Illegal ♡ NamJoon

FINAL: As long you want

Había un fuerte olor a café, pero no cualquiera... Era el suyo. Aquel que solía comprar en Irlanda, era especial porque ella lo preparaba, convirtiéndolo en mi café favorito. Abrí los ojos pesadamente, se oía ruido en la cocina cuando comencé por tallarme los ojos y bajando al tiempo mis pies por la orilla de la cama. Era una mañana luminosa pero yo seguía bostezando aún mientras caminaba lentamente, descalzo por su departamento — no tardaría ella en regañarme por eso — hasta salir hacia la cocina de donde salió, asustándome.

— June, apúrate — me llamó, dejando la taza humeante en la mesa.

La miré con atención, usaba ese hermoso vestido azul que hacía años había comprado en Irlanda. Me gustaba porque la hacía ver más alta y se estrechaba perfectamente a su cintura.

— Babe, ¿irás a algún lado?

Sigue andando de aquí a allá — Sí.

— ¿A dónde?

— A un lugar — se detiene frente a mí, estirándose de puntas y le acorto la distancia bajando la cabeza, para darnos un beso — Tengo que irme, June.

— Amy, pero... ¿irte a dónde?

Sonríe, tomando mi cara para acariciar mis mejillas, como siempre buscando con sus dedos mis hoyuelos.

— Mañana, June — sólo dice, regalándome otro beso.

¿Mañana? La veo tomar sus cosas e irse rápidamente, vuelvo la vista hacía el café que ha perdido todo su calor y me doy cuenta.

— ¡Amy! — salí corriendo por la puerta pero ella se había ido.

En ese momento un golpe a mi cara me despertó, haciéndome levantar sobresaltado. Busco de un lado al otro, con esa sensación lejana de cuando recién se despierta, hasta encontrar a Jin parado al pie de mi cama con un cojín en mano y su gesto de Hyung. Le bufo con desinterés, volviendo la cabeza a la almohada y provocando me lance también el otro cojín.

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Era un sombrío día de invierno, por la mañana ni siquiera quería levantarme pero Jin terminó obligándome, con el pretexto de que debía ir a escribir increíbles canciones para el nuevo disco. La cosa es que no tenía ganas para eso, me sentía exactamente como hace algunos años, en los que decidimos dar un descanso a BTS y yo me dediqué a viajar por el mundo. Ahora que lo pienso, ni otros cinco años como esos me devolverían los ánimos. Al final fui arrastrado al estudio, pero sólo para atiborrarme con vasos de café y escuchar las mezclas que YoonGi había hecho hacía unas semanas. Terminé con aquello tan temprano que decidí irme a distraer un poco, no sin antes rellenar mi vaso de café.

— Hyung — su vocecilla me alcanza desde el pasillo —, ¿recuerdas las cartas de ARMY que llegaron el otro día? — inquiere entrando a la sala — Hay una para ti.

— ¿Sólo una?

Lo hace reír — Digo que esta es importante — la toma de entre las suyas para ofrecérmela —, el remitente es de Irlanda y pensé... Ya sabes — se encoje de hombros.

Permanezco mirando el sobre en sus manos hasta que el café se derrama del vaso y aparto las manos, sobresaltado, regando un poco de líquido en la máquina.

— Jiminnie — logro decir —, tenemos fans de...

— Es el mismo poblado — me interrumpe, agitando el sobre en su mano —, realmente creo que deberías revisarlo.