una desviación pero nunca llegamos a ella — explica ampliando el mapa en la pantalla.
— Déjame ver — se acerca y al tiempo sonríe — Amy, no tienes señal.
— ¿Cómo? — lo corrobora — ¡Hace kilómetros debí tomar la desviación! Demonios, ni siquiera sé dónde estamos...
— Tranquila, está bien — intenta calmar él revisando ahora en su teléfono — Dice algo del condado de Louth...
— ¡¿Louth?! Nam, eso es — exhala frustrada —... No puede ser.
Lo hace reír — ¿Qué tiene de malo?
— Que estamos súper perdidos.
— ¿Nos perdiste?
Lo mira divertida — Sí, nos perdí, gracias a tan eficiente copiloto que tengo.
— El mejor, multifacético de hecho.
— Nam — prolonga la vocal de su nombre —, esto es serio — regaña con una sonrisa.
— ¿Y por qué te ríes?
Ensancha su sonrisa — ¡Porque tu estas riéndote! él suelta la carcajada — Basta, Nam... de verdad no sé cómo volver.
— No le veo el problema, vayamos aquí — señala en el mapa para que ella mire.
— ¿C-carlingford? No sé — él sonrie ampliamente —... Ugh, está bien — suspira —, iremos ahí.
Fueron sólo minutos de camino hasta tomar la entrada para el pequeño poblado escondido entre las montañas y el río. NamJoon parecía niño, pegado a la ventana del auto y con un asombro absoluto inundando su rostro; lo miro ella de reojo un par de veces, sacándole una sonrisa por ello, pero incluso Amy estaba sorprendida, había oído del lugar antes pero aún estando viviendo cuatro años en el país, jamás se tomó la molestia de ir. El viejo poblado medieval delineaba las casi verdes aguas del río Newry y conforme más se adentraban, descubrían las calles empedradas y las construcciones que se ajustaban al estilo histórico del lugar. Solo que no fue fácil encontrar dónde aparcar, tuvo que ser a las orillas en un hotel, lo que los obligaría a caminar bastante para llegar al centro.
Así fue, caminaron por los angostos pasillos de piedra, rodeados de pasto hasta encontrar un puente por donde pasaba el río antes de concentrarse como un lago y convertirse en el corazón del poblado. Iba ella con las manos metidas en su largo suéter negro de lana, mientras NamJoon por su parte las guardaba en los bolsillos de su ajustado pantalón negro y nuevamente jugueteaban inconscientemente con sus codos. Le preguntó él acerca de su persona, vio ensombrecer el rostro de Amy por un momento, ignoraba que había puertas a las que ella no debía atender por su propio bien y la razón por la cuál nunca hablaba de si. Resumió ella las cosas en frases simples, hablando de su natalidad mexicana, su gusto por el generalmente neutral clima irlandés y su talento nato a la escritura. NamJoon le miro con los ojos bien abiertos cuando ella hablo de ser editora de artículos en periódicos, revistas y sitios de internet acerca de música, aunque en sus últimos años, de turismo y los últimos dos específicamente, haciendo nada.
Empezaban a ver las bellísimas calles aún con su elegante porte medieval y las piedras del piso que lastimaban los pies al caminar — por lo menos a Amy porque NamJoon usaba unas botas altas de suela gruesa — y sin darse cuenta, la conversación se centraba ahora en él, quien buscaba la manera de explicar que se dedicaba a producir música, sin hablar de la fama, los fans, los grammys y demás cosas que Amy no necesitaba saber... no de momento. Desearía oírla hablar todo el día pero tratándose de su vida, ella era bastante reservada. Entre platicas se encontraron con un restaurante de vista a las montañas donde recordaron que no habían comido y que de hecho, tras todo lo que había pasado durante el día, estaban hambrientos. Se mantuvieron en el lugar aún hablando, de sus gustos, de sus experiencias, muy poco de sus familias y profesiones, discutiendo sobre la comida, bebiendo un poco hasta que la luz preciosa del crepúsculo entraba dulce por los ventanales del restaurant y hablaron también de eso.
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Illegal ♡ NamJoon
FanfictionCierta tarde, Amy le abriría la puerta a un guapísimo desconocido sin saber que en realidad le estaba permitiendo entrar descaradamente a su vida, además para cambiársela por completo. ¿Podrá ella lidiar con eso? Intentando librarse de una terrible...