Illegal ♡ NamJoon

Caught in a lie

Era media tarde, resoplo apartando los cabellos de mi cara mientras admiro el muro terminado — al fin lo logré después de casi un mes —, luego tomo un trapo húmedo para retirar los restos de pintura en mis manos y brazos pero al final decido que lo mejor es tomar un baño, porque tengo pintura incluso en mi cabello. NamJoon llevaba días metido en su casa, componiendo canciones o haciendo video llamadas con gente coreana por lo que habíamos dispuesto vernos sólo por las noches, aunque ocasionalmente le llevaba algo de comer o simplemente me tiraba durante horas sobre su cama, escuchando como repetía vez tras vez cierto lapso de canción hasta que le gustaba cómo sonaba — o hasta que yo le reprendía con que sonaba excelente — y otras cuantas era él quien venía a mi casa para despejarse un rato. Hoy en especial no nos habíamos enviado un mensaje si quiera, de hecho se me ocurrió que debía preguntarle si ya había comido algo, mientras salía del cuarto de baño, sólo que apenas tomo el celular, llaman a la puerta. Lanzo la toalla por los aires, no lo pensé dos veces y salí volando como una loca, asustando incluso a Monnie del impulso, no estaba usando ni pantuflas pues mi emoción era mayor que otra cosa... llevaba semanas esperando este día.

Una noche me di a la tarea de investigar acerca del extraño libro de Nam y resultó que no era un libro, sino un disco. Para mi sorpresa, hacia algunos años había hecho un artículo acerca de dicho disco, aquello resultó como un rompecabezas del que las piezas se unieron solas al encontrar la portada original del álbum, no me equivocaba, sí lo había visto antes y los autores eran una boyband surcoreana. Leí incluso mi propio artículo pero sólo hablaba del éxito de la banda, el Grammy que habían ganado gracias a la serie de discos y sobre todo, su mensaje hacia la juventud; recordaba aún las canciones, algunas las conservaba en mi playlist, pero eso no era lo importante, algo en el fondo me decía que debía ver ese librillo, pero no podría ver el de Nam así que compre uno; Tuve bastantes problemas para conseguirlo, bastó con pedir uno o dos favores y ahora estaba frente a mí, en las manos de la empresa de envíos.

— Buenos tardes, señorita ¿Es usted Amy...?

— Sí, sí —le interrumpo — Soy yo, ¿dónde firmo?

El chico de las entregas extiende su tabla un tanto confundido, yo no me fijo ni dónde firmo y recibo mi paquete, posteriormente le agradezco amablemente antes de casi azotar la puerta. Busco rápido algo con que abrir la caja y al final lo hago con un cuchillo improvisadamente; destrozo todo, aventando las espumas protectoras de lado en lado hasta sacarlos entre mis manos... espera, ¿Son cuatro? Eso explicaría por qué salió tan caro; al librarlos del fino plástico veo que son diferentes, sólo por la portada pues las canciones son las mismas y entonces comienzo a abrirlos todos de golpe. Lo que sea que Nam me quería esconder, estaba a punto de descubrirlo y no fue hasta tener el libro frente a mis ojos que pensé si realmente estaba bien. Suspiro molesta, después de todo lo que hice no podía detenerme ahora, así que tomando aire, abro el álbum por la mitad y antes de siquiera verlo se cae una pequeña tarjeta.
Bien dicen que la curiosidad mato al gato, lo aprendía yo ahora de la peor manera; le reconocí al instante, su rostro era inconfundible, aunque sí lucía ligeramente estilizado... tal vez un poco de retoque y edición pero la tarjeta era una fotografía de NamJoon. Paso saliva pesadamente para luego agitar todos los demás, las tarjetas tienen fotos diferentes pero al hojear los libros uno por uno me topo más fotos de él en distintos vestuarios.

— ¿Qué es esto? — murmuro perpleja — No puede ser él...

Me levanto del piso, dejando el tiradero de empaques y discos para encender inmediatamente mi computadora. Comencé por buscar los viejos archivos de mis artículos, revisando todo a la velocidad de la luz, leyendo detenidamente cada palabra ahí escrita, sin embargo, hablaba muy superficialmente de ellos así que tome los nombres para ponerlos en el buscador. Me sonaron conocidos de pronto — Jin, Jimin, Tae, ¿JungKook...? Claro, debía ser el menor de ellos, luego J-Hope, Suga, RM — y esos últimos tres me causaron conflicto; aunque sabía perfectamente que conocía los cuatro anteriores, quería pensar que al final estaría equivocada con todo esto, que al averiguar los nombres reales de los tres restantes podría sentirme aliviada, pero no fue así, un "Kim NamJoon: Líder, rapero y compositor" terminó por abofetearme con la realidad. Emito un largo suspiro queriendo liberar mi creciente inquietud, luego me obsesiono viendo imágenes, vídeos, todo lo que había hecho años atrás para mi artículo, ¿cómo es que no lo reconocí? Por entonces tal vez no indagué a profundidad sobre los integrantes. Maldición.