Birthsary pt. 1

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Comenzaba acostumbrarme al nuevo ritmo, volver al trabajo definitivamente me había espabilado del constante extrañar a NamJoon pues últimamente estaba más ocupado que nunca, su disco recien había sido lanzado, luego comenzó con las presentaciones y la gira mundial... Hablar con él se volvió imposible. Aquello no sólo me puso los pies en la tierra sino que alejó mis locas ideas de seguirle a Corea, me di cuenta que no tendría ningún sentido pues estando de gira él permanecería en cualquier lugar menos en allí. Decidí mejor ocupar el tiempo en retomar mi vida, atar cabos sueltos y recuperarme — eso último me parecía más bien una broma — teniendo citas con tantos médicos, psicoanalistas, tanatólogos y psicólogos que incluso me preguntaba cuál era mi padecimiento inicial. No había una solución, por mucho que me hablaran de medicamentos, terapias, cosas espirituales, fases del duelo y demás sarta de estupideces; al final de cuentas seguía sintiendo que algo estaba mal dentro de mí y aquello sólo llegaba a desaparecer entre mis viajes de país en país, haciendo notas de lugares preciosos o reseñas de increíbles eventos musicales pero, en especial, cada que oía su voz por teléfono. En todas las formas posibles, adormilado, serio, cansado, a veces agitado o emocionado; su voz era mi canción favorita, esa que oyes cada que te sientes triste y que te da mil años de alegría escucharla.
Tenía el placer con tierras latinas, Argentina me abría sus puertas con gusto para mí más reciente nota y caminaba por las calles con mí café doble moccachino especial — vaso extra grande, obvio — en mano, justo con la mañana recién caída. Me reacomodaba los audífonos inalámbricos cuando recordé el último mensaje de Nam, diciendo que había perdido uno de sus airpods, eso me hizo esbozar una sonrisita y como si le hubiese invocado telepáticamente, mi teléfono comenzó a sonar con esa cancioncita cursi de BTS que le había designado a él.


— Hola, Guapo — digo tras presionar el botón de mis audífonos.


— Hi, babe — su voz tenía ese tono sexy de cuando recién despertaba — ¿Qué estás haciendo?

—  Bebo café mientras cruzo la calle — verifico de lado en lado no vengan automóviles.

Ríe — ¿Hablas de tu vaso de azúcar con un poco de agua, leche y café?


— El mismo — resopla, sé que sonríe — ¿Tu qué haces? Espera — miro mí reloj de muñeca —... ¿No deberías estar durmiendo?


— No tengo sueño... no puedo dormir.


— ¿Por qué no?


Se oye ruido, movimiento tal vez — Estaba pensando en ti.


— Oh, dios mío — me burlo — Debería darme pena no dejarte dormir, es más... ARMY debería castigarme por eso, ¿cómo me atrevo a quitarle el sueño a su líder?


— Hablo en serio — pero se ríe — y deja de usar a ARMY para burlarte de mí.


— Ok, ok, pero de verdad June... tienes que dormir — me detengo en otro cruce — ¿No tienes una presentación mañana?


— Si — silencia, luego suspira — Es sólo que tenía un buen pretexto para oír tú voz.


Sonrío como tonta — Ah, ¿sí? Más vale que sea uno bueno.


— Lo es, ¿sabes? no puedo recordar cuándo es nuestro aniversario — permanezco parada pensando —, lo siento... ¿Amy?


— Y-yo... Yo tampoco.


Lo oigo soltar la carcajada, luego se escucha a alguien reñirle que se calle y eso provoca que a mí se me atore el café en la tráquea. Toso por un buen rato, entre risas, hasta que logramos volver a entablar una conversación normal. Si bien sabíamos, yo le había pedido ser novios en algún día de Noviembre, ignoraba qué fecha exactamente, "Con trabajos sé cuándo es tu cumpleaños", le dije. Siempre fui terrible con las fechas importantes y curiosamente, ese pensamiento nos trajo la respuesta, dado que cumplíamos años el mismo día — aunque él era mayor — y... Evidentemente, confiar en el otro para recordar nuestra fecha de aniversario, no era algo viable. Designamos sería los doce de septiembre, así ninguno lo olvidaría y lo hacía especial de alguna forma, nos hacía creer que éramos algo así como almas gemelas, NamJoon incluso había escrito una canción sobre eso.

Illegal ♡ NamJoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora