Ya el día estaba avanzado cuando Tae divisó a un par de Dioses a los que
quiso acercarse. Durante la interminable espera él se había percatado que los
Dioses, ciertamente, lo miraban de vez en cuando. Muchos aparecieron a lo largo de todo el día. Pero dado que él estaba sentado allí sin hacer nada, la mayor parte de ellos se había
ido después de un corto rato. Tae supuso que él no era muy entretenido para ellos.
Finalmente, divisó a dos. Los escogió porque no eran tan cegadoramente
bellos como el resto, y él esperaba, del mismo modo que las personas, que los
menos atractivos no fueran tan... bueno, que fueran más accesibles.
Un macho y una hembra, rubios y de ojos brillantes, estaban de pie
cerca del banco donde Jungkook estaba sentado, sumergidos en su conversación. En
lugar de pasar sobre ellos, Tae resolvió unirse con él y ver qué pasaba.
— ¿Qué? ¿No has visto a ninguno? — le preguntó Jungkook, cuando se
acercó, en un tono demasiado alegre y encantador para ser él. Tae negó con la cabeza ante el estúpido pensamiento que estaba teniendo, diciéndose que el sol debía haberle cocido el cerebro durante la larga y tediosa tarde.
— Ellos están justo allí —, le dijo bajo, señalándoles.
— ¿Dónde? —. Jungkook miró hacia dónde apuntaba y masculló una serie de
maldiciones. — Cristo, aún no puedo creer que no los pueda ver. ¿Ellos me están
mirando?―
— No por el momento. Y están allí —, le dijo, tratando de enfocar su
mirada, — De pie a aproximadamente cinco metros a tu izquierda, a menos de un par
del cubo de la basura —. Tae inspiró profundamente, forzándose a sí mismo a
acercarse a ellos, cuando repentinamente el Dios macho se volvió y lo miró.
— Hola —, dijo Tae atentamente. — Me gustaría hablar con usted un
momento. Yo Necesito...— Yo creo que "eso" nos ve, Ha In —, el Dios macho habló sobre Tae, con un ceja arrogantemente levantada.
¿Eso? pensó Tae, las ventanas de su nariz agitándose. ¿Le llamaba a
él eso? El nervio. La hiel implacable. Él era humano. Él tenía un alma. Eso no.
Si alguien era eso, entonces no era él.
— Oh, esperen un segundo y volverán a ser superiores. Estoy aquí sólo
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El Inmortal
Fiksi PenggemarJeon Jungkook, un Dios de la corte celestial del Emperador de Jade, ha sido castigado de la peor forma posible para un Dios. Ha sido convertido en humano con una de las más potentes maldiciones: Nadie lo puede ver, oír o sentir. Kim Tae Hyung es un...