The ARMY

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Todo el tiempo, en cada tienda que estuvimos e incluso en las que NamJoon me obligaba a entrar, absolutamente en todas, esa chica había estado ahí. No quería tomarlo como algo extraño, pudo haber sido coincidencia y eso me dije cada que la vi, pensando: "Vamos, ni que esa chica estuviera siguiéndonos". No tenía razón para hacerlo y estaba tan acostumbrada a NamJoon como chico común, que tardó en caerme el veinte; Nam no era para nada un chico común y sí, ella nos estaba siguiendo. Pero, ¿qué se suponía debía hacer? Necesitaba un curso intensivo de cómo proteger a tu novio súper famoso de la manera más casual, elegante y no famosa posible. Pero dado que aquel curso no existía, debería improvisarme mi propio plan de acción para la situación que repentinamente amenazaba nuestra tranquila tarde.



PASO UNO: Advierta del peligro.

Saque a su novio de la situación peligrosa o sospechosa de la manera más discreta, sin que este se dé cuenta.



— Nam, tengo hambre.


Arquea las cejas — ¿En serio? Es... algo temprano — comenta —, pero vayamos a comer...


— ¿Comida coreana?


— ¿Otra vez? — repone confundido.


Tengo que mirarle para creerlo, ¿NamJoon poniendo en duda la comida Coreana? Me hace reír, era de lo más estúpida la situación, pero era lo mejor que tenía para sacarlo de aquí sin que hiciera preguntas.


— Bien, pizzas, cervezas, yo... Y tú sin toda esa ropa que acabas de comprar — le arqueo una ceja —. En mi casa, ¿qué dices?


Emite una suave risa — ¿Ni siquiera la que traigo puesta?


— Esa mucho menos, por Dios — aparecen sus bellísimos dientes frontales en una amplia sonrisa—... es más, debería existir una ley que te prohíba usar ropa.


— No puedo creerlo — dice, apretando ahora su sonrisa con los labios.


Me río, aunque en realidad estoy buscando con la mirada a la sospechosa, y al parecer nos ha perdido cuando comenzamos a caminar.



PASO DOS: Perder al sospechoso.

Intente confundir al agente sospechoso acerca de la ubicación de su novio y prepare el terreno para la huida.



— Oh, mira eso, Nam — lo jalo del brazo dentro de la primer tienda que encuentro—, entremos a ver.


Se queda mudo, no le doy tiempo ni de respingar, pero sí que hace esa carita de desconcierto que tanto me gusta; como formando una especie de puchero, guardando el aire en sus mejillas y frunciendo las cejas.


—Vaya, son —di-a-blos—... vestidos.


Me giro hacia él, dispuesta a dar un pretexto para salir de la tienda, pero ha tomado uno negro del estante más cercano.


— Este me agrada — declara, más bien comprobando si me quedaría.


— No me gusta el color negro.


— Siempre vistes de negro — repone serio.


— Pues... ese no me gusta.


Sonríe — Amy, me vas a decir qué te sucede o te pruebas el vestido.

Illegal ♡ NamJoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora