Jungkook estaba de un carácter endemoniado.
El Emperador no sólo había dejado que le pegaran un tiro, y permitido que él
sufriera cada onza de la ardiente agonía involucrada en ello, la mordedura de
todas y cada una de las balas, sino que además lo había sacado de un tirón del
reino humano, trayéndolo de vuelta como al Reino de los Celestes en medio de las
Cámaras del Alto Consejo de los Inmortales, curándolo, pero no
restaurándolo, luego confinándolo a aquellas cámaras hasta que él hubiera
vuelto.
Y cuando había vuelto, lo que había parecido ser un maldito eón más
tarde, le había obligado a sentarse durante toda la maldita, infernal y formal
audiencia, declarar todo que había visto y todo lo que Nam Joon había hecho,
responder por las más insignificantes y ridículas cuestiones, todo el tiempo
bullendo de impaciencia por recuperar a Taehyung y hacer lo que ahora entendía
que debía ser hecho.
— Maldito infierno —, siseó — ¿Ya hemos terminado aquí?
Las cabezas de los ocho miembros del Alto Consejo se dieron vuelta para
mirarlo con miradas imperiosas y ofendidas.
Estaba prohibido hablar sin autorización en el consejo. Era un insulto
indecible. Una brecha imperdonable de modales en los rituales de la corte.
Al demonio el consejo. Al demonio con los modales de la corte. Tenía
cosas que atender. Asuntos urgentes. No insignificantes cortesías de mierda.
Jungkook dirigió una irritada y fulminante mirada al Emperador. — Tú dijiste
que podía decidir su castigo y que me restaurarías. Arréglalo ya. Restáurame.
— Hablas con la impaciencia de un mortal —, dijo el Rey de Jade con
serenidad.
— Tal vez —, gruñó él — sea porque estoy atrapado en una forma mortal.
Arréglame ya.
Él arqueó una marcada ceja, encogiéndose de hombros. Habló
suavemente, en una rápida sucesión de palabras celestes.
Y Jungkook suspiró con placer mientras sentía el cambio. Volviéndose a ser
él mismo otra vez.
Inmortalidad.
Invencible.
Un verdadero semidiós.
El poder puro vibrando por sus... bien, ya no tenía venas. ¿Pero quien
necesitaba venas cuando tenía ese espléndido, glorioso y embriagador poder en
su interior? Energía, calor, valor, fuerza. Todas las posibilidades del universo en
las puntas de los dedos.
Y, maldito infierno, se sentía bien. Él se sentía bien.
No había más dolores, ningún sufrimiento en la forma de Inmortal. No
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El Inmortal
FanficJeon Jungkook, un Dios de la corte celestial del Emperador de Jade, ha sido castigado de la peor forma posible para un Dios. Ha sido convertido en humano con una de las más potentes maldiciones: Nadie lo puede ver, oír o sentir. Kim Tae Hyung es un...