Illegal ♡ NamJoon

Christmas & Friends

Noviembre estaba por terminar y tenía presente, como cada año, que debía colocar el árbol navideño pero era algo que me rehusaba hacer desde hace varios años, porque me traía a la mente recuerdos de Bastian, específicamente de aquella última navidad que pasamos juntos; él usaba un gorro navideño, haciendo bromas acerca de su calvicie pero era sencillamente imposible reir cuando aquello tenía lugar en el hospital y adicional, para año nuevo llorábamos una pérdida. Por eso prefería evitar los recuerdos y me negaba a colocar el árbol, aunque Dan viniera de pronto con luces de colores o coronas que colocaba de cualquier forma en la casa... Era un gusto que le permitía, sólo porque no quería lamentarme si algún día la perdía también a ella. Di por hecho que este año sería igual, hasta hace unos días que salí con Nam; fuimos a su restaurant coreano y tenían puesta una preciosa variedad de adornos, luego él era como un niño chiquito, todo aquello parecía gustarle profundamente y yo hube de caer en tan ridículo gusto cuando se sinceró, diciendo que durante estos años fuera de Corea no había adornado como solía hacerlo siempre con "los chicos". Con el transcurso de los meses, entendí que "los chicos" eran los integrantes de BTS — además sus más cercanos amigos —, incluso me sabía el nombre de casi todos ellos y era tal la importancia de esos seis que NamJoon estaba enseñándome algo de coreano — porque ellos no hablaban muy bien inglés. Me esfuerzo mucho por él, concluí y eso debería estar mal.

— Ah, demonios — me quejo sentada en el piso —,   algo me está haciendo ese hombre y no me gusta nada — lo pienso mejor —... Bueno, tal vez sí.

Tengo una enorme caja de adornos viejos abierta frente a mí, la esculco durante varios minutos hasta sacar la serie de luces, probándolas una por una en la conexión, revisando también que todos los focos enciendan correctamente. Monnie entre tanto juguetea con el más mínimo movimiento de las luces y yo me distraigo con él, moviendo el cable de un lado al otro para que corra dando emocionados brinquitos. En eso, entra Nam por la puerta, haciendo al gato dar una marometa completa y salir corriendo escaleras arriba con la cola bien erizada. La escena me hace reír y Nam sonríe automáticamente al verme — usa para mi mala suerte ropa holgada.

— Hola, guapo — aprieta sus hoyuelos apenado —. Pensé que vendrías más tarde.

— Termine antes, además tengo a alguien en línea que quiere hablar contigo — hace obvio lo que dice, enseñándome su teléfono.

— ¿Conmigo?

Asiente, de pronto oigo a alguien hablar en coreano pero no logro entender muy bien qué se dice con NamJoon, de hecho parece discutir con él y la persona en el teléfono le grita, a manera de broma y logro entenderle sólo la parte de enseñarle algo.

— Aquí esta, aquí esta — repone NamJoon en su idioma natal, haciéndome señas para que me acerque — Amy...

Me levanto dudosa, les escucho ahora repetir "Amy, Amy" a diferentes voces y luego echan a reír cuando Nam parece reprenderles. Pienso que tal vez sean todos ellos lo que me pone de nervios inmediatamente, ¿va presentarme a sus amigos?

— Digan hola — les pide emocionado.

Pasa los brazos sobre mis hombros y aunque aún se graba sólo a él, desde este ángulo miro a dos pelinegros, bastante parecidos, peleando por salir en la cámara.

— ¡Hola! — corean haciéndome sonreír, justo cuando NamJoon bajaba el ángulo hacia mí — Oh...— exclaman sorpendidos y yo quiero correr.

Saludo tímidamente con la mano, ante sus gestos curiosos. Sé viéndolos detenidamente, quién sostiene la cámara es Jin y el otro, el más joven de ellos; saludan también, el chico sigue dándose de jalones con alguien por un segundo hasta que aparece de un brinco, con su rubia cabellera y su sonrisa radiante.